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Muestra de Coca
Tabloide Coca
El compromiso de Claudia Coca con su obra es programático: cada gesto tiende a una emancipación ante el pensamiento colonial que condiciona los modos de vida en América Latina. La naturaleza en sus formas más irrequietas –el mar indómito, el águila agazapada, las raíces de los árboles que crecen descontroladamente partiendo el cemento que las oprime– representa una posibilidad de rebelión, una orgullosa reivindicación de lo salvaje y de lo “bárbaro”.[1]
Claudia traslada a dibujos en gran escala figuras de la naturaleza que captura en el exterior, visibilizando cuerpos y espacios ocultos. El puma andino que mira fiero el lago Titicaca y la pareja mestiza en el acto primordial del beso encarnan una marginalidad monumentalizada, un canto a esos territorios latinoamericanos que la artista rescata obstinadamente con la paciencia de sus gestos.
La reconciliación con las tradiciones locales y la revalorización de lo artesanal se repliegan en la acción monótona del bordado. Durante varios días, Claudia se dedica a suturar la trama de telas crudas dejando cicatrices de palabras. Las voces cadenciosas de escritores latinoamericanos se cristalizan en siluetas armónicas –rojo indio sobre fondo natural–. Penetrando insistentemente con la aguja la superficie del lienzo, la artista va en búsqueda de las historias más remotas sanando con sosiego la amnesia que sufrieron estos y muchos otros versos.
En una operación contraria de anulación y subversión, trazos fragmentarios de carbonilla desdibujan las palabras “National Geographic” que encabezan análogas telas crudas. Cuernos de rinocerontes irrumpen en el lienzo como cumbres de montañas punteadas por ruinas, raíces de árboles milenarios se estiran hacia los bordes de la tela, un ficus crece desordenadamente y termina en el abrazo de una palmera: la ambigüedad de las imágenes elegidas por la artista mina el dogmatismo de las representaciones tradicionalmente etnocéntricas y exotizantes de la revista. La naturaleza indomesticable avanza hasta devorar y desmembrar su contenido.
Benedetta Casini
Curadora
Artista visual. Su obra provoca una reflexión crítica sobre temas políticos y culturales contemporáneos: mestizaje, racismo, género y ciudadanía. Ha realizado nueve muestras individuales: 2017, Cuentos Bárbaros-Otras Tempestades, Sala Luis Miró Quesada Garland, Lima. Cuentos Bárbaros-Territorios Cercanos, Galería del Paseo, Lima. 2015, Cuentos Bárbaros, Sala de Proyectos UNESPACIO, Lima. 2014, Mestiza, Exposición Antológica, MAC, Lima. Su obra forma parte de diversas colecciones: PAMM, Pérez Art Museum Miami, Museo del Banco Central de Reserva del Perú (MUCEM); el Museo de Arte Contemporáneo de Lima (MAC-Lima); el Museo de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima); y Micromuseo (“al fondo hay sitio”) (Lima); además de numerosas colecciones privadas en el Perú y el extranjero.