Rafael Grossi: “Lo que estamos viendo es una consolidación del lugar de la energía nuclear”
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica aseguró que en el contexto actual los desarrollos y tecnologías nucleares realizan aportes significativos a la salud humana, el medio ambiente y la economía.
14-12-2020
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y reconocido diplomático argentino, Rafael Grossi, reflexionó sobre los alcances que la energía nuclear tiene actualmente en el escenario mundial en materia de salud y de desarrollo económico sustentable. Su presentación se realizó en el marco del Programa de Estudios sobre Energía Nuclear e Innovación (PROGENI) del Centro Interdisciplinario de Estudios Avanzados (CIEA) de la UNTREF.
En su exposición, titulada La energía nuclear en el contexto internacional en la postpandemia y transmitida por el canal de YouTube de la Universidad, Grossi abordó, entre otros temas, el crecimiento de la energía nuclear en varios países y su reivindicación a raíz de los debates sobre el calentamiento global. Según él, esa fuente energética aporta hoy entre un 12 y 15 % de la energía que se produce en el mundo y representa además un tercio de toda la energía limpia. “Lo que estamos viendo es una consolidación del lugar de la energía nuclear en la matriz energética de muchos países, un crecimiento y no un decrecimiento. Hoy vemos una revalorización en la medida en que es una energía de carga inmediata y de enorme sustentabilidad y confiabilidad”, expresó.
El especialista expuso que además de los países que ya tienen una tradición en esta fuente energética, como Estados Unidos y Francia, hay otros que le están dando un impulso considerable, como China e India. “Son economías muy carbón-dependientes que están apostando muy fuerte a lo nuclear. Es tal el desafío que tienen en cuanto a la reducción del aporte de energía fósil, que no existen muchas fuentes de energía que sean capaces de colmar esta brecha tan rápidamente como la energía nuclear”, explicó, graficando que en China hay 17 centrales en funcionamiento y otras tantas en construcción, y que cerca del 10 % de su energía es de origen nuclear.
También mencionó el caso de los países del golfo arábigo, entre ellos Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita. “Hablar de centrales nucleares en países del golfo resulta prácticamente contradictorio frente a la imagen que uno puede tener de que están nadando en petróleo y flotando en gas. Uno se preguntaría qué hacen construyendo centrales nucleares. Y sin embargo lo están haciendo por razones que tienen que ver con la posibilidad de preservar sus fuentes de exportación de petróleo, con reducir los combustibles fósiles y con la desalinización del agua que usan con los reactores nucleares”, argumentó.
Asimismo, destacó la gravitación que la energía nuclear tiene en las economías más pujantes, como Francia, en donde el 80 % de su electricidad es alimentada por reactores, y Canadá o Estados Unidos, en donde representa el 20 % de su matriz energética.
El experto también dedicó un capítulo a algunos países desarrollados que se resisten a la energía nuclear, como es el caso de Alemania, que luego del accidente de Fukushima en 2011 decidió abandonarla y aumentar la contribución de las energías renovables. “Esto no fue por razones científicas sino políticas. Alemania, que es una de las grandes economías del G7, tiene un calendario muy ambicioso de cerrar todas sus centrales nucleares de aquí a tres años, y al mismo tiempo tiene un desafío muy grande porque su tasa de liberación a la atmósfera de CO2 todavía es muy alta”, reflexionó. Sobre las energías renovables, opinó que presentan muchas ventajas pero también limitaciones, “porque son energías inherentemente intermitentes”.
Grossi manifestó que la mitigación de los efectos del cambio climático no puede darse sin el aporte de lo nuclear. “Estoy haciendo un esfuerzo importante para que el OIEA –y, a través nuestro, la energía nuclear– esté presente en los foros del cambio climático, cosa que era tabú hasta hace poco tiempo. La energía nuclear no era bienvenida, se la consideraba sin futuro, una tecnología vieja, una cantidad de chlichés que no tienen nada que ver con este mundo real que les estoy describiendo ahora, donde empieza a aparecer como una alternativa interesante”, resumió.
Grossi habló de los desarrollos nucleares del futuro y se detuvo en los reactores medianos y pequeños (SMR), sobre los que hay cerca de 70 proyectos alrededor del mundo. “Existe una tendencia bastante marcada hacia los reactores con una capacidad de potencia de 100 y 150 megas, más accesibles desde el punto de vista financiero y de una gran ubicuidad, en particular en espacios geográficos alejados de los grandes centros económicos”, afirmó.
Entre ellos, se detuvo en el proyecto del reactor modular argentino CAREM. “La gran ventaja que tenemos nosotros es que gracias a la gestión de varios gobiernos esto se está haciendo, se puede tocar, el CAREM está ahí”, agregó. Apuntó que este tipo de reactores son los que más van a demandar los países en adelante. “Ahí hay un mercado importante. Hay que terminarlo, ponerlo a andar, demostrar que se puede hacerlo. Argentina tiene un nicho interesante y ha demostrado en el caso de los reactores de investigación sencillos que pudo ser competitiva y ganar licitaciones en todos lados. Los reactores medianos y pequeños son una vía tecnológica muy interesante para el país”, concluyó.
También se refirió al programa Medidas Integradas contra las Enfermedades Zoonóticas (ZODIAC, por sus siglas en inglés) de la OIEA, creado en el marco de la pandemia de coronavirus para prevenir situaciones que podrían desencadenar una nueva crisis sanitaria global. “Cuando estalló la pandemia, convoqué a todos los equipos técnicos y les pedí que se armara un proyecto integral de todas las capacidades que el OIEA podía poner a disposición de los estados miembros para estar mejor preparados”, contó Grossi.
Como explicó, hoy el organismo está consagrado a activar una red de más de 300 laboratorios veterinarios en todo el mundo. “Estamos trabajando muy duro para darles equipamiento y generar plataformas informáticas de comunicación rápida y alerta temprana de hallazgos e identificación de patógenos que puedan ser relevantes en la investigación de posibles nuevas zoonosis”, dijo, agregando que en esta iniciativa los acompañan la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE)
Además, indicó que desde el organismo asistieron a muchos países cuando irrumpió la covid-19. “Este año con la pandemia lanzamos la campaña de asistencia más importante en la historia del organismo, ayudando a 126 países. Hemos enviado RT-PCR para diagnóstico, equipos de protección y estamos dando entrenamientos”, señaló, no sin recordar la vasta historia que tiene el organismo en el campo de la radioterapia para el tratamiento contra el cáncer.
Lo acompañaron en la transmisión con preguntas y comentarios el rector de la UNTREF, Aníbal Jozami; su secretario de Investigación y Desarrollo y director del CIEA, Pablo Jacovkis; el director de PROGENI, Julián Gadano; y los periodistas Natasha Niebieskikwiat, Nora Bär y Leandro Darío.
Jozami planteó que más allá de las dificultades generadas por la pandemia, la UNTREF se propuso seguir creando iniciativas que fuesen relevantes desde el punto de vista social. “En ese marco, que abarca proyectos desde el deporte hasta la cultura, pasando por la ciencia, pero siempre orientados a que sean útiles a la sociedad tan problematizada que nos rodea, se inscribió este año la creación del PROGENI”, definió.
El Rector destacó la variedad de opiniones alrededor de la energía nuclear y señaló que “como universidad estamos decididos a crear ámbitos de estudio donde se puedan profundizar las distintas temáticas y donde estas temáticas se enriquezcan con todas las posiciones”.
Por su parte, Jacovkis remarcó que entre las actividades del Programa está no solo el análisis y las prospectivas del uso pacifico de la energía nuclear en Argentina, sino también recuperar la licencia social sobre actividades nucleares. “Estamos convencidos de que el uso pacífico, salvaguardado y prudente de la energía nuclear no solo es seguro y factible sino que es indispensable para cualquier proyecto de desarrollo nacional”, ponderó.
Entre septiembre y octubre, el PROGENI organizó un seminario internacional abierto a todo el público con destacados especialistas en la temática, que abordaron aspectos como las soluciones de la energía nuclear al cambio climático y a la creciente demanda energética, sus procesos, tecnologías y aplicaciones más innovadores y cómo derribar mitos alrededor de ella y lograr la aceptación social para su desarrollo. Participaron de esos encuentros el director de la Agencia de Energía Nuclear de la OCDE, William Magwood; el jefe de la Sección de Estudios Económicos y Planificación del Organismo Internacional de Energía Atómica, Henri Paillere; la directora de la División de Energía Nuclear en Recursos Naturales de Canadá, Diane Cameron; la CEO de la organización sin fines de lucro Energía para la Humanidad, Kirsten Kogan; el investigador del Centro de Estudios Globales de Cambio Climático de la Fundación Torcuato Di Tella, Luciano Carotori; la directora de Relaciones con Stakeholders en el Centro de Impacto Energético de Washington DC, Michelle Brechtelsbauer; la manager del Departamento de Sistemas Integrados del Laboratorio Nacional de Idaho, Shannon Bragg-Sitton; el vicepresidente de China Zhongyuan Engineering Corporation, Ding Jian; el CEO de la compañía consultora Ignisatom Consulting, Marcelo Salvatore; el vicepresidente de la Asociación de Jóvenes Nucleares Argentinos, Gustavo Giménez; la presidente de la Asociación Internacional de Mujeres en lo Nuclear (Win Global), Dominique Mouillot; la consultora de la División de Energía Nuclear del Departamento de Energía de Estados Unidos, Suzanne Jaworowski; y la directora de Formación y Apoyo a la Industria del Foro Nuclear de España, Pilar Sánchez.