Makoto Azuma es un artista radical con un acercamiento muy particular a la creación de paisajes y entornos increíbles para sus esculturas de ikebana, bonsai y flores, que sorprenden hasta al espectador más cínico. Azuma ha logrado tornar lo más efímero de todas las formas de arte, el arreglo floral japonés, en algo tangible. Estudiante asiduo de las técnicas tradicionales niponas, ha subvertido el proceso al agregar tecnología, fotografía, video y una logística alucinante, que transforman dicha práctica decorativa en una forma de arte contemporánea.
Lejos de su laboratorio de flores en Tokio, Makoto Azuma imagina las formas en las cuales su arte puede alcanzar los puntos más lejanos del planeta, y aún más allá. Ha sumergido un bonsái en las profundidades del océano, ha enviado un arreglo ikebana al espacio atado a un manojo de globos de helio estratosféricos, y ha transportado enormes bloques de hielo a un desfile de modelos, donde los dejó derretirse en la pasarela. También, creó un desfile de bicicletas de flores que detuvo el tránsito en la ciudad de San Pablo durante un mes entero. La intervención sembró la confusión en una de las ciudades más intensas del mundo.
Su práctica es altamente diversa y abarca las esculturas efímeras, los objetos de acrílico, la fotografía, la intervención de espacios públicos, la performance, la moda, la arquitectura temporal, y muchos proyectos muy ingeniosos en los medios sociales. También ha creado iniciativas comunitarias que se activan mediante el arte y las flores en Indonesia, Japón y China.
Para BIENALSUR, Azuma se apropió de la idea de trabajar con el salar en Jujuy para crear una escultura de un girasol. Emprendió un viaje a través de los paisajes impactantes y amenazantes del desierto jujeño y terminó enterrando su escultura en una veta de sal subterránea. Esperó un año para verla transformarse en una flor de sal. Una metáfora de lo eterno-efímero, de la vida y la muerte, de la durabilidad y la fragilidad.
Su búsqueda se centra en encontrar un contexto donde las flores pueden cambiar nuestra percepción de un lugar y un entorno, pero más importante aún, donde puedan alterar la forma en la cual interactúan las personas. Así recupera el real uso de las flores en la sociedad antigua, llevándolo a una dimensión donde la gente puede desarrollar una sensibilidad al mundo vertiginoso en el cual vivimos.
Makoto Azuma es el maestro del intercambio cultural, y utiliza el lenguaje universal de las flores para crear obras de arte que trascienden las barreras culturales para iluminar el denominador común humano. Nuestro destino es la podredumbre; y sus obras nos recuerdan nuestra naturaleza temporal.
Marcello Dantas (BRA)
Artista: Makoto Azuma (JPN)
Curaduría: Marcello Dantas (BRA)
Desde el 22 de junio
MUNTREF Centro de Arte y Naturaleza
Miércoles a domingos de 14:00 a 19:00 hs.
Sarmiento 2725 – CABA.
Esta muestra forma parte de BIENALSUR 2019
Más información: bienalsur.org