Logros, desafíos y deudas de la perspectiva de género en el ámbito universitario

Especialistas en género y diversidad debatieron sobre la posibilidad de inserción en la Educación Superior del colectivo LGBT, a la vez que analizaron los vínculos con otros movimientos.

26-03-2021

Existen mecanismos que excluyen a las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT) del ámbito universitario, y una de las principales barreras para revertir esta situación es la inexistencia de información sobre las trayectorias académicas de estos sectores. Esta es una de las conclusiones a las que arribaron los especialistas en género y diversidad reunidos en la conferencia de apertura de la Maestría en Estudios y Políticas de Género. Para los expertos, es necesario, entonces, romper esta invisibilización para poder comprender cuándo, dónde y por qué los integrantes del colectivo LGBT son expulsados de la Educación Superior y lograr así incluirlos en la academia. 

"Uno de los principales desafíos consiste en entender cómo problematizar la perspectiva de género y diversidad en las universidades", relató la subsecretaria de Políticas de Diversidad del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, Alba Rueda, una de las principales oradoras del encuentro virtual que se transmitió por el canal de YouTube de la UNTREF junto a la Magíster y Doctora en Filosofía de la Ciencia por la Universidad Autónoma de México (UNAM), Siobhan Fenella Guerrero Mc Manus

Ambas especialistas coincidieron en un diálogo en el que se analizaron los avances sociales y principalmente académicos vinculados a la diversidad de género, aunque también disertaron sobre las disputas y deudas pendientes para erradicar la violencia, la discriminación y la exclusión de las minorías sexuales.

"El primer obstáculo que encontramos es la falta de datos sobre las trayectorias académicas de las personas trans. Es decir que no sabemos qué sucedió, cuáles fueron y dónde se dieron los mecanismos de exclusión, por ejemplo si ocurrió en la relación con los pares o si fueron las condiciones edilicias de las instituciones las que generaron esto", consideró Rueda.

La funcionaria, que también forma parte del Consejo Asesor del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), consideró que lo que sucede en las universidades es el reflejo de la realidad social. "Hay estadísticas que indican que el 80 % de las personas trans no tienen un empleo formal. Estas desigualdades también se traducen en los ámbitos universitarios", indicó.

Por su parte, Siobhan Guerrero coincidió con esta línea de pensamiento y argumentó que "los espacios académicos son ámbitos de la elite", y a través de una anécdota ejemplificó de qué manera se distancia la academia de las personas LGBT: "Hace unos años, un foro fracasó debido a que representantes de universidades convocaron a personas trans a relatar sus experiencias, y éstas se negaron al aducir que la academia siempre las había excluido y por lo tanto no tenían intenciones de colaborar con ellos". Para la investigadora mexicana, la deuda que tienen las universidades se relaciona con su incapacidad de tener diálogos horizontales con otros saberes y alejarse de la lógica de la exclusión.  

En su intervención, Guerrero identificó la existencia de tres crisis en el avance de los movimientos antiderechos. Por un lado, la crisis de alteridad, en la que actores políticos anteriormente afines terminaron por volverse antagónicos, por ejemplo el movimiento feminista. La segunda crisis es la política, en la que predomina un pensamiento y una mentalidad homogeneizante que no permite la disidencia; y por último, la crisis epistemológica relativa a, según ella, la ineficacia de la academia para construir un espacio más inclusivo.

Si bien estuvo de acuerdo con varios de los conceptos esgrimidos por su interlocutora, Rueda dio cuenta de un escenario esperanzador cuando mencionó acciones desarrolladas por diferentes universidades para incluir a las personas LGBT e indicó que "cada vez cobra más fuerza la intervención de estos colectivos en el ámbito académico". La especialista mencionó a las carreras vinculadas a estudios de género que ofrece la UNTREF, la iniciativa de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) para que la comunidad trans complete sus estudios medios y la oferta de becas para personas trans que promueve la Universidad de Quilmes (UNQUI), entre otras propuestas. "Obviamente que esto no resuelve la totalidad de la crisis, pero abre un nuevo horizonte en el que se observan políticas universitarias activas y tendientes a la inclusión", especificó. 

El coordinador de la Maestría, Mariano López Seoane, consideró un honor contar con la presencia de ambas referentes en el inicio de un año al que definió como "la segunda parte del 2020", dado el contexto de pandemia y la modalidad de cursada. A su vez, agradeció la capacidad de adaptación, empatía y solidaridad de los docentes y estudiantes. "Escuchamos a los alumnos que nos demandaban que en la Maestría en Estudios y Políticas de Género poníamos más énfasis en los estudios que en las políticas. Con este encuentro con Alba Rueda y Siobhan Guerrero creo que cumplimos con ambas cuestiones", concluyó.