Vigilancia Tecnológica y Propiedad Intelectual trabajará con ACUMAR
La unidad que funciona bajo la órbita de la Secretaría de Investigación y Desarrollo firmó un acuerdo con la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo para asistirla en temas de vigilancia tecnológica.
10-12-2020
La oficina de Vigilancia Tecnológica y Propiedad Intelectual de la UNTREF firmó un convenio con la Autoridad Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) para contribuir con la vigilancia tecnológica de los temas ambientales afines a las tareas de recuperación de la Cuenca. El trabajo que realizará la oficina está centrado en tres aspectos: brindar asistencia técnica al equipo de tecnólogos de ACUMAR, capacitar a su personal sobre cómo buscar patentes y cruzar esa información para sacarle el mayor provecho, y asistir técnicamente a las empresas que están en la Cuenca.
“Las empresas que están en la Cuenca son el gran desafío de ACUMAR desde el primer día. Nos vamos a enfocar en los problemas tecnológicos de esas industrias y vamos a acercarles información para que vean de qué manera pueden reconvertir sus tecnologías y mitigar el impacto ambiental”, indicó la responsable de esa área de la Universidad, Marcela Ricosta, sobre el acuerdo.
Ricosta informó que el objetivo general es ofrecer una herramienta de apoyo a la gestión de la innovación brindándole un radar encendido que permanentemente va detectando las novedades científicas y tecnológicas para mejorar el proceso de toma de decisiones con relación a la contaminación en espejos de agua, residuos sólidos y control industrial, entre otros temas. Como explicó, esa información se desprende del análisis de fuentes primarias como patentes, publicaciones científicas, marcas, estudios de mercado, noticias, marcos legales, memorias de congresos y proyectos de I + D.
“Entendemos que puede haber una sinergia y muchas externalidades positivas, porque a nosotros nos fortalece como unidad de vigilancia y a ACUMAR le va a brindar la posibilidad de desarrollar un modo de trabajo en ciencia y técnica que es novedoso”, consideró la especialista.
La oficina trabaja también con la oferta de nuevas herramientas al universo PyME. En este sentido, uno de los proyectos en los que está involucrada es la Antena Territorial para el Desarrollo Tecnológico (AterDT), una iniciativa que comparte con la Universidad Nacional de Hurlingham, la Universidad Tecnológica Nacional (Regional Delta), la Fundación del Banco Credicoop y la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) en el marco del Programa Nacional de Vigilancia Tecnológica e Inteligencia Competitiva (VINTEC) del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Al respecto, el director de Desarrollo de la Secretaría de Investigación y Desarrollo de la UNTREF, Diego Federico, detalló que el trabajo que están haciendo consiste en brindar capacitaciones y elaborar informes anuales, boletines y alertas periódicos con información tecnológica relevante para las PyMEs metalmecánicas de la región. “La Antena comenzó a funcionar este año con una primera línea de trabajo que fue empezar a difundir la vigilancia tecnológica como un activo estratégico para las empresas, los emprendedores y los investigadores. Hicimos un ciclo muy grande de charlas por el que pasaron casi mil personas”, aseguró.
Federico apuntó que el proyecto se propuso tener como prioridad temas de desarrollo tecnológico para PyMEs. “La Antena brinda información sobre cuáles son las tecnologías disponibles y quienes las producen en el campo de lo que son las industrias 4.0 y las tecnologías aditivas. Todo lo que es la transformación digital este año despegó fuertísimo por la pandemia, con lo cual nos dimos cuenta que habíamos elegido un buen tema para arrancar. Estamos haciendo un nuevo informe solicitado por ADIMRA para sus empresas que tiene que ver con impresión 3D en metal, que es lo que se viene”, comentó.
El director de Desarrollo remarcó que la Antena asiste al empresariado pero también nutre de información a los propios grupos de investigación de las universidades en cuanto a los desarrollos tecnológicos que demandan las empresas, buscando de ese modo una retroalimentación.
Asimismo, la oficina ha hecho recientemente la primera solicitud de patente en cotitularidad con la Comisión Nacional de Energía Atómica por la creación de una nueva válvula Venturi, un componente central para los respiradores con los que se trata a los pacientes críticos de la covid-19. Al frente de este proyecto está el docente e investigador de Ingeniería Ambiental y de la Licenciatura en Higiene y Seguridad del Trabajo de nuestra universidad, Lucio Ponzoni.
A propósito de las patentes en el ámbito universitario de Argentina, el secretario de Investigación y Desarrollo de la UNTREF, Pablo Jacovkis, dijo que es un área que recién se está explorando y que tiene mucho porvenir. De acuerdo a él, las patentes miden el desarrollo tecnológico e industrial de un país, y fue en las regiones más desarrolladas del globo donde comenzaron a introducirse en las universidades.
“En estos países se empezó a ver que las universidades también eran importantes para producir patentes, en el sentido de que eran lugares en donde naturalmente se producía conocimiento. Algunos investigadores y autoridades universitarias vieron que sus desarrollos, invenciones y descubrimientos tenían aplicaciones comerciales, y que por eso era fundamental que hubiera una cultura de las patentes”, acotó.
Jacovkis destacó que en nuestro país este proceso se está dando de manera gradual por dos motivos: porque las universidades argentinas no tienen la tradición de patentamiento de sus homólogas europeas, norteamericanas, israelíes, japonesas, chinas o coreanas, y porque el país tampoco tiene un nivel de industrialización que facilite llevar a cabo patentes. Para el secretario de Investigación y Desarrollo se trata de anticiparse. “Nos parece que es un área del futuro, si Argentina quiere ser un país desarrollado alguna vez, las universidades tienen que dedicarse también a tener una visión patentable. Por eso nos parece importante lo que hace nuestra oficina”, argumentó.
Sobre la primera solicitud de patentamiento que gestionó la UNTREF, Jacovkis dijo que la experiencia fue muy significativa. “Cuando uno empieza tiene que adquirir una cierta práctica de patentamiento y de cómo se hacen las cosas, y en ese sentido está lo valioso de haber aprendido y estar en condiciones de hacer siguientes patentes”, concluyó.