Institutos

Las contingencias naturales han puesto en jaque a la sociedad toda, lo que nos enfrenta a un replanteo sobre las políticas de la naturaleza. A la par del diseño y aplicabilidad de leyes ambientales que determinan los modos de relacionarse con los recursos naturales de forma limpia y sustentable, debe ser puesta en práctica una política de la afectividad que integre a la sociedad toda a la naturaleza, repensando la idea sobre lo natural como un recurso al servicio y cuidado de la civilidad. Para proteger tenemos que conocer y amar aquello que debemos cuidar. Pero paradójicamente esta acción, noble y altruista, desliza un basamento antropocéntrico a revisar: el hombre fuerte cuida a la naturaleza frágil. Hoy estamos tomando conciencia que es la sociedad misma la fragilizada y que es ella la que debe buscar refugio, protección y enseñanza en la robustez de lo natural con sus miles de millones de años de existencia virtuosa.

CAN-MUNTREF se constituye en un nodo de prácticas artísticas y científicas vinculadas a la naturaleza. Establece así un diálogo horizontal entre acciones que responden a lógicas de pensamiento diferentes, reponiendo lo urbano y lo salvaje a una práctica originaria de naturo-cultura que desanda la agotada práctica de intelección sobre la lógica de lo viviente como lo maquinal, basada en el binomio cultura-naturaleza y sus constructos de exotico-nativo, uso-protección, recurso - disponibilidad, entre otros.

A través de un modelo dialéctico expositivo/exploratorio, museo/laboratorio-taller (en residencia), se abordarán las principales problemáticas ambientales, apelando a una praxis blanda (receptiva e intuitiva) en el diseño de la naturaleza, que haga hincapié en la mirada sensitiva como herramienta fundamental en la construcción de mundo, propiciando un anclaje en primordiales tecnologías intelectuales y materiales al alcance de todos, sin la necesidad exclusiva del manejo especializado de ecuaciones y/o el manejo de alta tecnología.

El uso de la imagen, el objeto, y el archivo, propiciará traducir complejas controversias científico/ambientales, que articuladas por el arte contemporáneo se abrirán a la comunidad no académica. El Centro de Arte y Naturaleza plantea la idea de naturaleza como un pensamiento germinativo, y rizomatico, articulando una política de horizontalidad visual donde la intuición trazara un puente de intelección entre el misterio y la razón.