35% de los mayores en el país no pueden protegerse de la COVID-19 en sus viviendas
El dato se desprende de un estudio colaborativo internacional que mide el grado de exposición al virus de acuerdo a las condiciones residenciales, en el cual participó la docente e investigadora de nuestra Universidad, Mariana Marcos.
22-06-2020
Para muchos adultos mayores que viven en Argentina, el confinamiento en los hogares no implica necesariamente poder resguardarse del nuevo coronavirus. De acuerdo al estudio Covid-19: ¿la vivienda protege a los mayores en América Latina? Argentina y Colombia comparadas con España, en el que participó la docente e investigadora de la UNTREF, Mariana Marcos, el 35% de las personas de 65 años y más en nuestro país tienen mayores posibilidades de contraer el virus por sus condiciones residenciales.
El estudio, publicado en la revista Perspectives Demogràfiques de España, fue realizado en conjunto con Juan Módenes, de la Universitat Autònoma de Barcelona, y Diva Marcela García, de la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia.
La investigación, como explicó Marcos, determinó que en América Latina los adultos mayores están más expuestos a enfermarse de covid-19 que en Europa por factores asociados a la vivienda y a la composición de los hogares. Según el estudio, en los países de la región es mucho más frecuente encontrar a personas mayores que no viven solas, que trabajan o que viven con personas más jóvenes que no pueden teletrabajar. Estas situaciones se ven agravadas por el hacinamiento y la falta de servicio de agua de red.
“La sumatoria de estas cuestiones –el riesgo vinculado al tipo de hogar, a la calidad de la vivienda y al tipo de trabajo que realizan las personas– es lo que llamamos riesgo residencial”, definió la especialista.
De acuerdo a la investigación, solo el 19% de los mayores en España tienen riesgo residencial alto, mientras que en Colombia la proporción trepa al 51%.
En el otro extremo, se detectó que el 21% de los adultos mayores en Colombia tienen riesgo residencial bajo, siendo esa proporción del 42% en Argentina y del 62% en España. En este caso se trata de personas de 65 años y más que viven solas o con su pareja y que no están expuestas a generaciones más jóvenes que se mueven fuera de la vivienda. Ni ellos ni sus parejas trabajan, no padecen el hacinamiento y disponen de agua potable.
Marcos, que se desempeña como docente de la Licenciatura en Geografía y la Maestría en Generación y Análisis de la Información Estadística, profundizó en el caso de Argentina y dijo que las condiciones de la vivienda solo aportan un 5% de riesgo residencial alto, agregando que el problema más extendido es el que se deriva del tipo de hogar y del trabajo que realizan las personas que lo componen. El 43% de esos adultos mayores vive con personas más jóvenes, y el 36% de quienes viven en esos hogares se dedican a trabajos que no pueden hacer desde sus casas.
Además, la experta remarcó que la investigación desnuda los problemas estructurales de la región. “Un rasgo distintivo de nuestro país y de Latinoamérica es la informalidad. Resulta muy difícil proteger a los adultos mayores dándoles una licencia –en el caso de que trabajen– si el 40 o 50% de la población está dentro de la informalidad laboral. Pero también existe la informalidad en la tenencia de la vivienda. La falta de acceso a una vivienda digna es un problema de muy larga data”, continúo la investigadora de la UNTREF y del CONICET.
Por último, aseguró que en nuestro país el territorio más afectado es el Área Metropolitana de Buenos Aires, donde reside el 40% de los adultos mayores del país y existen profundas desigualdades.
“Tenemos ese porcentaje de adultos mayores que aunque les digamos que no salgan siguen corriendo el riesgo de que el virus entre en sus casas a través de alguna otra persona que vive con ellos, o porque ellos mismos se ven forzados a salir por falta de espacio o por necesidad de trabajar. La mayor concentración está en las villas, en los asentamientos y en los inquilinatos del centro de la Ciudad de Buenos Aires; es ahí donde han surgido estos focos”, concluyó.