• Marie Orensanz, el fluir del pensamiento

    Marie Orensanz, el fluir del pensamiento
    Del 1 de abril al 25 de junio

    Artista: Marie Orensanz
    Curaduría: Diana Wechsler

  • Palabras del Rector

    El MUNTREF se enorgullece de presentar esta muestra de Marie Orensanz que la exhibe en toda su potencia creativa, en cuanto reúne un vasto repertorio de obras de distintos momentos de su recorrido e incluye numerosas piezas producidas en los últimos meses. 

    Orensanz, una de las artistas argentinas más significativas, no exponía de esta manera en Buenos Aires desde hace más de 10 años. Así, nuestra universidad continúa con su tarea de poner al alcance de todas y todos las expresiones más valiosas de la cultura argentina. Es también una magnífica ocasión para situar al más alto nivel internacional la actividad de nuestros museos, que celebraron el año pasado su vigésimo aniversario. 

    Agradezco a Marie por haber aceptado esta invitación, a Diana Wechsler por el delicado e inteligente trabajo de selección y curaduría, al “equipo de Marie” –sus hijas– por el acompañamiento y la colaboración, y a todos quienes integran con pasión y dedicación el equipo del MUNTREF para hacer posible la realización de nuestro lema: Arte para todos

     

    Aníbal Y. Jozami

    Director General 

    MUNTREF

  • Texto Curatorial

    Marie piensa, escribe, ensaya formas, materializa sus ideas. Las pone en el espacio, las comparte. Lo cotidiano integra la intimidad de su trabajo, de su pensamiento, el lugar del tiempo de reflexión, la conexión del pensamiento y la acción.  

    En una superficie blanca una serie de puntos, líneas delgadas, trazos simples, algún dibujo pequeño, a veces una palabra, números, otras una frase, describen un espacio silencioso. La suma de estas presencias gráficas en hojas impecables orientan la intuición hacia la lectura de una escritura indiciaria. Sus gestos, sutiles aunque persistentes, laten en su sencillez. Estos mapas de ideas pueblan las carpetas que almacena en su casa-taller. 

    Papeles dibujados, plegados, hierros calados, aceros, vidrios, maderas, objetos encontrados intervenidos, mármoles blancos –dibujados, también, con pinceladas coloridas–, telas impresas, pinturas, palabras recortadas, constituyen una lista posible que describe la condición física, tangible, de la obra de Orensanz.

    Pero esa enumeración no alcanza para acercarnos a su trabajo. Hay en él un común denominador que lo orienta a través del tiempo: el fluir del pensamiento. Está allí el material privilegiado de su obra, a él se subordinan los demás. 

    Textos y más textos recorren las páginas de sus libretas y se convierten en parte indispensable de sus trabajos. Cada uno de los soportes elegidos está ligado a lo que desea comunicar, a las maneras con las que busca situarse ante las miradas y disparar ideas: porque su trabajo se completa con/en el otro, es un fluir compartido. 

    Diana Wechsler

  • Obras