Realizamos una charla sobre cine y literatura en el 12° Festival Enlaces

Los escritores Guillermo Martínez y Leonardo Oyola abrieron el espacio de charlas del 12.° Festival Enlaces el sábado 10 de octubre en el predio de “Villa Lynch” de la Universidad Tres de Febrero.

 

El debate giró en torno a los vínculos entre la literatura y el cine. Desde el surgimiento del séptimo arte, la relación entre cine y literatura ha sido de influencia mutua. Desde los cuentos y novelas llevados a la pantalla grande, a las técnicas de montaje propias del cine presentes en las piezas literarias, ambos registros han sido solidarios entre sí.

 

Guillermo Martínez y Leonardo Oyola, dos de los escritores argentinos más reconocidos de la actualidad, han visto sus novelas adaptadas al cine y conocen de primera mano los vínculos entre ambos lenguajes.

 

La charla estuvo moderada por la periodista Eugenia Zicavo, quien guió el diáogo a partir de interrogantes como, ¿de qué manera influye el formato del cine a la hora de pensar historias literarias?, ¿cómo es para un autor ver su obra convertida en una película?.

 

Guillermo Martínez, cuya novela Crímenes imperceptibles fue llevada al cine por Alex de la Iglesia en 2008, sostuvo en relación a los problemas que surgen en el traspaso de un texto escrito a la imagen: “La paradoja más curiosa de la traducción literatura–cine a la que me enfrenté fue que la escena más visual del libro, fue una que no pudo rodarse”.

 

“En la escritura, al tener la posibilidad de mirar la escena desde distintos puntos de vista, es posible generar la duda en torno, por ejemplo, a un crímen. En la novela, naturalmente la posibilidad de poner en escena puntos de vista diferentes vuelve menos fuerte la versión que se trata de establecer, mientras que en el cine, la cámara da una “verdad”, mas dificil de torcer. El cine se basa en muchas menos sutilezas semánticas. La imagen tiene que dar mucho del significado”, explicó Martínez, reciente ganador del Premio Hispanoamericano de Cuento “Gabriel García Márquez”.

 

Leonardo Oyola, cuya adaptación de su novela Kryptonita al cine verá la luz en diciembre de este año, con la dirección deNicanor Loreti y los protagónicos de Juan Palomino, Pablo Rago, Diego Capusotto, Lautaro Delgado y Nicolás Vázquez, se mostró entusiasmado por la presentación de la película, que se presentará en el Festival Internacional de Mar del Plata.

 

“Mi relación con la adaptación de Kryptonita al cine fue de fiesta. Cuando uno se sienta a escribir lo único que quiere es pasarla bien mientras escribe y terminar la historia. Estar en el rodaje de la película que lleva mi libro al cine estuvo genial. Al principio, me pareció que estaba bueno no tener un lugar tan activo en tomar ciertas decisiones en la adaptación, el lenguaje cinematográfico es otra cosa. Pero se dio un vínculo muy lindo con el director y los actores y estuve presente durante todo el rodaje en el Albergue Warnes. A pesar de estar presente, confieso que cuando vi el primer corte, me asombré. Quedó increible”.

 

Además, explicó sobre la trasposición: “La novela coquetea con el universo de los superhéroes, y en la cabeza del director siempre estuvo que, en un momento en el que el género está muy en boga, tenía que estar muy alto el estándar de los efectos especiales. En ese tipo de detalles entendí que la novela es mía, pero el corte es del director”.

 

En Kryptonita, Oyola retoma el concepto de la historieta llamado «elseworld» («de otro mundo») para narrar las vicisitudes de un médico del hospital Paroissien ante el ingreso de un superpoderoso líder de una banda criminal. De esta manera, la novela traslada personajes populares de la historieta a otra realidad y otro tiempo, y se pregunta qué hubiera pasado si el bebé que estaba destinado a ser Superman, hubiera caído en un terreno baldío en la Matanza.

 

Los escritores también contaron sus intervenciones en el proceso de realización del guión y la filmación de las películas que llevan al cine sus texto. “Puse algunas condiciones: pedí que la cantidad de personajes, las muertes y el asesino fueran los mismos que en el libro. Era una película difícil de resolver si se querían mantener todas las líneas. En general, está muy bien lograda. Me gustó sobre todo que, conservando lo esencial de la trama, la lectura filosófica es bastante diferente a la que yo había pensado, pero tiene mucho sentido en la película que el director concibió”, contó Guillermo Martínez.

 

Otras Noticias

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *