Después de Babel inició sus programas públicos rescatando el valor de las diferencias
Fue a través de dos charlas online en las que los curadores, autoridades del MUNTREF y especialistas de la Universidad discutieron la proyección que tiene la muestra para pensar la política en la vida cotidiana.
26-04-2021
Los programas públicos alrededor de la muestra Después de Babel. Traducciones rioplatenses, alojada en el MUNTREF Centro de Arte Contemporáneo de la Sede Hotel de Inmigrantes, comenzaron con dos conversaciones online en las que los participantes destacaron el componente político que alberga la exposición al plantear la convivencia en la diversidad. Estas charlas y talleres virtuales se extenderán hasta el 2 de julio y se podrán seguir todos los viernes, a las 18:00 horas, desde el canal de YouTube de la UNTREF y la web del Museo.
Una de las curadoras de la muestra, la filóloga francesa Barbara Cassin, de la Académie Française/CNRS, señaló que la propuesta fue poner en cuestión la idea de Babel como maldición. “¿Por qué sería tan terrible hablar lenguas distintas, no es al contrario una muy buena suerte poder relacionarlas y fabricar algo común a partir de lo diferente?”, se preguntó la académica francesa. La exposición, dijo Cassin, se centra en la traducción como “un saber hacer entre las diferencias” y explora cómo hacemos para vivir, pensar y hablar juntos. “Se trata hoy de trabajar con lo que cada uno de nosotros no tiene. Eso es lo que necesitamos todos los días en la política y en la vida”, agregó.
Además, la curadora apuntó que los intentos por establecer una lengua universal, desde el Esperanto al Global English (Goblish), “no funcionan para integrar”, y remarcó que el cruce entre lenguas y culturas no está exento de tensiones. Así, opinó que algo que caracteriza a Buenos Aires y la Argentina es su cosmopolitismo. “Es extraordinario cómo las capas de población (los migrantes) vinieron a fabricar Argentina y llegaron a recubrir lo que ya estaba hasta el punto que lo olvidamos”, evaluó la filóloga y dijo que una de las obras de la muestra, 300 Actas, de Cristina Piffer, habla muy claramente de eso. “Primero vemos el nombre del indio, luego una fecha, luego el nombre en español tras el bautismo. ¿Cómo es que la traducción ha tenido como misión el hecho de cambiar a la persona?”, refirió.
Acompañándola estuvieron los otros curadores, los integrantes del Instituto de Investigación en Arte y Cultura Dr. Norberto Griffa (IIAC-UNTREF), Marina Aguerre y Leandro Martínez Depietri. Depietri dijo que la exposición también sirve para “pensar la diversidad de lenguas que hacen a un territorio nacional” y ejemplificó con el caso del lunfardo, un vocabulario que se suele asociar con el italiano pero que tiene aportes del español, el asturiano, el quechua, el guaraní y el mapudungun. El curador explicó que detrás hay una trama de poder, porque en la muestra se lo presenta con los primeros diccionarios que fueron creados por criminalistas. “Esa era la comprensión que existía del lunfardo, como una lengua del delito, un código secreto de criminales. Recién más adelante se empieza a recuperar como una parte fundamental del acervo cultural en relación con la valorización del tango”, detalló.
Aguerre indicó que incluso pensando en la posibilidad de que haya palabras o conceptos no traducibles, siempre hay algo nuevo que resulta de ese contacto entre dos mundos disímiles. “Este pasaje de una lengua a otra también permite la aparición de algo diferente, inesperado, algo que enriquece. Los intraducibles sí que se pueden traducir, lo que ocurre es que se está buscando permanentemente una otra forma de traducir ese término. Esto se ve muy bien en los últimos tramos de la exposición”, comentó.
La directora artística del Museo, Diana Wechsler, celebró que Después de Babel “esté plagada de preguntas” y que permita reflexionar sobre “la condición del humanismo contemporáneo”. Asimismo, dedicó un comentario al lugar de exhibición, el histórico Hotel de los Inmigrantes. “Cuando con la UNTREF empezamos a trabajar en este espacio y empezamos a imaginar lo que serían los sonidos de este lugar rápidamente apareció la imagen de Babel, porque identificamos que había mas de un barco que llegaba con pasajeros y lenguas muy distintas. Esta muestra se instala con la resonancia de todo lo que esas paredes aportan”, reflexionó.
Lenguas, imágenes y conceptos en disputa
También participaron de estos programas los investigadores del CONICET Diego Bentivegna, director del Observatorio Latinoamericano de Glotopolítica del Programa de Estudios Latinoamericanos Contemporáneos y Comparados (PELCC-UNTREF), y Fabiana Serviddio, del IIAC, quienes abordaron ciertas ideas y valores dominantes en los ámbitos del conocimiento, la literatura y las artes visuales.
Bentivegna expuso que “el inglés tiene una presencia hegemónica, sobre todo en la técnica y la ciencia” y que hay políticas vinculadas a la estandarización de la producción de saberes que tienen que ser revisadas. Entre ellas, mencionó la exigencia de reproducir resúmenes en inglés para los artículos que los académicos proponen para publicar en revistas de circulación en castellano. “Eso tiene que ver con subvencionar nosotros mismos las propias traducciones e implica un lugar de subordinación respecto de aquel que tiene el inglés como lengua materna”, puntualizó
A su vez, Serviddio abrió el debate a un concepto huidizo y problemático: el de lo latinoamericano. La historiadora del arte describió que aparece como una construcción del siglo XIX que busca generar una conexión con el legado eurocéntrico y posicionar a Centro y Sudamérica bajo el ala protectora del imperio francés frente a la avanzada del imperio norteamericano. “Lo latinoamericano va siendo reinscripto a esa idea de que es lo salvaje, lo incontaminado, lo puro, lo que de alguna manera se quiere dominar también, y eso va a estar presente de distintas maneras en las exposiciones desde la década del 20 hasta bien entrados los 80”, se explayó.
Serviddio expresó que en esas muestras generadas desde el Norte Global, Latinoamérica aparece a través de distintas representaciones de lo indígena como el lugar de lo rural, de lo no desarrollado, con una mirada muy exotista y estereotipada, y que en ellas se privilegiaban determinadas imágenes. “Había cosas que las producciones artísticas no mostraban, porque si vemos fotos de Manuel Álvarez Bravo, un fotógrafo mexicano que releva las dos realidades, la contemporaneidad urbana y la preeminencia de una tradición indígena en el México de los años 40, esas imágenes no se elegían”, graficó.
De acuerdo a la investigadora, terminando el siglo XX hay una gran reacción desde la curaduría e historiografía locales que llevó al replanteo de estas cuestiones para empezar a pensar “una Latinoamérica fragmentada con producciones situadas y específicas”. Por su parte, Bentivegna aseguró que “lo latinoamericano” es un concepto para reapropiar, y que se puede hablar en términos más amplios de “América”, como hicieron dos de nuestros grandes escritores, la chilena Gabriela Mistral y el cubano José Lezama Lima. “En su último poema, Mistral habla de una América sin nombre, como un espacio de lo futuro que se proyecta políticamente. Pensar la condición americana como una condición novomundana, como espacio de lo nuevo, ciertamente me parece interesante”, concluyó el estudioso de la literatura.
Los próximas debates virtuales alrededor de Después de Babel contarán con la participación de artistas como Sebastián Tedesco, Hugo Vidal, Cristina Piffer, Nicolás Martella, Lihuel González, Nurith Aviv y Gabriel Valansi. También serán parte expertos como la directora del Centro de Investigación en Arte, Materia y Cultura (MATERIA) de la Universidad, Gabriela Siracusano, y representantes diplomáticos como el embajador de Marruecos en Argentina, Fares Yassir, entre muchos otros.