Dengue: la epidemia que aflige a casi 26 mil personas en Argentina

Mientras la agenda mediática centra su atención en la COVID-19, la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti alcanzó uno de sus peores picos históricos en el país y exige la concientización de la población para combatirla.

19-05-2020

Aunque hoy el país entero enfoca su atención en la pandemia de coronavirus, el dengue en Argentina suma actualmente 25764 casos confirmados, una proporción 10 veces mayor que la de años anteriores. Los datos se desprenden del último Boletín Integrado de Vigilancia del Ministerio de Salud de la Nación, donde también se consigna que la mayor parte de ellos se concentran en CABA (5183) y el Gran Buenos Aires (4070), y se detalla que 22320 son autóctonos, es decir que corresponden a personas que no presentaban antecedentes de viaje. 

Se trata de un desafío sanitario sin precedentes para el país, que deberá enfrentar simultáneamente dos brotes procurando que su sistema de salud no colapse. Los otros países de la región también se ven en una situación similar, y según una proyección de la Organización Panamericana de la Salud (OPAS), hay aproximadamente unas 500 millones de personas bajo riesgo de contraer dengue.

Para el médico Rodolfo Kaufmann, coordinador de la Diplomatura en Promoción de la Salud Comunitaria y asesor pedagógico del Departamento de Salud y Seguridad Social de la UNTREF, el crecimiento del dengue en Argentina responde a diversos factores. Por un lado están los vinculados el cambio climático y los procesos adaptativos del vector a climas templados como el nuestro. “Hay estudios importantes que demuestran que las larvas del mosquito se mantienen mucho más tiempo vivas y eclosionan con temperaturas de 14 y 15 grados”, aclaró el experto.

Pero también atribuyó esa subida en el número de casos a la escasa visibilidad social que hoy tiene la enfermedad, que ha sido eclipsada por el coronavirus. “Cuando una enfermedad pierde visibilidad social los mecanismos de cuidado y protección se relajan. Por ahora hay muy pocos fallecidos. Hoy tenemos la circulación del serotipo 1, que representa el 70% de los casos. Pero hay otros tres serotipos del dengue, que probablemente puedan estar circulando el año que viene y que si aparecen como procesos de reinfección en las personas, llevarán a cuadros con una probabilidad de mortalidad muy elevada”, advirtió sobre su gravedad. 

Además, Kaufmann dijo que la presencia de la enfermedad transmitida por el Aedes aegypti es prácticamente inexistente en los medios de comunicación, y que eso se debe a que no tiene el mismo impacto social y económico que la COVID-19

“En el tema de las políticas públicas lo que se ha perdido es el desarrollo de campañas de prevención que planteen que el dengue sigue circulando y que se trata de una enfermedad potencialmente letal”, se lamentó el profesional de la salud.

Finalmente, Kaufmann llamó la atención sobre el complejo escenario que genera en nuestro país la circulación de diversos virus al mismo tiempo. “No solo dengue y COVID-19, también la reaparición del sarampión. Esto pone en una situación bastante grave a la población en general, sobre todo a las personas más expuestas a los riesgos de infectarse y de no contar con respuestas adecuadas a la infección, que son las de los sectores más empobrecidos. Lo importante es que tengamos una mirada mucho más coordinada para las intervenciones, no solo articuladas desde el sistema público de salud sino desde otros ámbitos sociales y comunitarios”, aseguró. 

El Departamento de Salud y Seguridad Social de la Universidad desea recordarle a toda su comunidad cuáles son los principales síntomas del dengue y cómo prevenirlo, atendiendo los lineamientos de la OPAS y de la Organización Mundial de la Salud:

¿Cuáles son los síntomas? 

  • Fiebre acompañada de dolor detrás de los ojos, dolor de cabeza, muscular y de articulaciones.

  • Náuseas y vómitos.

  • Cansancio intenso.

  • Aparición de manchas en la piel.

  • Picazón y/o sangrado de nariz y encías.

Ante estos síntomas se debe acudir al médico para recibir el tratamiento adecuado y no automedicarse con aspirinas, ibuprofeno o inyecciones intramusculares. No existen vacunas que prevengan el dengue ni medicamentos que lo curen. 

¿Cómo prevenirlo?

La mejor forma de prevenir el dengue es eliminando todos los criaderos de mosquitos de las siguientes formas:

  • Eliminando todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos).

  • Dando vuelta los objetos que se encuentran en el exterior y pueden acumular agua cuando llueve (baldes, palanganas, tambores).

  • Cambiando el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada 3 días. Recordá frotar las paredes de los recipientes con una esponja a fin de desprender los huevos de mosquito que puedan estar adheridos.

  • Rellenando los floreros y portamacetas con arena húmeda.

  • Manteniendo los patios limpios y ordenados y los jardines desmalezados.

  • Limpiando canaletas y desagües de lluvia de los techos.

  • Tapando los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua.

  • También es importante prevenir la picadura del mosquito con estas recomendaciones:

  • Usando siempre repelentes siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.

  • Utilizando ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.

  • Colocando mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en la habitaciones.

  • Protegiendo cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.

  • Utilizando repelentes ambientales, como tabletas y espirales.



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