“El feminismo es federal y es desde abajo”

En el marco de la Mesa: Activismo y Pensamiento con Judith Butler, hablamos con Cecilia Palmeiro, quien compartirá la charla en el Campus de Villa Lynch de la UNTREF.

11-04-2019

Cecilia Palmeiro es una de las fundadoras del colectivo Ni Una Menos, docente de las maestrías en Estudios Literarios Latinoamericanos y en Estudios y Políticas de Género. Según ella, el movimiento feminista desborda totalmente la academia, los grandes centros urbanos, las élites y los grupos militantes. “Hay una construcción de un sujeto colectivo global del que formamos parte todes les que nos rebelamos y protestamos contra el patriarcado”, destacó.

Cuerpos colectivos:

Palmeiro analizó que hay un levantamiento general de cuerpos feminizados: mujeres, lesbianas, travestis, trans, no binaries y otras subjetividades por venir: “Me gusta pensar cómo cuerpos feminizados o mujeres moleculares a todes aquelles que hayan despertado en sí-mismes una micro feminidad revolucionaria”. 
Además, destacó que la marea feminista crea sus propias metodologías, prueba distintos modos de estar juntes e indaga acerca de cómo sería una espiritualidad feminista. “Vamos deshaciendo personajes, deshaciendo el género, como dice Judith Butler y, también, ciertos juegos de roles en los que estos personajes se constituyen”. 

Ni Una Menos: 

“Siento que la consigna NI UNA MENOS explotó como cuando prendés un encendedor en un depósito de gas. Allí se conjugaron todos los impulsos revolucionarios que tiene la humanidad desde siempre: el deseo colectivo e inconsciente de una sociedad sin clases y sin género”, recordó Palmeiro.  Además, agregó que fue la perspectiva del femicidio la que permitió visibilizar toda una trama de violencias, sobre todo en los medios de comunicación y para personas que no estaban interesadas o que no querían participar en agrupaciones políticas. “La idea de sentir en el cuerpo una consigna como propia y sentir que eso te cala, que te afecta,  es lo que llevó a muchísima gente a organizarse con sus amigas, con sus vecinas, en millones de colectivos que no son grupos de militancia tradicional, esto es lo más maravilloso de todo”, expresó. 
Al hablar de la importancia de la palabra “femicidio”, la Doctora en Literatura Latinoamericana (Universidad de Princeton) explicó que pareciera que los conceptos aparecen y de pronto explotan en un momento histórico específico, como si  se cargaran de historicidad y de politización en un momento dado. En este sentido,destacó la importancia de desarrollar el concepto de femicidio para llegar a la conclusión de que el capitalismo y el patriarcado van juntos. Entonces, allí se pasa del “no nos maten” al “hay que cambiarlo todo para poder vivir”. 

Aborto legal:

 “Hemos sacado el aborto del closet y lo hemos puesto en primer plano en la opinión pública”, dijo y observó que se trata de una problemática que reclama el feminismo desde hace muchísimo, pero ahora ha tomado una dimensión afectiva porque estamos listas para entender masivamente la crisis de la reproducción como “maternidad o cárcel”. Los cuerpos están afectados por esta consigna, que ahora también es global y  tiene que ver con la solidaridad, con el saber que estamos juntas luchando por nuestras vidas. “Nosotras somos pro-vida, ellos son pro-muerte, la vida está de nuestro lado”, manifestó. 

El feminismo radical

Palmeiro advirtió que el gran riesgo que tienen todos los movimientos es la captura neoliberal y que le preocupa la contraofensiva conservadora, moralista y punitivista, que no solo parte de los fundamentalismos religiosos del estado y de las formas de represión, sino también desde adentro del movimiento. Como ejemplo, nombró el caso de la irrupción de las TERF (Trans Exclusionary Radical Feminist) en Argentina, que hasta hace unos meses no se conocían. Contó que aparecieron recién en febrero, en las asambleas y causaron un gran problema. “Fue superado, porque ese espacio nunca estuvo en plan discriminatorio y la alianza con el movimiento travesti trans y no binarie está en la base de nuestras asambleas, pero nos parece que ese tipo de discusiones desarticulan, desmontan y atrasan nuestras acciones con cosas que ya están saldadas porque, para nosotres, hace veinte años que la historia del feminismo y la del transfeminismo en Argentina están juntas”. 

El recrudecimiento de la violencia:

Palmeiro cree que hay que tener en cuenta dos cosas: un reconocimiento de la violencia estratégica capitalista en todo sentido y por otro lado, la cuestión de querer culpabilizar a las mujeres de las violencias machistas, que es una operación de sentido, que ella no avala. Además, habla de Brasil y de la resistencia a Jair Bolsonaro encabezada por las mujeres en el movimiento #EleNão. “El femicidio político de Marielle Franco, fue un castigo ejemplar para el feminismo negro pero también para toda la marea. Se eligió a quién matar y el momento, ella había agitado el paro del 8M y se la castigó por ser negra, por ser de la favela, por lesbiana y socialista”..

Butler en la UNTREF: 

La Doctora destacó que le encanta Butler porque tiene el coraje de cambiar su perspectiva y escucha mucho los diálogos que se generan a partir de lo que hace y eso transforma también sus propias prácticas. Además, contó que empezó a leerla a los diecinueve años en la carrera de letras cuando recién había salido Gender Trouble. No estaba en español todavía pero había una traducción casera en fotocopias y que en ese momento tenía la sensación de que era algo que había que leer urgente. Con respecto a la visita, reveló que está ansiosa porque Butler es una persona que está muy interesada en estos movimientos sociales del tercer mundo y los sigue, como en el caso de Ni Una Menos, con quienes mantiene un diálogo de amistad política iniciado en invitaciones a la Universidad de Berkeley. Tiene un compromiso en apoyar las distintas luchas del mundo y hace que la gente entre en contacto permanente. Ella está muy interesada en Turquía, en Grecia, en Kurdistán, obviamente, en Latinoamérica, en los pueblos originarios y en Palestina, entre otros.
Además, recordó que es también una trabajadora de la universidad pública (se desempeña como docente en la Universidad de California en Berkeley, una institución estatal), por lo que es muy interesante que venga por segunda vez a la UNTREF y al conurbano. “Es un acto de solidaridad importante y de activismo, porque es un esfuerzo enorme venir hasta acá, con la vida que ella debe tener”, concluyó. 



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