Archivos para todo el mundo

En un nuevo encuentro del ciclo Archivos en Diálogo, especialistas de Argentina y México reflexionaron sobre la creciente disponibilidad de los fondos documentales y la ampliación de su público.

14-07-2021

Cada vez más personas acceden a los archivos gracias a la digitalización, ejerciendo con ello un derecho y fortaleciendo así la democracia. Sin embargo, el poder llegar a ellos requiere de intervenciones culturales y comunicacionales más complejas que necesitan la colaboración de diferentes profesionales dentro de las instituciones y organizaciones archivísticas. Esas fueron algunas de las reflexiones a las que arribaron los participantes del tercer encuentro del ciclo Archivos en Diálogo, organizado por la Diplomatura en Archivística y Gestión Documental de la UNTREF que cuenta con el apoyo del Archivo General de la Nación (AGN). 

Como indicó el coordinador de acciones de comunicación de AGN, Diego Echezarreta, algunas décadas atrás los archivos eran más restrictivos. “Se accedía con autorizaciones especiales, no estaban preparados para un público que no fuera mínimo e hiperprofesionalizado. Hoy en día los archivos son mucho más abiertos, se piensa en públicos más amplios y diversos que tienen intereses múltiples y todos son válidos”, describió sobre la tendencia actual.  

Echezarreta enfatizó que “un archivo sin acceso es un mero depósito de documentación”, agregando que esa condición compromete “su sentido democrático”. Para el especialista, los archivos abiertos requieren ineludiblemente de las nuevas tecnologías, ya que lo analógico también implica una limitación en el acceso a la información pública.   

Ahondando precisamente en las virtudes de los reservorios digitales y la interacción con públicos más masivos estuvieron Mauricio Genta y Angie Cervellera, de Wikimedia Argentina. Genta explicó que desde hace años vienen desarrollando el programa GLAM dirigido a la comunidad de archivos, museos, galerías y bibliotecas, con el objetivo de hacer accesible su contenido a través del sitio Wikipedia, que está entre los 8 y 10 más utilizados en el mundo, y del reservorio Wikimedia Commons, al que acceden millones de personas por día.  

“Es una sinergia que venimos construyendo con diferentes instituciones culturales para que su contenido esté en el sitio y pueda ser lo primero que ve la gente cuando busca. De esa forma estos nuevos públicos pueden llegar a la institución y acceder a otros materiales”, definió sobre la propuesta. Por su parte, Cervellera se refirió a la iniciativa Celebrar Archivos que lanzaron este año, dirigido a archivos gestionados por comunidades de los pueblos originarios o de otros colectivos, como los feminismos y la comunidad trans.   

“Fue una manera de celebrar la diversidad de los archivos, donde organizamos charlas con expertos y otras instancias más prácticas en las que estas organizaciones socializaron sus experiencias”, contó. Dentro de ese proyecto, Cervellera destacó una acción que realizaron para el 24 de marzo, en la que convocaron a distintos espacios archivísticos para que liberaran contenidos vinculados a la última dictadura cívico-militar, desde fotografías a volantes de marchas y de convocatorias estudiantiles. “Esta acción nos permitió visibilizar un montón de archivos y el espíritu fue que no son solo los académicos los deben acceder a ellos, sino que es la misma ciudadanía la que necesita aprender, saber y resignificar esa historia que la interpela”, ilustró.  

Ramiro Uviña, del Archivo IIAC, aportó algunas consideraciones sobre los problemas a la hora de digitalizar los archivos. “Nos entusiasmamos con que queremos digitalizar todo, lo cual es imposible por cuestiones legales y técnicas, pero creo que es muy importante pensar en todo el trabajo previo, que tiene que ver con cómo describimos esa información y cómo establecemos los mecanismos de preservación digital para que en un futuro todos estemos convencidos de que eso es lo que dice ser”, evaluó.  

Uviña aseguró que para que la digitalización no sea una trampa hay que intentar incrustarle una serie de metadatos. “Hay que generar documentación acerca de esa digitalización, registrar las incidencias en algún software para dar fe de qué se hizo o no con esa digitalización, qué transformaciones sufrió ese documento a lo largo del tiempo. Estas son cuestiones que no son visibles para los usuarios, pero que se hace con mucho esfuerzo por detrás”, describió.  

Finalmente, la secretaria técnica de los Archivos de la Asociación Latinoamericana de Archivos, la comunicóloga mexicana María Fernanda Treviño, indicó que otra parte fundamental para garantizar el acceso a los materiales documentales es la difusión. “Yo puedo tener acceso, pero tal vez no todos me visiten o me encuentren. Como decimos acá, santo que no es visto no es adorado”, sentenció.  

La especialista dijo que para trabajar la comunicación en los archivos hay que abordarlos como cualquier producto o servicio e insistió en que es central armar equipos interdisciplinarios. “Los archivos son industrias culturales, forman parte de la economía de la cultura y también necesitan de una segmentación de públicos. En esto podemos colaborar los comunicadores y mercadólogos, apoyados por los archivistas e historiadores”, concluyó.  

El último encuentro de este ciclo se realizará el 22 de julio, a las 18:00 horas, a través del canal de YouTube de la UNTREF. Versará sobre los archivos públicos y privados y participarán Aymara Paisi (Archivo Nacional de la Memoria), Eugenia Sik (Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas), Mateo Maiorana (Abuelas de Plaza de Mayo) y Cecilia Estelles (Archivo de la Memoria Trans). 

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