* Exposición del Archivo Taller Heras Velasco (ATHV) en el marco del proyecto Centenario
Imagen: Heras Velasco, 1966
“Yo no soy una escultora de cámara.
Necesito relacionar la obra con el público, con la ciudad, entremetida y confundida en el acontecer.
Porque es en la relación dialéctica entre la obra, el medio y el público
—el habitante de la ciudad— que mi obra tiene sentido.”
María Juana Heras Velasco
María Juana construyó una estética propia de fuerte identidad urbana y humana. Sus referentes de formación más cercanos —Emilio Pettoruti y Lucio Fontana— la orientaron a otros que se leen en su trabajo a través de las maneras en que trata el espacio, los vacíos y llenos, sus modulaciones y las formas netas que lo atraviesan. Allí, Gabo y Pevsner, el Lissitzky, Rodchenko y Tatlin, esos a quien Heras Velasco reconocerá en su obra Los revolucionarios de la primera hora, de quienes aprendió a “unir formas puramente artísticas con intenciones utilitarias”.
Inscribiéndose en esa tradición artística despliega una identidad estética singular en la intersección con una perspectiva humanista y de reivindicación de los derechos humanos. Desde el homenaje al Prisionero Político (1952), pasando por su participación en exposiciones como Artistas plásticos contra el olvido y la impunidad (1996) entre muchas otras acciones, y el desarrollo de una obra pensada para interpelar al ciudadano en el espacio público, trabajó siempre buscando acompañar el devenir de la historia.
Desde el IIAC-UNTREF celebramos la oportunidad de poder trabajar con el fondo de documentos y obras que legó y está al cuidado de Fernanda y Gabriela Heras, sus sobrinas, quienes instituyeron el Archivo Taller Heras Velasco con quienes trabajamos hace ya varios años. El círculo se completa con la posibilidad de exhibir en las salas de MUNTREF un repertorio de obras y documentos que ofrecen al público indicios de una trayectoria creativa vital comprometida con el presente.
Diana Wechsler
Directora artística
MUNTREF
A cien años del nacimiento de María Juana Heras Velasco (Santa Fe, 1924 – Buenos Aires, 2014), esta exposición abre su archivo personal para compartir nuevas miradas sobre su legado.
A lo largo de seis décadas de trabajo, María Juana se consolidó como una de las figuras más representativas de la escultura abstracta en Argentina. A partir de sus indagaciones en torno al espacio escultórico, exploró nuevos materiales al ritmo del desarrollo de la industrial nacional, aportó a la renovación formal de la disciplina y promovió el trabajo de nuevas generaciones de artistas.
El archivo personal de María Juana se encuentra en la casa donde funcionó su taller, en el barrio de Balvanera, donde también se conservan sus obras y sus herramientas de trabajo. Su extenso fondo documental refleja las múltiples facetas de su trayectoria e incluye correspondencia, fotografías, bocetos, proyectos de obras, apuntes, escritos, catálogos y afiches de sus exposiciones, y documentos vinculados con su actividad docente y política. Estos sedimentos documentales permiten leer en contexto los acontecimientos más significativos de su carrera, los procesos creativos, sus proyectos para el espacio público, la recepción de su obra y sus redes profesionales y afectivas.
El Archivo Taller Heras Velasco (ATHV) y el Archivo IIAC-UNTREF rinden homenaje a María Juana trabajando para la preservación y apertura de su archivo. La curaduría conjunta de esta exposición refleja esta labor y propone nuevos abordajes de su valioso legado. Con ella buscamos no solo honrar la calidad de su producción sino su ética de trabajo contribuyendo a visibilizar las trayectorias de las artistas mujeres en nuestra historia del arte.
Fernanda Heras (ATHV)
Victoria Lopresto (ATHV)
María Inés Afonso Esteves (IIAC-UNTREF)