El impacto de la digitalización en la investigación literaria

Los especialistas en literatura y archivística Sylvia Saítta y Antonio Sabori, destacaron la importancia que tienen las nuevas tecnologías para el estudio de las revistas y publicaciones periódicas.

15-02-2022

La digitalización impulsa la investigación literaria de revistas y publicaciones periódicas. Por un lado, les permite a los especialistas acceder a la totalidad de los archivos –algo que era imposible hasta el momento– y por el otro, esclarece relaciones entre publicaciones de diferentes países y regiones y genera un vínculo colaborativo entre ellos. A esta conclusión llegaron la investigadora del CONICET y directora del Archivo Histórico de Revistas Argentinas (AHIRA), Sylvia Saítta, y el historiador, traductor y ensayista mexicano Antonio Saborit, en Prensa y Vanguardia: el campo literario en los tiempos modernos, actividad que se llevó a cabo en forma presencial en la sede Rectorado Centro. 

Durante el evento organizado por la Embajada de México en Argentina, la Licenciatura en Música Autóctona, Clásica y Popular de América y la Maestría en Creación Musical, Nuevas Tecnologías y Artes Tradicionales, el agregado cultural de la embajada mexicana, Héctor Orestes Aguilar Cabrera –quien ofició de moderador– enfatizó que “este encuentro es parte de la revinculación que existe entre ambos países”. Asimismo el diplomático consideró la actividad como “muy oportuna en un momento en el que la virtualidad intensifica los recursos válidos para generar investigación y coloca a la crítica literaria en un panorama inédito”.

Con transmisión vía streaming por el Canal de YouTube de la UNTREF, Saítta y Saborit recorrieron la historia de las revistas de vanguardia surgidas en los primeros años del siglo XX y coincidieron en destacar la importancia que tuvieron las mismas a la hora de difundir obras artísticas y escritos literarios de autores que posteriormente lograrían un reconocimiento unánime de parte de los críticos. “No es lo mismo leer un texto de Borges en un libro que en una hoja que se publicaba en una revista de vanguardia o en una cartelera en la calle”, indicó la disertante argentina.

“Podemos pensar la historia de la literatura desde la investigación en revistas de vanguardia. Se trata de un material de archivo fundamental para repensar las obras de autores y autoras con anterioridad a su publicación en libros”, dijo Saítta, y consideró la digitalización de las revistas como una herramienta ideal para que los investigadores puedan advertir las características culturales de las publicaciones que inauguraron nuevos estilos literarios en nuestro país y en el extranjero.

Para Saítta el impacto de la digitalización quedó demostrado durante la pandemia, y consideró este momento como una “era histórica, ya que por primera vez en siglos los investigadores quedamos sin acceso físico a las bibliotecas y a los archivos”. Para la especialista del CONICET si bien las plataformas permitieron que la investigación continuara, “esto no reemplaza a la experiencia de ir a la hemeroteca, algo que muchos vemos como un acontecimiento mágico”.

Saítta observó que con anterioridad a la irrupción de las nuevas tecnologías existían algunas dificultades a la hora de acceder a los archivos, como por ejemplo que éstos estaban en manos de coleccionistas privados que pocas veces compartían su material; además se podía acceder a pequeños segmentos del texto y no a su totalidad, algo que impedía relacionar fragmentos y artículos variados que podían compartir un escenario en común.

Si bien la investigadora dejó en claro que la digitalización no reemplaza a la materialidad de las publicaciones, sí ofrece un diálogo entre archivos y revistas de diferentes países y culturas, algo con lo que coincidió posteriormente Antonio Saborit, quien resaltó la “vocación internacionalista” de la vanguardia y consideró que “rompen la idea de una literatura exclusivamente nacional”.

Tras un repaso histórico sobre el surgimiento y auge de publicaciones en México desde los últimos años del siglo XIX (como Revista Azul y Revista Moderna, entre otros), el experto mexicano, director del Museo Nacional de Antropología de su país, dijo que “las nuevas tecnologías ampliaron nuestro horizonte, nos obligan a saber cada vez más sobre los archivos y nos hacen ver que todos ellos son partes de una misma comunidad. Ya no podemos decir que no sabemos tal o cual cosa”.

Finalmente Saborit remarcó que esta nueva etapa en la que las tecnologías colaboran con la investigación demuestra que a lo largo del tiempo –y en muchos países– las revistas eran moneda corriente y algo mucho más común que lo que se creería. “Todas estas publicaciones se enriquecían entre sí y eso lo podemos ver hoy, ya que tenemos las herramientas para hacerlo”, concluyó.