Si escuchamos aprendemos mejor

Mariano Serattin, estudiante de Ingeniería de Sonido y Cecilia Pfister rectora del Lenguas Vivas trabajaron en conjunto para investigar sobre los parámetros recomendables de ruido y aislación en las escuelas.

22-05-2020

Como parte de su tesis y con la intención de presentar un documento al Instituto Argentino de Normalización y Certificación, Mariano realizó un trabajo de campo en la escuela que lleva adelante Cecilia para  tratar de generar una recomendación a nivel nacional de cómo se deben diseñar y cómo construir las aulas de enseñanza. 

“Este proyecto, lo que vino a hacer es poner en foco el ruido y pensar la forma de crear ambientes más amigables para el proceso educativo”.

En la actualidad, en Argentina, no existen normas de acustización para aulas de una escuela: la arquitectura varía según el barrio, año de construcción, entre otros factores. Es por eso que muchas veces hay problemas con el nivel de ruido proveniente  de adentro o de afuera de la escuela, al que están expuestos docentes y estudiantes y que dificulta el trabajo de los mismos. 

Se seleccionaron  espacios del colegio que den sobre las calles o sobre los patios internos y para medir el ruido se pusieron 3 sonómetros dentro de un aula. El primer día, se establecieron los niveles de ruido que hay con actividad durante las clases y el segundo, los valores sin gente. También se hicieron mediciones sobre la fachada del edificio en la calle Juncal para determinar cómo incide el ruido del tránsito dentro de las aulas, mientras están en actividad. 

Para tratar de, en un futuro, solucionar este problema, Mariano quiere generar una norma nacional que contemple la acústica de las aulas de enseñanza y que esté incorporada en una ley nacional de educación.