Edward Hirsch visitó la UNTREF
En el marco de la Serie de Lecturas FROST que organiza la Maestría en Escritura Creativa, el reconocido poeta y ensayista norteamericano brindó una charla titulada "La conquista del instante".
06-11-2017
En el auditorio de la Sede Rectorado Centro, Edward Hirsch compartió sus experiencias personales y profesionales y disertó sobre sus inicios en la escritura, la relación entre el poema y el lector, los autores que considera referentes en el campo y las diferentes interpretaciones que una obra puede tener.
El escritor compartió el escenario con María Negroni, directora de la Maestría Escritura Creativa y artífice principal de su presencia en la UNTREF: "Le quiero agradecer a nuestro invitado ya que cuando le propuse esta actividad no lo dudó un instante y aceptó con entusiasmo visitarnos y ofrecernos esta velada", expresó.
Con el auspicio de la Embajada de los Estados Unidos en Argentina, el evento contó con la presencia de representantes de dicha sede diplomática, docentes, estudiantes y escritores.
"Quiero hablarles de la experiencia de leer poesía y de lo que significa el poema para mí", comenzó el escritor. "Considero que el significado del poema existe en la relación entre el lector, el poeta y la obra", agregó. Para Hirsch, las palabras "están ahí, esperando que alguien las encuentre" y por tal motivo estableció la siguiente analogía:
"Lo que uno escribe está dirigido a quien lo encuentre. Es como un mensaje en una botella. El que lo encuentra se apropia del mismo y puede tener diferentes significados. Para algunos puede expresar un sentimiento y para otros, cosas totalmente distintas. La interpretación de cada poema depende de cada persona"
Luego relató experiencias de su juventud, sus inicios en la escritura y sus autores de referencia. Además, indicó que es en la poesía donde "las palabras alcanzan su poder mayor" y que descubrir esta cualidad fue uno de los motivos que lo inspiró a continuar escribiendo: "El poema entrega algo a nuestra vida espiritual como ninguna otra forma de arte puede hacer".
El encuentro alcanzó su punto máximo de emotividad cuando Edward Hirsch, en inglés, y María Negroni, en castellano, leyeron siete fragmentos del poema Gabriel, obra con la que el reconocido escritor rememora a su único hijo, fallecido en 2011.
Este poema, que recibió excelentes críticas de sus colegas, forma parte de un intento de crear un recuerdo permanente de su hijo. "Yo no sabía que el trabajo del duelo es como cargar un saco de cemento montaña arriba en la noche" y "Se requiere de valor para levantarse de la cama a la mañana y escalar el día" fueron los últimos fragmentos que se leyeron de esta obra y que generaron una gran emoción en los presentes.
Edward Hirsch dedicó toda una vida a la poesía, tanto desde su lugar de autor como de crítico. Luego de haber leído con devoción a Whitman, Eliot, Pound, los románticos ingleses y los poetas rusos, españoles y latinoamericanos, abrazó la poesía como su vocación indiscutible. Además, desde 2002 es director de la Guggenheim Foundation, llevando adelante una importante tarea cultural en su país.
Finalizando la jornada, el invitado respondió preguntas y participó del brindis con el que la Maestría en Escritura Creativa de la UNTREF agasajó a su 4ª promoción de egresados. Esta carrera tiene como propósito fundamental que los estudiantes desarrollen su capacidad de escritura de textos originales en los géneros principales de la actividad literaria contemporánea, al tiempo que asimilan conocimientos y competencias críticas sobre los problemas generales de la literatura de diferentes épocas y de otras disciplinas artísticas.
Gracias a una donación de la familia norteamericana Frost, la Maestría creó una serie de lecturas y conferencias que llevan su nombre buscando que escritores nacionales e internacionales de renombre diserten sobre su trabajo de creación literaria y compartan con la audiencia alguna de sus obras. Además de Hirsch, hasta la fecha participaron Arturo Carrera, Tununa Mercado, Edgardo Cozarinsky, Erri De Luca, Sylvia Molloy y Mario Montalbetti.