Esta exposición forma parte del ciclo 2011 en el que el proyecto expositivo Joaquín Torres García, Utopía y Tradición funcionó como clave de lectura de nuestro año artístico y permitió descubrir, en Víctor Magariños D., las huellas de aquella presencia fundadora en el arte moderno con una fuerte impronta en el Río de la Plata.
La tradición abstracta y concreta se unen en este artista de quien Cristina Rossi, la curadora invitada en esta ocasión, ha realizado una selección precisa que permite acceder a los diferentes momentos de desarrollo de su proyecto estético.
Línea, punto, plano, son los elementos básicos que conforman el trabajo de Magariños D. A partir de ellos, alcanza a construir un universo propio, rico en matices y diversidades que se ofrecen al espectador como “presencias reales”.
Tal la invitación que realizamos al público para descubrir, en cada una de esta obras, aquellas invenciones que se presentan ante nosotros como piezas de un mundo luminoso, lúdico, diverso. Así, una vez más, el MUNTREF busca revelar, a través de un itinerario singular, las claves de los procesos artísticos de nuestro país y sus proyecciones internacionales.
ANÍBAL Y. JOZAMI
Rector UNTREF / Director MUNTREF
La línea y el punto, la recta y la curva, el plano y el relieve, la luz y la sombra, los contrastes y las sutilezas del color asumen una presencia real en el discurso de Víctor Magariños D. Pendiente de los avances científicos impulsados durante la II Guerra Mundial, su sensibilidad y su pensamiento dieron forma a una poética que aspiró a alcanzar lo inconmensurable articulando un mínimo de recursos plásticos.
Desde el título, esta exposición evoca las reflexiones de George Steiner acerca de la presencia de un sentido en el discurso artístico. Si el arte existe es porque existe el otro –dice Steiner– y si en el acto de comunicación el artista provoca el encuentro con lo estético, entonces, tendrá lugar el conjuro más transformador al que pueda acceder la experiencia humana, porque esa apertura hacia la comprensión de la forma estética siempre es una apuesta por la trascendencia.
La muestra se presenta como una invitación para descubrir la riqueza de ese universo en el cual las formas van imbricándose a partir de interrelaciones que se resisten a las lecturas lineales. La selección de más de sesenta obras de Magariños D. propone recorridos que exploran su tendencia a reducir el vocabulario a los elementos más simples (punto/línea/plano) y prioriza la inclusión de trabajos experimentales –rara vez exhibidos hasta el presente– en los que se observa la libertad creativa que dominó su hacer artístico.
Aún sabiendo que el guión curatorial no puede evitar ordenarse en la sucesión de un recorrido, aspira a multiplicar las conexiones abriendo las posibilidades hacia una lectura más rizomática que lineal.
CRISTINA ROSSI
Curadora
VICTOR MAGARIÑOS D. (Lanús, 1924 – Pinamar, 1993)
Estudió en las Escuelas de Bellas Artes “Manuel Belgrano” y “Prilidiano Pueyrredón”. En 1946 fundó el “Grupo Joven” integrado por artistas de su generación. En 1951 viajó a París becado por el gobierno francés donde frecuentó el taller de Georges Vantongerloo, mientras el maestro belga se encontraba realizando su serie del Espacio Libre y los objetos de acrílico.
A partir de este vínculo concibió el espacio de la obra como un campo abierto al juego de tensiones, desarrolló la serie “Finito-Infinito” –expresión de las “nuevas realidades” que, como en el cosmos, se encuentran en continuo estado de transformación– comprendió la práctica artística como un territorio de experimentación y adoptó la noción vantongerliana de espacio cosmológico.
Entre 1958 y 1963 se desempeñó como Profesor de Pintura en la Escuela de Bellas Artes “Manuel Belgrano” y en 1967 se radicó en Pinamar. Fue invitado a la XXVII Bienal de Venecia en 1956, al Premio Nacional Di Tella de 1964 y a la X Bienal de San Pablo en 1969. Participó en las principales muestras de arte abstracto organizadas en el país. Sus exposiciones más destacadas fueron las presentadas en el CAyC (1984), en el Museo de Bellas Artes de Bruselas (1986), en la Fundación Patricios (1991) y en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires (1999).