La vigencia del racismo a 530 años de la colonización de América
El investigador Daniel Mato, experto en diversidad cultural e interculturalidad, repasa los acontecimientos sucedidos el 12 de octubre de 1492, así como sus consecuencias sociales que llegan a nuestros días.
12-10-2022
Para el director de la Cátedra UNESCO Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina, Daniel Mato, con la llegada de Cristóbal Colón al actual continente americano el 12 de octubre de 1492 se dio inicio a la invasión y a la conquista europea de los pueblos originarios que habitaban el lugar. Comenzó, en otras palabras, una etapa de exterminio e invisibilización de estas comunidades que desembocó en un racismo que permanece en la actualidad. “Fue el comienzo de una invasión y de nombrar este espacio geográfico-social de una cierta manera: América, que luego derivó en otros, como América del Norte, América del Sur, Iberoamérica, Latinoamérica. Todos términos que ocultan la importancia que histórica y contemporáneamente tienen las personas y las comunidades de los pueblos indígenas y afrodescendientes a lo largo y lo ancho del continente”, sostuvo el especialista.
En relación con la forma en la que el 12 de octubre se enseñaba anteriormente en las escuelas –tradicionalmente definido como Día de la Raza y hoy renombrado como Día del Respeto a la Diversidad Cultural-, Mato, que además es co-director del Centro Interdisciplinario de Estudios Avanzados (CIEA), especificó: “Se hablaba de descubrimiento y es curioso porque parece que tuvieron que venir personas de Europa para descubrir a gente que ya estaba acá. O sea, la gente que ya estaba acá no se había descubierto a sí misma ni a la tierra que habitaba”.
El entrevistado indicó que un punto clave en la modificación de la concepción de esta fecha histórica fue en ocasión de cumplirse 500 años del mal llamado Descubrimiento de América. A partir de allí, gracias a una serie de cuestionamientos y del revisionismo histórico, se cambió la percepción acerca del 12 de octubre de 1492.
En la Argentina, hasta el año 2010 se lo continuó denominando Día de la Raza, aludiendo a la llegada de Colón y la corona española al territorio continental. A partir de ese año, nuestro país decide cambiar ese nombre por Día del Respeto a la Diversidad Cultural, dando así un nuevo significado que respeta y es coherente con lo que dicta la Constitución Nacional, Tratados Internacionales y distintas declaraciones de Derechos Humanos enfocadas en las diversidades étnicas y culturales. De esa forma, se establece un cambio de paradigma y se da espacio al reconocimiento de una identidad múltiple y una valoración de la inmensa cantidad de culturas originarias que conviven hace siglos en estos territorios.
Más allá de esta toma de conciencia, Mato denunció que el problema del racismo “no fue resuelto de ninguna manera ni en Argentina ni en ninguna sociedad del mundo”. Asimismo, afirmó: “Si no podemos decir que el racismo es la ideología y el régimen de poder constitutivo del mundo moderno y de cada una de las sociedades o si no podemos nombrarlo, no podemos hacer gran cosa por erradicarlo. Y en tanto no lo erradiquemos, esto de cambiarle el nombre al Día de la Raza o al Descubrimiento de América por Día del Respeto a la Diversidad Cultural, sin modificar los contenidos de enseñanza eurocéntricos, hará que nada cambie”.
Precisamente, en relación con la educación, Mato explicó que el sistema de formación contempla únicamente una modalidad de enseñanza mono cultural y mono lingüística, sin tener en cuenta las especificidades de cada pueblo. “Por muy buenos valores que los educadores tengan, con este sistema de enseñanza van a continuar reproduciendo el racismo y, con ello, crecerán las inequidades, desigualdades e injusticias”, agregó el investigador. Además calificó esta situación como “un racismo que impregna el currículum, los planes de estudio y la oferta académica”.
En este contexto, la pregunta principal tiene que ver con cómo transformar y dar vuelta esta situación. Para el referente de la UNTREF, la Universidad viene trabajando a conciencia en este aspecto y mencionó la labor que desempeña el Programa Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes, un espacio que articula su trabajo junto a 60 universidades de América Latina para promover investigaciones, docencia, reflexión y actividades concretas de formulación de recomendaciones de políticas en esta materia.
“Este no es un problema que afecte solo a pueblos indígenas y afrodescendientes. Tiene que ver con la exclusión pero nos afecta a todos porque se relaciona, por así decirlo, con nuestra integridad humana. ¿De qué lado estamos en este sistema racista y excluyente? Porque no hay tres lados, hay solamente dos. O queremos acabar con el racismo y la exclusión o lo practicamos; o si no lo practicamos, acabamos siendo cómplices de esta situación”, concluyó.