El 5% de la población presenta pérdida de audición discapacitante
El 3 de marzo se celebra el día mundial de la audición y el Centro Integral de Servicios Tecnológicos de Acústica y Sonido (CISTAS) presenta una campaña de concientización
03-03-2020
El Centro Integral de Servicios Tecnológicos de Acústica y Sonido (CISTAS) y de la carrera de Ingeniería de Sonido, en el marco del día mundial de la audición que se celebra el 3 de marzo, se suma a la campaña de concientización sobre el cuidado de la salud auditiva impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En ese marco, y en coincidencia con el año internacional del sonido, promovido por la International Commission for Acoustics -ICA-, especialistas de la Universidad alertan sobre la importancia del cuidado de la salud auditiva al mismo tiempo que destacan el trabajo de la UNTREF en la materia.
Los especialistas coinciden en recomendar evitar el uso de auriculares para la reproducción de música. La pérdida de audición por el ruido es causada por la exposición prolongada a sonidos intensos superiores a 85 dBA. El 20% de las personas que padecen pérdida de audición pueden mejorarla con dispositivos tales como los audífonos y los implantes cocleares.
Según la OMS alrededor del 5% de la población mundial presenta pérdida de audición discapacitante y muchas de sus causas son prevenibles. Por eso, este año, bajo el lema “Escuchá de por vida” la Organización Mundial de la Salud resaltará que cuando las pérdidas auditivas son detectadas a tiempo, y cuando se tratan con los medios adecuados, las personas que las padecen puedan alcanzar su máximo potencial.
Para el doctor Santos Tieso, médico otorrinolaringólogo y docente de la carrera de Ingeniería de Sonido de la UNTREF, “perder un órgano de audición es perder la felicidad” en referencia a los daños psíquicos y sociales que trae aparejado. Si bien aclara que “el oído de las personas mayores está más expuesto al daño auditivo” las lesiones que se producen a nivel microscópico a lo largo de la vida tienen consecuencias en edad avanzada.
Es tan importante realizarse exámenes del sistema auditivo como conocer las prácticas adecuadas que se deben adoptar, ya sea a la hora de realizar trabajos con aparatos o sonidos de alto nivel (como el uso correcto de protectores auditivos), o de conocer las consecuencias de la exposición a ruidos de manera recurrente. Además se recomienda prestar atención y acudir al médico en caso de presentar señales de pérdida de audición.
Los especialistas coinciden en que es necesario evitar - o limitar - el uso de auriculares para la reproducción de música a altos niveles. El riesgo producto del ruido que proviene de aparatos de música y de otras fuentes de entretenimiento es un problema que se observa cada vez con mayor frecuencia, sobre todo entre la gente joven. Según la OMS “se calcula que 1100 millones de personas en todo el mundo corren el riesgo de perder audición como consecuencia del ruido excesivo al que se exponen de este modo”. Por eso es importante llamar la atención sobre estas prácticas habituales y nocivas para la salud de nuestros oídos. “Nadie se cuida de lo que no sabe que le puede hacer daño”, resume el Dr. Tieso.
El Ingeniero Francisco Ruffa, profesor de la materia Ruido Acústico, explica que el ruido proviene de diversas fuentes como pueden ser los conglomerados urbanos, el transporte aéreo y terrestre, las actividades relativas a la industria, la construcción, los espectáculos, las actividades humanas y de los seres vivos en general, además del aporte que hacen los agentes atmosféricos.
El experto afirma que “la pérdida de audición inducida por el ruido es causada por la exposición prolongada a ruidos intensos superiores a 85 dBA (Decibel con ponderación tipo “A”). El primer síntoma es la pérdida de sensibilidad en frecuencias agudas, lugar donde se encuentran las consonantes y, de no disminuir esta exposición, con el tiempo se corre el riesgo de perder la capacidad de escuchar sonidos graves, constituyendo en el tiempo una destrucción de la vida social”.
Aclara que hay distintas consecuencias en el ser humano expuesto a altos niveles de ruido, desde interferencia en la comunicación hablada, hasta efectos psicológicos, fisiológicos, y finalmente la pérdida de audición del aparato auditivo.
Sobre los daños auditivos el Prof. Ruffa explica que “ante la presencia de un sonido intenso, ocurre un trauma acústico, que da como resultado un ensordecimiento temporario o permanente”. “Un ruido intenso de corta duración, con valores entre 120 y 150 decibeles, puede producir una sordera temporaria con rotura de tímpano, recuperables en algunos casos. En otros persistirá la sordera en frecuencias altas con dislocamiento de la membrana basilar y del órgano de Corti”, completa el Ingeniero.
El docente aclara que “la exposición a altas intensidades sonoras puede producir sensaciones auditivas denominadas ‘acúfenos’, en particular el llamado ‘tinnitus´. Éste se percibe como un tono de alta frecuencia - “pitido” -, constante. Si la exposición es por poco tiempo el fenómeno puede ser transitorio y reversible, en caso contrario la persona puede escuchar ese sonido permanentemente y como agravante llegar a la pérdida del equilibrio y a traumas psíquicos muy graves”.
“Lo que mucha gente cree es que solamente te dañan los ruidos feos, sin embargo la mejor sinfonía a alta intensidad te daña el oído”, agrega el Dr. Tieso.
La OMS establece también que cerca del 20% de las personas que padecen pérdida de audición pueden mejorarla con dispositivos tales como los audífonos y los implantes cocleares. En ese sentido Santos Tieso se enorgullece de formar parte de la “especialidad que más avanzó en el último siglo” ya que a su criterio la otorrinolaringología logró uno de los avances más importantes en la medicina en los últimos 100 años: “hemos podido hacer que escuche un anacúsico”, enfatiza.
“Alguien que nació sordo estaba condenado a no escuchar absolutamente nada. Hicimos que esa persona pueda participar del mundo sonoro, no de la misma manera que un normoyente, pero muy parecido. A tal punto que hay personas nacidas con falta total de audición que, con los implantes, hablan dos idiomas”. A su vez aclara que el implante coclear es el avance más significativo pero pasible de mejora porque “si bien se pudo lograr que un anacúsico pueda escuchar la palabra hablada todavía no pudimos hacer que disfruten la música como lo hacemos nosotros, todavía no conseguimos darle belleza a la música”, expone el otorrinolaringólogo.
Cabe destacar que el Dr. Tieso, de larga trayectoria en el estudio de la medicina, la física, la matemática y la química, es autor de importantes avances dentro del campo del conocimiento del sonido como la descripción de las causas que hacen que un trastorno a nivel cervical pueda llegar a generar un tinnitus, aquello que se describe frecuentemente como un “pitido” o “zumbido” en los oídos. A su vez, el especialista, rompe con las teorías clásicas dentro del conocimiento de la vibración y plantea la teoría hidromecánica del funcionamiento del oído, que es física y matemática aplicada a la fisiología humana.
Es justamente esta interdisciplinariedad en el estudio de la audición lo que los docentes destacan de la currícula de la carrera, única en su tipo en nuestro país. El coordinador Alejandro Bidondo explica que muchas veces se confunde a la ingeniería de sonido con algo relativo a la grabación, y en el caso de la carrera de la UNTREF eso representa solo el 5% ya que la formación abarca el estudio de las ondas mecánicas en general.
“Nuestros egresados son capaces de estar en el laboratorio diseñando electrónica y de estar al lado de un médico que está haciendo un implante coclear, analizando cuál es la respuesta de la información que está insertando para corregir la computadora”, expresa Francisco Ruffa uno de los principales impulsores del proyecto de Ley titulado De protección ambiental de la calidad acústica, presentado ante la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires en abril pasado.
Bidondo agrega que los graduados pueden también participar de una prospección petrolera, de mantenimiento predictivo en vías férreas o conocer el suelo terrestre con sonido, además de cuestiones vinculadas al arte. En definitiva, “pueden diseñar ciudades donde la vida sea más agradable”, concluye Tieso.
El CISTAS
Este Centro desarrolla en Argentina y en la región actividades de asesoramiento, acompañamiento tecnológico, control y certificaciones metrológicas en temas atinentes a la ingeniería, aplicables tanto en organizaciones públicas como privadas, comerciales, industriales y de servicios, así como en toda la sociedad.
La carrera
La Ingeniería de Sonido estudia el fenómeno sonoro en particular y las ondas mecánicas en general, incluyendo su producción, transporte y recepción, y los estímulos, sean estos audibles o no. Ofrece una formación integral teórico-práctica con énfasis en investigación y emprendedorismo. Tiene tres ramas: Ciencias de la Grabación, que abarca técnicas y procesos del registro sonoro en estudios de grabación, mastering y empresas relacionadas al sonido en vivo; Electrónica de Audio, donde se enseña a utilizar equipamiento electrónico, cómo funciona, diseñarlo, construirlo y especificarlo; y en Acústica y Electroacústica se aprende sobre vibraciones, ruidos, absorción, difusión, reflexión y transmisión, normativas, tratamientos acústicos de recintos e industrias y a resolver problemas mediante simulaciones, mediciones e interpretación de resultados.
Las JAAS
Desde hace cinco años la carrera organiza las Jornadas Acústica, Audio y Sonido (JAAS), un encuentro en el que profesionales y académicos nacionales e internacionales –con especial participación de egresados de la carrera– comparten experiencias y reflexiones sobre el campo. El principal objetivo de las JAAS es reunir anualmente a investigadores de las áreas de la ingeniería de sonido, acústica, psicoacústica, electrónica de audio y ciencias de la grabación, entre otras, para exponer los últimos resultados y discutir contribuciones originales, intercambiar ideas, problemas, nuevos desarrollos, experiencias y avances en la disciplina.
Para más información escribir a: cistas@untref.edu.ar