Migraciones, género y política

Las problemáticas sobre las migraciones fueron abordadas en dos jornadas de día completo desde variables como la elección sexual y la afiliación política. Participaron conferencistas de larga trayectoria y jóvenes investigadores.

04-12-2017

La condición de migrante es en sí misma vulnerable, pero se puede agravar aún más por otros factores: la clase social, la etnia, la orientación sexual, religiosa o política. Según Diana Maffía, del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género de la UBA, la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) es una de las más afectadas a los procesos migratorios. 

En el marco de la VIII Jornadas de Jóvenes Investigadores en Estudios Comparados. Cuerpos en peligro: minorías y migrantes realizadas en el Centro Cultural Borges, la filósofa comentó que “la gente LGBT migra porque sufre una persecución por su identidad sexual o porque no encuentran las condiciones para poder sostenerse económicamente”.

Así, explicó que a pesar de los avances de este colectivo en la conquista de derechos, en el mundo todavía existen Estados que castigan con pena de muerte la homosexualidad, como es el caso de ocho países africanos. Fue esclarecedor el aporte que hizo sobre la situación de las personas travestis en Buenos Aires y la selectividad penal de la que son víctimas. 

“El código contravencional, en su artículo 81, prohíbe la oferta y demanda de sexo. Establece que también se debería perseguir a los clientes, pero sabemos que eso no ocurre. En los fallos que hubo por estos casos se condenó únicamente a travestis peruanas”, indicó en la inauguración del evento organizado por la Maestría en Estudios Literarios Latinoamericanos, la Maestría en Estudios y Políticas de Género, el Programa de Estudios Latinoamericanos Contemporáneos y Comparados y el Centro Interdisciplinario de Políticas y Estudios de Género.

De acuerdo a las cifras que presentó, el 88,2% de las travestis y mujeres trans que viven en la capital argentina no son de Buenos Aires, y migran de muy jóvenes, mayormente entre los 18 y 29 años, para poder experimentar su identidad libremente. Provienen del interior del país y de Perú, Ecuador, Paraguay y Colombia. Debido a la falta de oportunidades laborales, el 90% de ellas ejerce la prostitución. 

“Vemos que hay una criminalización de estas personas. Habrán oído hablar de las narco-travestis. Se busca cargarlas con el tráfico de drogas. La propia policía les da los estupefacientes para vender, y las que se niegan a pagarles son perseguidas”,  acusó Maffía

Alineados con la temática de género, los maestrandos de la UNTREF Lisandro Mendieta, Pao Raffetta y Sasa Testa presentaron sus respectivos trabajos. “Vemos que crece la transfobia, el rechazo a la expresión de género, que implica el aislamiento, la invisibilidad y el miedo de las personas trans”, aseguró Mendieta.  Testa habló de los drag kings y enfatizó que “todo género es una performance y que toda performance es una acción política”. A su vez, Raffetta disertó contra la cisheteronorma y la depilación. “La cisheteronorma legitima la exclusión y la violencia contra personas cuyo sexo se aleja de la norma”, expresó. El ejemplo que trabajó fue el de las mujeres con vello facial, que según expuso, son consideradas como aberraciones desde la cultura de masas y las religiones tradicionales pero que en sí cuentan con varias referencias históricas como la Venus Barbata de Chipre, la Santa Librada de Portugal o la misma Frida Kahlo

“Hablamos de minorías no en un sentido numérico, sino porque se trata de grupos que ocupan posiciones minorizantes en las relaciones de poder”, dijo por su parte Daniel Link, director de los espacios académicos organizadores del encuentro. 

Link explicó que la elección de estos temas estuvo basada en el impacto social que tendrá en los años venideros. “Estos procesos afectarán a 14 millones de personas en el mundo. Se trata de una operación biopolítica a gran escala, de consecuencias impredecibles”, remarcó. 
 
Otra de las mesas de las jornadas estuvo dedicada a las migraciones por motivos políticos, con el foco puesto en los que debieron escapar de gobiernos genocidas. Así, otros maestrandos como Carolina Bartalini y Anahí Molina analizaron algunas obras literarias y cinematográficas argentinas que abordan el exilio y la memoria en el contexto de la última dictadura militar, como son las de Albertina Carri, Natalia Bruschtein, Mariana Eva Pérez y Patricio Pron.

Las jornadas tuvieron un cierre de lujo a cargo de Paola Cortés Rocca, docente de la UNTREF e investigadora del CONICET, que exploró las articulaciones entre arte y política desde las estéticas de lo residual. Gran parte de su disertación se la dedicó al artista visual Vik Muniz, quien expuso en el MUNTREF en 2015. “El residuo es lo que sobra después del consumo y se lo recicla para que vuelva al sistema de producción”, dijo dando cuenta de las tensiones que anidan en este tipo de creaciones. 

Para Cortes Rocca, si bien se puede acusar a Muniz de caer en la espectacularización de la pobreza, lo cierto es que con su estética de lo residual invierte algunas lógicas. En Retratos do lixo, los desechos se convierten en partículas de un pigmento, y los recicladores pasan a tener una participación activa en la composición de la obra y las ganancias derivadas de ella para transformar sus propias vidas.

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