El desafío de comprender los nuevos lazos familiares
En la apertura del Ciclo de Seminarios Familia Contemporánea, Alfredo Jerusalinsky disertó sobre la fragilidad de la familia tradicional y las repercusiones sociales que esto genera.
25-04-2019
El trabajo de la mujer fuera de su hogar y su empoderamiento es un mecanismo fundamental para superar las inequidades y la discriminación histórica sufrida a manos del sistema patriarcal. Pero al mismo tiempo, este avance en la conquista de derechos tiene consecuencias directas en la transformación de los lazos familiares. Si hace 20 años la mujer se encargaba de cuidar a los niños y el hombre de salir a trabajar, hoy en día, en un contexto en el que tanto el padre como la madre trabajan, se produce una reconfiguración de la estructura familiar. Esta fue una de las reflexiones propuestas por el reconocido psicólogo Alfredo Jerusalinsky en la conferencia titulada Familias dispersas, cuerpos cortados: fetiches, tabús y marcas en la filiación contemporánea, actividad que inauguró el Ciclo de Seminarios Familia Contemporánea, organizado por la Licenciatura en Psicomotricidad, y que contó con la presencia de más de 150 estudiantes de la carrera.
El disertante comenzó su conferencia preguntándose cuándo la familia que conocemos como tal se vio forzada a adoptar otras formas. Para llegar a esta cuestión, abordó la temática del lenguaje, el pensamiento y la dialéctica en la histórica pregunta que indaga ¿qué viene primero, la palabra o el objeto? Tras repasar la teoría de pensadores como Theodor Adorno, Jaques Lacan, Sigmund Freud y Terrence Deacon, Jerusalinsky indicó que “las relaciones humanas se modifican más rápidamente que los lazos de parentesco, por lo que nos encontramos con situaciones a las que no sabemos qué nombres ponerles. Lo que llamamos familia tradicional, es decir, papá, mamá, hijo e hija, hoy se encuentra en crisis. En los últimos 30 años las disoluciones familiares crecieron en un 43%, dejando en evidencia que ya no tiene fundamento aquello que consideramos como familia típica”.
“Nosotros entendemos que la formación se hace tanto en el interior del aula, como fuera de ella y a través de compartir pensamientos y reflexiones con otros. Estos encuentros nos permiten abrir, ampliar e investigar sobre temas muy importantes que recorren toda la licenciatura. Venimos trabajando con el doctor Jerusalinsky desde 2015, y este año arrancamos con esta temática que le resulta interesante a estudiantes de distintas etapas de la carrera”, indicó Claudia Sykuler, docente de la licenciatura.
Otro debate que se dio en el Auditorio de la Sede Caseros II se vinculó con la significación social del cuerpo, el goce y los tatuajes. “Los tatuajes no son puramente decorativos, sino que forman parte de una identificación que busca marcar una diferencia con un otro. El tatuaje puede hablar mucho de nosotros”, explicó Jerusalinsky, quien además indicó que el discurso dominante actual hace del consumo y del goce algo obligatorio, y considera a nuestro cuerpo como un instrumento de torneo que persigue los lineamientos del discurso capitalista que impera en la actualidad. “Los cortes en la piel, los piercings, los tatuajes y las decisiones que tomamos sobre nuestro cuerpo son producto de un discurso que nos transforma y reconfigura permanentemente. Lo que tenemos que hacer es intentar romper con esa esclavitud que nos atrapa y que muy pocas veces advertimos como tal”, explicó.
“La situación actual del mundo hace que en mi cabeza haya bastante barullo. De desentrañar ese barullo me voy a ocupar este año y espero verlos aquí en los próximos encuentros. Cuerpo, sociedad y familia son conceptos que están en crisis y atraviesan una profunda transformación. Entender esto resulta algo fundamental para los profesionales de la psicomotricidad”, concluyó el especialista invitado.
Las conferencias de Jerusalinsky en la UNTREF se realizan desde 2015, y hasta la fecha se analizó la relación entre el cuerpo y el lenguaje, los riesgos psíquicos en bebés y niños pequeños, la organización psicomotriz en los primeros años de vida, el vínculo entre organismo, cuerpo y sujeto como instancias inseparables del psicodiagnóstico y la prevención en la primera infancia, entre otras cuestiones. Para este año, las temáticas elegidas versarán principalmente sobre las estructuras familiares y sus relaciones intrínsecas, el armado del cuerpo, los imaginarios sociales y la construcción del lenguaje y su relación con el objeto; todas cuestiones fundamentales para la psicomotricidad, disciplina que estudia el cuerpo del sujeto entendido como una construcción en y para la relación con el otro, pero ubicado además en el cruce entre lo neurobiológico y lo psíquico.
La disciplina Psicomotricidad nació a principios del siglo XX en Francia. En los últimos años despertó el interés de un gran número de estudiantes, quienes desde el año 2000 encuentran a la UNTREF como la única universidad nacional pública que ofrece esta opción académica. En palabras de Sykuler, el aumento en la cantidad de alumnos que quieren formarse en esta carrera se debe a que la misma trabaja sobre las demandas sociales de los sectores más vulnerables, vinculadas a la promoción de la salud y a la prevención de las enfermedades, la orientación profesional a familias de personas con discapacidades, la integración social de personas que quedaron relegadas de la comunidad, y la asistencia a bebés, niños y adolescentes con trastornos del desarrollo; y busca solucionar los problemas que surgen en la comunidad y en los individuos particulares, tales como los trastornos del movimiento, las deficiencias en el lenguaje, la falta de estimulación sensorio – motriz, la incapacidad para la escritura y la falta de desarrollo de las capacidades cognitivas, entre otras problemáticas. Además, presenta un amplio campo de acción ya que incluye la docencia, la investigación, los voluntariados y las prácticas preprofesionales en el campo, y contribuye al desarrollo psicológico y fisiológico de las personas.
Alfredo Jerusalinsky es Licenciado en Psicología y posee una Maestría en Psicología Clínica. Es miembro de la Association Lacaniènne Internationale y de la Asociación Psicoanalítica de Porto Alegre, y Doctor en Psicología en Educación y Desarrollo Humano por la Universidad de San Pablo. Sus trabajos y proyectos lo llevaron a ser elegido como Presidente Honorario de la Fundación para el Estudio de los Problemas de la Infancia de la República Argentina (FEPI) y ocupar el cargo de Coordinador Científico de la Investigación de los "Indicadores de Riesgo en el Desarrollo Infantil" (Ministerio de Salud) y en destacados centros clínicos de Brasil. A lo largo de su extensa trayectoria escribió más de una decena de libros relacionados con el lenguaje, la psicopatología y los trastornos del neurodesarrollo.