Expertos en finanzas debatieron sobre la posibilidad de dolarizar la economía argentina

Haciendo mención a la experiencia ecuatoriana, los especialistas expusieron los resultados de la dolarización de ese país y analizaron el impacto social que podría significar esta receta en la Argentina.

17-05-2024

El 9 de enero de 2000 Ecuador dolarizó su economía en respuesta a una grave crisis económica y social. Pérdida de política monetaria, dependencia de factores externos, incremento de la desigualdad y aumento de la brecha entre el valor de la canasta básica y los salarios fueron algunas de sus consecuencias. ¿Podría aplicarse esta medida en la Argentina, dado el contexto actual en el que el presidente Javier Milei basó su campaña en el reemplazo del dólar por el peso? ¿Se repetirían las consecuencias sufridas en Ecuador?

 

Bajo estas premisas se desarrolló la charla virtual “La dolarización en debate: el caso de Ecuador”. La actividad, organizada por el Doctorado en Economía Social, Solidaria, Comunitaria y Popular, contó con la exposición del director de la Especialización en Economía Social y Solidaria Jorge Bragulat, del máster en Desarrollo de Microfinanzas y Microempresas por la Universidad de Cuenca (Ecuador) Juan Carlos Urgilés Martínez y de la investigadora de la Universidad Politécnica Salesiana de Ecuador Juanita Salinas Vásquez.

“La dolarización afectó profundamente nuestras vidas. La dolarización, que se llevó a cabo tras una grave crisis institucional que le costó el puesto a presidentes y ministros de economía, fue una decisión que se tomó de manera brusca y sin tener en cuenta la discusión ni la opinión ni de la política ni de la sociedad”, explicó Salinas Vásquez. La investigadora ecuatoriana calificó la dolarización como “dramática” y sostuvo que una de las promesas principales que tenía el nuevo sistema no se llegó a cumplir: la disminución de la inflación. “Los niveles iniciales de inflación superaron a los que se vivían con el Sucre como moneda nacional ya que pasó del 60% al 91%”, manifestó. Salinas Vásquez comentó que el proceso de cambio que vivió su país hizo que la vida se volviera más cara y la brecha entre la canasta básica y el salario mínimo aumentara. “En los comienzos de la dolarización la canasta se ubicó en USD263 y el salario en USD160. Esta brecha hoy es peor: USD780 la canasta y USD450 el salario básico”, dijo la expositora.

Finalmente, la invitada comentó que si bien las variables macroeconómicas lograron cierta estabilidad, las condiciones de vida y la desigualdad social se acentúo. “Esta estabilización de la economía no significó ni para el pueblo ni para la pequeña producción la obtención de mejores condiciones de vida”, concluyó.

La dolarización fue una de las banderas de campaña que levantó el presidente Javier Milei. Sin embargo, con el correr de los meses el mandatario no avanzó en esta dirección y explicó a la Agencia de Noticias Bloomberg el por qué de esta decisión, basándose en que el rechazo de académicos, economistas y políticos de diferentes espacios lograron que pusiera en pausa esta estrategia. “No es que no fuera factible en términos técnicos, pero nosotros inferimos que la política iba a jugar sucio y, efectivamente, es lo que hace. A nosotros la política directamente intenta bloquearnos permanentemente y por una maniobra de esas características (por la dolarización) imagino que la oposición, en su deshonestidad intelectual, hubiera iniciado algún tipo de juicio político y hoy la historia hubiera sido distinta”, dijo a Bloomberg.

En este aspecto, Urgilés Martínez sostuvo que la Argentina tiene una dolarización de facto debido a que la moneda nacional perdió valor. “Sin embargo la Argentina no tiene, hoy en día, las condiciones para dolarizar”, explicó el especialista ecuatoriano. Para él, la dolarización genera una suerte de succión del valor de las economías marginales hacia las más desarrolladas. “Se establece un vaciamiento permanente del valor que se obtiene del simple hecho de cooperar. El sistema succiona el valor que se genera con la cooperación social y privatiza ese recurso. Lo que hay que tener en claro es que el proceso de dolarización destruirá la actividad productiva y el país tenderá casi exclusivamente a la importación”, remarcó Urgilés Martínez. Por último, el representante de la Universidad de Cuenca resaltó la importancia de la Economía Social y Solidaria. “Es una economía para la vida. Es otra forma de entender las relaciones entre las personas mediadas no solamente por cuestiones monetarias sino, también y principalmente, por condiciones socioafectivas”, concluyó.

Finalmente, Bragulat dio cuenta de la importancia de esta charla y de analizar estos temas ya que explicó: “Los ciudadanos estamos alejados de la dolarización pero estamos pendientes de que esto puede llegar a suceder en nuestro país. Por eso es importante formarnos en el tema: para que cuando se tomen decisiones políticas, los ciudadanos estemos al tanto y podamos dar nuestro punto de vista”, indicó.