La importancia de rescatar la memoria para construir una identidad
Especialistas en política internacional expusieron sobre los impactos sociales que causaron las guerras que se sucedieron en el territorio de la ex Yugoslavia y las repercusiones que dichos acontecimientos tuvieron en la memoria colectiva.
18-07-2024
Organizada por la Cátedra José Paradiso de Sociología Política Internacional de la Maestría en Sociología Política Internacional y co-organizado por el Centro de Estudios sobre Genocidio, la jornada Memorias en conflicto y política en la ex Yugoslavia. Segunda Guerra Mundial, los años ’90, hoy dio inicio a un ciclo de encuentros que tienen como objetivo relacionar a la sociedad con la academia para reflexionar sobre hechos históricos que determinan la identidad de una determinada comunidad.
Vjeran Pavlakovic de la Universidad de Rijeka y Nikolina Zidek de la IE University destacaron que la construcción de una cultura de la memoria es particularmente relevante para aquellos Estados que lograron su independencia tras años de conflictos políticos y bélicos. Para ellos, mantener viva la memoria individual pero, principalmente, la colectiva es crucial para construir la identidad de los pueblos. Sus análisis estuvieron enfocados en los países que se conformaron tras la desintegración de Yugoslavia: Bosnia y Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Macedonia del Norte, Montenegro y Serbia.
Historiador del Departamento de Estudios Culturales de la Universidad de Rijeka, Croacia, Pavlakovic presentó The Muralization of War: Graffiti, Murals, and Memory Politics in the former Yugoslavia. En su trabajo de investigación, el especialista indicó que los monumentos públicos son, quizás, los ejemplos más fácilmente visibles de la cultura de la memoria de un país y, por lo tanto, también son, a menudo, la diana de las polémicas durante los periodos de transición política. “Los monumentos juegan un papel importante en la celebración de las victorias de una nación y en la conmemoración de los caídos en batalla. Al ser objetos físicos, representan la interpretación oficial que hace un régimen del pasado y cuestionan la capacidad de una nueva administración para superar un legado históricamente problemático”, explicó.
En inglés y con traductora de por medio, Pavlakovic sostuvo que la construcción, la destrucción y la restauración de los monumentos de un país permiten analizar cómo las élites políticas pretenden transmitir su visión ideológica del mundo y tratan de modelar el pasado. “Los monumentos, como todos los lugares conmemorativos y de la memoria, indican no solo los acontecimientos históricos nacionales que las élites quieren que se recuerden sino, también, aquellos que, por exclusión o censura, deben olvidarse”, dijo.
En relación con la etapa posterior a la Segunda Guerra Mundial, el historiador advirtió que, mientras algunos países occidentales se reconciliaron con el pasado, la caída del comunismo en Yugoslavia y en Europa del Este después de 1989 activó el revisionismo del mito comunista. Tomando como ejemplo a Croacia, cuando este Estado se sumió en la guerra por la independencia en 1991, la élite política nacionalista marcó qué es lo que debería recordarse y qué debería olvidarse a través de los monumentos.
Por su parte, Nikolina Zidek habló sobre la emigración política croata a la Argentina después de la Segunda Guerra Mundial y su influencia en la República de Croacia en la década de 1990. “Tras la Segunda Guerra Mundial la Argentina recibió una gran inmigración croata, principalmente conformada por la cúpula del poder militar del Estado Independiente de Croacia, títere nazi durante el conflicto bélico que desde acá preservó la narrativa del lado derrotado y la transmitieron de generación en generación”, sostuvo la investigadora de IE University. Zidek manifestó que, cuando Croacia se hizo independiente tras su separación de Yugoslavia, esa narrativa pudo reafirmarse, justamente, gracias a esta preservación que se logró en nuestro país. “Es interesante para el público académico y para el resto de la comunidad entender de qué forma los nazis y los no nazis que llegaron a la Argentina funcionaron y cuáles fueron los pilares en los que se apoyaron para mantener la actividad política y preservar su ideología”, agregó la experta en política internacional.
La investigadora precisó, a su vez, que el hecho de que en la Argentina durante la Guerra Fría existieran procesos de interrupción de la democracia con posterior ascenso de gobierno militares facilitó que los croatas encontraran un refugio, evitaran la extradición y construyeran alianzas con políticos anticomunistas.
Finalmente, para Florencia López Canella, docente de la UNTREF e integrante del comité organizador del evento, estas actividades son útiles a la hora de comprender las políticas de memoria que incumben a toda la sociedad. “Hoy nos tocó debatir sobre lo que sucedió en la ex Yugoslavia pero esta temática nos permite reflexionar, también, sobre nuestra propia realidad y nuestra propia historia”, expresó. “Tenemos que retomar algo que siempre nos motiva en la Cátedra José Paradiso y que está relacionado con llevar a cabo aventuras intelectuales colectivas no desde un orden convencional y con la capacidad de generar una comunicación con la sociedad”, cerró López Canella.