Los centros de telemedicina son una herramienta clave para contener la pandemia
Expertos en diversas disciplinas analizaron la importancia que tiene el seguimiento de contactos estrechos de la covid-19 que están haciendo las universidades públicas del conurbano y las particularidades de esa tarea.
02-12-2020
El seguimiento de contactos estrechos de la covid-19 que realizan las universidades públicas de la Provincia de Buenos Aires mediante los centros de telemedicina (CETEC) instalados en sus sedes, y en los que participan voluntariamente docentes y estudiantes, fueron valorados por un grupo de especialistas como una herramienta central para contener la pandemia. Durante el encuentro virtual que los reunió, coincidieron en que esta modalidad asume características particulares en nuestro país, donde sobresalen el acompañamiento situado y la interdisciplina.
Daniel Feierstein, director del Centro de Estudios sobre Genocidio de la UNTREF (CEG), aseguró que el trabajo que hacen los CETEC es fundamental para bajar la curva de contagios. “La contención de este virus tiene que ver sobre todo con poder estar atentos a los casos asintomáticos. El que se siente mal tiene elementos para cuidarse, el problema es que los asintomáticos tienen cargas virales bastante parecidas a las de los sintomáticos, con lo cual ese nivel de contagio es muy alto. ¿Cómo hacemos para explicarle a alguien que se siente bien que siga aislado, que respete esos días para cuidar a los demás? Para eso se requieren estos centros de rastreo y una comunicación voz a voz”, explicó el sociólogo.
En su presentación, Feierstein señaló que se trata de un modo de trazabilidad a la latinoamericana. “Nosotros no tenemos a la población geolocalizada y tampoco queremos tenerla. Fue central pensar en el rol de las universidades porque para poder desarrollar esta trazabilidad se requiere la confianza de la población, y no hay tantas instituciones que tengan ese nivel de confianza de la población. Estos centros de seguimiento son la herramienta para un pensamiento americano en salud”, aseguró.
Asimismo, destacó que la reproducción del contagio depende de dos dimensiones que no son biomédicas: el comportamiento social y las representaciones. “Las representaciones son la condición de determinación del comportamiento social, lo que hacemos depende de lo que nos imaginamos, y lo que nos imaginamos es cómo nos explicamos lo que está pasando. El problema es que estamos en una disputa por las representaciones. ¿Al final, esta enfermedad es peligrosa o no es peligrosa? ¿Cuál es el riego si no cumplo las recomendaciones de cuidado? ¿Nos vamos a juntar con amigos el día 25 a comer algo adentro de nuestra casa? Lo que hagamos o dejemos de hacer es lo que va a determinar el nivel de contagios, por eso actuar en esa dimensión es clave”, evaluó.
Por su parte, el director del Departamento de Salud y Seguridad Social de la UNTREF, Carlos Torres, se refirió a la cooperación de las universidades con el Estado y la naturaleza del trabajo que se emprende en los CETEC. “Hay que destacar sin duda la posibilidad de articulación que se ha venido desarrollando con los ministerios de salud de Nación y Provincia, con el ministerio de Educación, de Ciencia, Tecnología e Innovación, que han colaborado enormemente con las universidades argentinas para poder llevar adelante esta tarea de dar respuesta en un marco de crisis y emergencia sanitaria”, expresó. Torres resaltó el trabajo desinteresado de docentes y estudiantes en este tipo de iniciativas. “Detrás del voluntariado hay un conjunto de actividades con las que los estudiantes buscan cambiar la situación crítica de la sociedad en la que viven. Los pilares de estos programas son la solidaridad y el compromiso social”, definió.
El médico del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires a cargo de los CETEC en el área metropolitana, Sebastián Crespo, informó que hoy hay 75 centros de telemedicina acompañando a miles de personas todos los días y en los que participan aproximadamente 2 mil estudiantes.
“Como ministerio nos parecía importante invitar a las universidades a ser parte del cuidado colectivo de la comunidad, y sabíamos que además había capacidad, iniciativa y expertise. Se sumaron rápidamente, entre ellas la UNTREF”, relató.
Al igual que Feierstein, Crespo opinó que en nuestra región la interacción humana es un factor fundamental. “Con la tecnología disponible podríamos generar aplicaciones que avisen si sos un contacto estrecho y cuáles son las recomendaciones. Pero la comunicación interhumana tiene algo que es irreemplazable, y esa es quizás una de las certezas que nos da esta experiencia: situar el acompañamiento en situaciones concretas, de viviendas específicas, con problemáticas puntuales”, enfatizó.
De acuerdo a él, otra de las grandes enseñanzas que traen estos centros es que quien produce salud en Argentina hoy es la comunidad organizada. “En este caso son las universidades con un sentido del momento histórico, estudiantes que quieren poner a disposición muchas horas de su vida para acompañar a otras personas”, evaluó.
El asesor pedagógico del Departamento de Salud y Seguridad Social de la UNTREF, Rodolfo Kaufmann, reflexionó sobre cómo esta iniciativa enriquece a los estudiantes. “Hay una vinculación entre el trabajo que realizan y el proceso de formación en sus carreras que es sumamente promisorio para pensar otras prácticas de formación en salud, y no solo en salud porque la composición de los centros es heterogénea y permite una serie de relaciones entre disciplinas, construyendo una identidad muy significativa entre compañeros y compañeras en la universidad”, opinó.
Kaufmann también remarcó el carácter local de estos dispositivos. “Contra la pandemia no se puede ofrecer solamente una respuesta técnica, sino que hay aspectos de carácter social y cultural, que no son iguales en todas partes. Nosotros estamos en un territorio que tiene sus particularidades y características que nos exigen una construcción propia para entender e intervenir en esta epidemia”, agregó.
En una línea similar, el director del Programa de Pensamiento Americano de la UNTREF, José Tasat, dijo que lo que nos distingue es una forma de enunciación y de tramitar la diferencia. “Me parece que para nuestra institución, se constituye la posibilidad de tramitar la diferencia en el marco de la solidaridad. Este proceso de aprendizaje, tanto para las autoridades como para los alumnos, genera una nueva vertiente para la universidad que no es un campo de extensión, de acreditación o investigación, es un campo de transferencia, de conocimientos aplicables y sabiduría que podemos compartir para generar la mayor cantidad de puentes con la sociedad civil, imaginando nuevos horizontes”, sostuvo.
Finalmente, la graduada de Políticas y Administración de la Cultura de la UNTREF e integrante del Equipo de Cuidados Integrales (ECI) del Hospital Muñiz, María Inés Maglio, abordó la interdisciplina como una de las estrategias más relevantes para combatir la pandemia.
En ese sentido, explicó que el ECI se nutre de médicos, enfermeros, trabajadores sociales, abogados, psicólogos, nutricionistas, comunicadores y el capellán del hospital, quienes emprenden diversas acciones en el contexto de la covid-19. Entre ellas, se detuvo en el acompañamiento a los familiares de los enfermos críticos. “Esta pandemia tiene una particularidad terrible que es el aislamiento, el no poder ver a los seres queridos en una situación final de vida. Hicimos un puente entre familiares y allegados para que pudiesen estar en el hospital. Hubo situaciones en las que el paciente no moría, que después la evidencia científica dará cuenta de lo que pasó, gente que por ahí venía al hospital y no quería entrar, y pacientes que esperaban a que el familiar llegara y después fallecían. Fue un trabajo muy intenso”, concluyó.
Organizada por el Departamento de Salud y Seguridad Social y el Programa de Pensamiento Americano de la UNTREF, la trasmisión fue acompañada por los docentes y estudiantes que se desempeñan en el CETEC que funciona en la Sede Caseros I.