Bono Demográfico: una ventana de oportunidad para la Argentina que se cierra en 2040

La coordinadora de la orientación socio-demográfica de la Maestría en Generación de Análisis e Información Estadística Gladys Massé explicó cómo la Argentina puede aprovechar tener una población activa proporcionalmente mayor a la pasiva.

28-02-2025

En las dos últimas décadas la esperanza de vida en la Argentina pasó de 73.9 años a 77.5. Además, en este plazo se redujo fuertemente la tasa de fecundidad, cayendo de 2.1 hijos por mujer en 2001 a 1.4 en 2022. Esto generó la apertura de una ventana de oportunidad para el crecimiento económico llamada “bono demográfico” que alude al período en el que una sociedad cuenta con mayor población para trabajar que personas dependientes (menores y adultos mayores). De todas formas, para Gladys Massé, la coordinadora de la orientación socio-demográfica de la Maestría en Generación y Análisis de Información Estadística,  el aumento de la productividad requiere de ciertas condiciones, como pleno empleo y formal, ingresos adecuados y elevado poder adquisitivo, entre otras.    

Massé explicó que es necesario pensar e implementar políticas y reformas que aborden los desafíos específicos asociados con esta situación. “De no darse estas condiciones económicas (principalmente en lo referido al empleo formal), la sola existencia de una determinada realidad demográfica, ofrecida por la mayor proporción de población activa respecto de la pasiva, no actuaría con efecto de causalidad”, dijo la especialista.

Massé afirmó que el “bono demográfico” representa una oportunidad de corto plazo para la Argentina ya que esta etapa se extenderá hasta mediados de 2040. “Se trata de 20 años en los que se requerirá implementar políticas que concreten en el contexto de la Argentina de hoy los desafíos que expresa el proceso de envejecimiento de la población, es decir, el incremento de la franja de 65 años y más”, agregó. El envejecimiento de la población es para ella uno de los aspectos negativos de la baja de la tasa de fecundidad. El hecho de que cada vez haya más personas mayores de 65 años repercute en un incremento en la demanda de los sistemas previsionales y de atención de la salud. “A largo plazo, entonces, el menor número de nacimientos generaría la reducción de la futura fuerza laboral así como podría poner en riesgo el sistema de seguridad social”, consideró la especialista.

Tanto la tasa de hijos por mujer como el período que comprende el “bono demográfico” son índices que pueden ser equiparados con lo que sucede en otros países. Mientras que en lo referido a la cantidad de hijos por mujer la Argentina se ubica por encima de España y Chile, está por debajo de Francia y Brasil. Respecto a la ventana de oportunidad que significa el “bono demográfico” nuestro país posee, según Massé, una etapa de superávit más largo que el de los demás países de Latinoamérica pero no tan amplio como el de China, Corea, Alemania y Japón.

Para la especialista, que se desempeña en el Área de Posgrados de la UNTREF, el debate sobre el “bono demográfico” en la Argentina y su impacto en la economía podría abordarse de manera integral en el ámbito de la educación superior. “Las universidades pueden desempeñar un papel crucial en la investigación y el análisis de datos demográficos, formando a los futuros profesionales en áreas claves como la economía, la demografía, la salud pública y la planificación urbana”, concluyó la académica.