Printing R-Evolution 1450-1500 explica por qué y cómo la revolución de la imprenta sucedió en Europa.
La impresión con bloques de madera comenzó en China en el siglo IX; 400 años después, la imprenta de tipos móviles de metal comenzó a utilizarse en Corea, pero fue en Europa que la imprenta se convirtió en una revolución. Hasta casi 1450, los libros eran escritos a mano. Pero en 1455 Johannes Gutenberg imprimió en Maguncia la Biblia de 42 líneas, un hecho que cambió a la sociedad para siempre.
Durante 50 años, millones de libros impresos circularon por todo el continente. De ellos, hoy todavía sobrevive medio millón. El significado de la revolución de la imprenta se volvió tan obvio para nuestra cultura que los estudiosos se olvidaron de explicar el fenómeno a fondo y es por eso que aún quedan lecciones importantes por abordar.
Los libros impresos entre 1450 (invención de la imprenta moderna) y 1500 (fecha convencional) se conocen como incunables. En la actualidad se registran 28.000 ediciones, en 500.000 ejemplares supervivientes, ubicados en 4.000 bibliotecas públicas diferentes, la mayoría en Europa y en los Estados Unidos. En la Argentina, hay poco más de 65 incunables.
Dirigido por Cristina Dondi en la Universidad de Oxford, el proyecto 15CBOOKTRADE (‘Comercio del libro en el siglo XV’) se propone rastrear más incunables y estudiar su impacto social y económico, a partir de una investigación exhaustiva en colaboración con instituciones de todo el mundo. Este montaje incluye una sección argentina con curaduría de Ana Mosqueda, directora editorial de Ampersand, y el asesoramiento y la investigación de Roberto Casazza, de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.
Después de su exhibición en el Museo Correr de Venecia, Ediciones Ampersand, en su décimo aniversario, impulsa esta exposición con el propósito de acercar a un público más amplio la investigación y la tecnología puestas en juego en el uso de la imprenta.