Más de 60 investigadores y artistas celebraron el patrimonio musical de América
El I Congreso Internacional de Etno y Arqueomusicología reunió durante tres jornadas a músicos y estudiosos que mostraron la riqueza de nuestras tradiciones sonoras en el marco del Bicentenario de la Independencia de Perú.
22-07-2021
Un gran número de investigadores y artistas de diferentes parte del mundo participaron en el I Congreso Internacional de Etno y Arqueomusicología (Hacia un paradigma interdisciplinario en América) en donde pudieron presentar sus contribuciones para pensar las tradiciones sonoras de nuestro continente y nuevas estrategias para su preservación y su estudio. Con coorganización de la Licenciatura en Música Autóctona, Clásica y Popular de América de la UNTREF y de la Universidad Daniel Alomía Robles de Perú, el evento reunió durante tres jornadas online a más de 60 investigadores, musicólogos, etnomusicólogos, arqueomusicólogos, antropólogos, sociólogos, músicos, compositores e intérpretes de América, Europa, Asia y África, cuyas presentaciones fueron seguidas por más de 900 personas.
El etnomusicólogo y charanguista peruano Julio Mendivil, que desarrolla su trabajo en la Universidad de Viena, destacó que al revisar las historias de las músicas canónicas de los países latinoamericanos “encontramos que la música empieza cuando llegan los europeos, desconociendo miles y miles de años de música prehispánica”. En ese sentido, dijo que para pensar la arqueomusicología hay que hacerlo de manera decolonial. “Las relaciones de poder que existen en el mundo nos venden una imagen de Europa y del Norte Atlántico como las culturas modelos a seguir, y esto merece un replanteo fundamental”, indicó.
Así, Mendivil propuso una serie de abordajes, entre ellos centrarse no en el instrumento y sus características acústicas o morfológicas sino en la información que ese instrumento nos da sobre ciertas prácticas musicales y sobre los contextos culturales en los que se insertan, y sobre todo tomar como válidas todas las fuentes, tanto las escritas por indígenas como por los españoles. “Nuestra labor no tiene como fin descubrir verdades sino generar marcos de interpretación para valorar los vestigios musicales de culturas pasadas”, aseguró, planteando el riesgo que implica que los pueblos originarios queden congelados en la representación.
“Tenemos que entender que las culturas indígenas no solamente miran al pasado sino al futuro, son sociedades que siempre están en movimiento, que no tienen un sentido estático y esencialista, son culturas que se van transformando según los contactos que van teniendo”, definió. Su colega Juan Carlos Franco, de la Universidad de las Artes de Ecuador, expuso sobre la riqueza del patrimonio sonoro amazónico, y advirtió sobre su potencial extinción.
Como refirió, hay 11 sociedades indígenas de la Amazonia ecuatoriana, entre ellas la Kichwa, Shuar, Cofán y Siekopai, cuyo pensamiento musical es muy vasto y con diferencias palpables respecto a las formas musicales occidentales y andinas, que se expresan en rasgos como los planos sonoros superpuestos o el canon múltiple. Para revalorizarlas y potenciarlas, Franco aseveró que es clave enmarcarlas en la modernidad y vincularlas con las nuevas tecnologías.
En una línea similar, el coordinador de la Licenciatura en Música Autóctona, Clásica y Popular de América de la UNTREF y director de su Orquesta de Instrumentos Autóctonos y Nuevas Tecnologías (OIANT), Alejandro Iglesias Rossi, subrayó que “América no debe imitar servilmente sino ser original”. En su exposición, Iglesias Rossi planteó que hay que consolidar un paradigma endógeno, y que para ello es necesario atender tanto a la mirada de los intelectuales precolombinos y de nuestros libertadores como romper con el modelo heredado de la revolución industrial de Occidente con su visión compartimentada del saber. “Debemos encaminarnos hacia la unidad del conocimiento a través de una interdisciplinariedad fecunda, tal como es hasta el día de hoy la cosmovisión de nuestros pueblos originarios”, enfatizó.
El rector de la UNTREF, Aníbal Jozami, mencionó el trabajo de vanguardia que lleva adelante la OIANT y dijo que es muy representativo de la universidad. “Creemos que el rol de una universidad en nuestra América es crear cosas nuevas, inventar aquello que deba ser inventado, ser originales y profundos, llevando adelante investigaciones, trabajos y prácticas que tengan que ver con mejorar la situación de nuestro continente y nuestra gente”, apuntó.
La música para lidiar con la ansiedad y la depresión
Uno de los ejes del Congreso fue el uso de las nuevas tecnologías y su potencial transformador, y en ese sentido descolló la disertación del músicoterapeuta francés Stéphane Guetin, desarrollador de la aplicación Music Care. Guetin se enfocó en la capacidad de la música para ayudar a las personas con problemas de ansiedad y depresión, y aportó una serie de detalles sobre su invento, el cual, según él, puede reemplazar en un 50 % el uso de psicofármacos, evitando así sus peligrosos efectos secundarios.
“Varios estudios han demostrado que la música sirve para bajar los niveles de dolor físico, ansiedad, inducir el descanso y disminuir la depresión en muchos pacientes, utilizándola, por ejemplo durante, antes y después de las operaciones”, ilustró. El especialista francés insistió en que la etnomusicología juega un papel clave para aliviar esas dolencias. “La aplicación permite personalizar el tratamiento según el gusto y la cultura musical de cada paciente”, afirmó, agregando que por ello hay todo un trabajo paralelo que hacen él y su equipo realizando grabaciones especiales. “El proyecto implica una colaboración activa con músicos de todos los géneros alrededor del mundo, hemos viajado a Malí, Sudáfrica y Tahití, y esperamos ir a Argentina para trabajar con músicas tradicionales de la región”, relató.
También desde Europa participó la directora del Centro Internacional de Música Medieval con asiento en Valencia, Mara Aranda, que presentó la particular experiencia formativa que propone ese espacio. Según dijo, la música medieval abarca mil años de historia y muchas expresiones diferentes, desde el canto gregoriano hasta la polifonía, pasando por el ars nova y muchas otras formas musicales de tradición oral. “Surgimos en 2019 con la propuesta de llevar a un público y alumnado potencial, y a unos músicos e intérpretes de música medieval o no, una serie de actividades vinculadas a este período tan rico”, relató.
Según Aranda, hoy tienen 16 asignaturas que se dictan de manera online dedicadas a instrumentos como vihuelas de rueda, arpa, organetto, percusiones históricas, viola da brazzo y vientos de lengüeta doble, otras sobre canto medieval y algunas de corte de teórico donde se profundiza en las intabulaciones y los modos medievales. “Nuestros alumnos provienen de conservatorios, donde apenas se ven algunos esbozos de música antigua. Recibimos músicos de carrera que sienten que pueden seguir ampliándose para llegar a los multiversos de los que se compone esa realidad musical”, compartió.
Otros expositores de lujo con los que contó el Congreso fueron el musicólogo singapurense y fundador de la Asean Traditional Orchestra, Joe Peters; la exvicedirectora del Conservatoire National de Musique de París y de la Comisión Directiva del European Music Council, la francesa Gretchen Amussen; y también desde Francia, el reconocido luthier Christian Rault.
Los números musicales
Como no podía ser de otro modo, cada jornada cerró con un festival de música a cargo de renombrados artistas de distintas partes del globo, entre ellos el legendario Grupo Tribu de México, los españoles Carlos Núñez y el Jota Martínez Dúo, y el emblemático músico y compositor maliense Cheik Amadou Tidiane Seck, entre otros.
Asimismo, se realizó un homenaje al maestro Leo Brouwer, una de las últimas leyendas vivientes de la historia de la música clásica en nuestro continente, que contó con la presentación del presidente del International Music Council de la UNESCO, Alfons Karabuda, y de Alejandro Iglesias Rossi. Tocaron para rendir tributo a su figura y su obra los argentinos Juan Falú y la OIANT, los cubanos Niurka González y Gabriel Guerra Bianchini, el italiano Marco Lo Russo y la agrupación hongkonesa Nexus Ensemble.