Tecnología y moral: vínculo clave para la construcción de un mundo mejor
La filósofa estadounidense especializada en ciencia y ética, Shannon Vallor, visitó la UNTREF y brindó una conferencia en la que bregó por la dimensión moral de la tecnología y de los procesos de innovación.
21-10-2022
Para Shannon Vallor, no podemos entender de manera completa la tecnología si ignoramos su dimensión moral, así como tampoco podemos comprender en profundidad las sociedades en las que vivimos sin tener conocimientos tecnológicos. Esta vinculación, según ella, resulta clave a la hora de idear un nuevo mundo en el que la innovación se oriente a satisfacer las más urgentes demandas sociales.
Invitada por la Secretaría de Investigación y Desarrollo en el marco del Seminario Filosofía de la Innovación y por la Fundación Bunge & Born, Vallor definió a los ingenieros y tecnólogos como personas que “tienen el poder de definir nuestro futuro”. Asimismo, especificó que vivimos en una era en la que existe una presión pública sobre éstos y que dichas acciones se vinculan con dos preocupaciones sociales vigentes: la integridad y la confiabilidad de los tecnócratas.
Nacida en Estados Unidos y directora del Centre for Technomoral Futures de la Universidad de Edimburgo, Shannon Vallor declaró que la tecnología tiene que estar al servicio de los seres humanos, aunque manifestó que son las propias personas quienes también tienen que contribuir a la construcción de mundos mejores para la posteridad. Entre sus expresiones más importantes se destaca que “la innovación no siempre trae progreso”, por lo que es necesario una virtud tecnomoral, siendo esta una cualidad que nos ayuda a determinar si las tecnologías están orientadas a nuestro bienestar. “En el caso de la tecnología tenemos que aplicar virtudes para asegurarnos que están ayudándonos a vivir mejor como seres humanos”, sostuvo. También agregó que sería importante que los técnicos tuvieran nociones sobre los efectos que sus descubrimientos generan en la sociedad. “Debemos pasar de la tecnología como profesión a la tecnología como vocación”, precisó.
El Seminario Filosofía de la Innovación es una propuesta del Departamento de Ciencia y Tecnología de la UNTREF. Su objetivo es establecer una red de conversaciones que permitan aportar sentido a la cacofonía epistemológica que reina en torno al pulso del mundo y de la Argentina. Reúne especialistas de diversas áreas para abrir diálogos en torno a las nuevas realidades que tienen a los avances tecnológicos como protagonista principal.
Vallor fue concreta en cuanto a la relación que existe –aunque no muchas veces se tiene en cuenta- entre la innovación tecnológica y la sabiduría o inteligencia humana: a medida que aumenta la innovación tecnológica, debe incrementarse la inteligencia humana para poder controlar dicha tecnología. “La tecnología no solo debe ser controlada por los seres humanos sino que, también, debe mejorarlos”, agregó.
Galardonada con el Premio Covey que otorga la Asociación Internacional de Informática y Filosofía (Iacap) y con el Premio Mundial de Tecnología en Ética de la Red Mundial de Tecnología, la especialista estadounidense hizo referencia a autores clásicos como Aristóteles para retomar el concepto de sabiduría práctica, instancia que consiste en adaptar el conocimiento a un mundo cambiante. “El mundo, los seres humanos y la tecnología siempre fueron cambiando. Y los clásicos ya hicieron reflexiones sobre cómo adaptarnos a un mundo en permanente cambio mientras logramos preservar nuestras virtudes”, dijo.
Para el secretario de Investigación y Desarrollo, Pablo Jacovkis: “Es un orgullo para la Universidad recibir a una persona tan importante como Shannon Vallor. Estamos complacidos ya que los temas que ella plantea y su tesis se relacionan plenamente con nuestra concepción acerca de la ciencia, la tecnología y la innovación”. A su vez, el director de Cultura y Patrimonio de la Fundación Bunge, Iván Petrella, definió a la invitada como la “principal especialista en ética y transformación tecnológica” y elogió que sus trabajos combinen lo académico con el mundo empresarial y la sociedad civil.
“Nada es simple, estamos en una etapa en la que necesitamos de los talentos humanos en innovación y de la aparición de grandes inventores que tengan en cuenta, por supuesto, la dimensión ética de sus trabajos para mejorar el mundo actual y proponer la construcción de nuevos mundos posibles”, concluyó Shannon Vallor en el auditorio de la Sede Rectorado Centro de la UNTREF.