Mitos y verdades alrededor del Partido Comunista de China
En el marco de la presentación del libro ¿Cómo gobierna el Partido Comunista de China?, estudiosos de Asia debatieron sobre la vigencia de la fuerza política más grande del mundo, que acaba de cumplir 100 años.
03-08-2021
En el mundo occidental hay un halo de misterio que rodea al accionar del Partido Comunista de China, la fuerza política más grande del planeta que cuenta con 95 millones de miembros y ha llevado a un país sumido en la pobreza hacia una situación de prosperidad que es un ejemplo para el mundo. El libro de reciente aparición, ¿Cómo gobierna el Partido Comunista de China?, dirigido por Xie Chuntao y editado en español por Ediciones Corregidor en convenio con New World Press, echa luz sobre aspectos poco conocidos de esa fuerza política, y alrededor de ellos debatieron académicos, periodistas y diplomáticos en un evento organizado por la Maestría en Economía y Negocios con Asia del Pacífico e India de la UNTREF.
El director de la Maestría y prologuista de la flamante publicación, Carlos Moneta, señaló que frente al sistema unipartidista que rige en China una de las críticas que se esgrimen es la falta de democracia. “Lo primero que habría que aclarar es que el concepto de democracia en China consta de tres componentes: la democracia económica, la democracia social y la democracia política. Si no se toma en cuenta esto, se puede caer en una enorme cantidad de equívocos”, indicó.
Moneta refirió que otro de los temas que se suele remarcar en el caso de China es la aparente contradicción entre una sociedad orientada al socialismo y la aplicación de una economía de mercado.
En ese sentido, aclaró que el partido adoptó diferentes líneas de acción de acuerdo al momento histórico. “La difícil situación en la que se encontraba China al finalizar el período de Mao Tse Tung justificó el pasaje de la lucha de clases al desarrollo económico, se pasa del gran salto adelante a un enfoque gradualista, pragmático, centrado en la modernización de China”, describió.
El especialista de la UNTREF comentó que de ese modo se establece el libre mercado con características chinas, lo cual representó un enorme avance en la democracia económica del país, pero sobre todo Moneta enfatizó que ese modelo refleja una evolución en la teoría china sobre la base marxista-leninista.
“El último objetivo de esta teoría es llegar a una sociedad sin clases, y para eso se necesita pasar por muchas etapas, una primera etapa es el crecimiento y el desarrollo económico. Esta primera fase da pie a un nuevo período histórico bajo la guía del partido, donde se van a formular distintas políticas que corresponderán a los desafíos de esos momentos de cara al futuro. Esto implica utilizar los elementos del capitalismo, sus ideas y sistemas”, aseguró.
Moneta expresó que una de las virtudes del partido ha sido el poder adaptarse a las diferentes circunstancias históricas manteniendo siempre la coherencia. “Si nosotros vemos los distintos líderes del momento, vamos a ver que cada uno aplica tal vez elementos distintos. La dirigencia mantiene este nivel de principios fundamentales, pero discute sobre la forma de llevarlos adelante. El objetivo central no cambia, lo que cambia son los enfoques”, definió.
Por su parte, el coordinador académico de la Maestría, Sergio Cesarín, se detuvo en el aspecto de la gobernabilidad del partido, al que consideró fundamental para entender su vigencia.
Como relató, el Partido Comunista de China nace en 1921 en un país convulsionado y en decadencia, con una crisis política muy profunda, invadida por los poderes coloniales y ocupado militarmente. “Esa preocupación por la gobernabilidad está en el instante inicial. El objetivo del partido en ese momento era estabilizar y mantener un nuevo escenario político que permitiera desarrollar un futuro distinto, con conceptos como la restauración del orden y de una oportunidad histórica para recuperarse de estas circunstancias adversas a través de la revolución”, ilustró.
De acuerdo a Cesarín, el motivo por el cual el partido sigue gobernando hay que buscarlo en ese momento fundacional. “Ahora vemos una China hermosa, luminosa, plagada de leds, ultramoderna, robotizada, pero esa perspectiva creo que no ha sido perdida y sirve para proyectar a futuro. La fuente de legitimidad del partido reside en esa lucha primigenia, en ese compromiso nacionalista y de orgullo por su propio país para tratar de revertir esa situación. Esa fuente de legitimidad aún opera frente a la sociedad china”, consideró.
Cesarín también se preguntó para qué gobierna el partido. “Gobierna para este desarrollo social y económico, para mantener cohesionada a esa sociedad, aunar intereses y tratar de transmitir en políticas públicas un ideal y una esperanza, mirando al futuro, y este es un punto muy importante para los países latinoamericanos, que estamos viviendo prácticamente el eterno presente”.
En esa línea, el rector Aníbal Jozami planteó que la Universidad siempre ha mirado con mucha atención a China y a los países de Asia, al punto de dedicarles carreras específicas. “Esta temática es sumamente importante desde el punto de vista académico y desde el punto de vista político. La Argentina no puede caer en ningún dilema sobre la necesidad de optar por unos o por otros, estamos abiertos al mundo, queremos negociar, comerciar, trabajar en conjunto con todos los países, y la República Popular China es un aliado sumamente importante”, remarcó.
El consejero político de la Embajada de la República Popular China en Argentina, Wang Xiaolin, afirmó que el partido “busca la verdad en los hechos y trata de hacer una revolución de sí mismo constantemente”, destacando que su “interés supremo es el pueblo” y que por ello “ha podido sacar a 700 millones de personas de la pobreza”.
En línea con eso, manifestó que el Partido Comunista de China, como el mayor partido del mundo, y China, como el país más populoso, deben comprometerse para contribuir al bienestar de toda la humanidad. “Nosotros hemos logrado éxitos en la lucha contra la pobreza, pero vamos a seguir trabajando con el resto de los países. Sabemos que la erradicación de la pobreza es la aspiración compartida por todo el mundo, y vamos a seguir apoyando la cooperación internacional en la lucha contra la pandemia”, declaró.
Asimismo, subrayó que China se posiciona como abanderada del multilateralismo y que aboga por que las reglas de juego internacionales sean compartidas, reconocidas y aceptadas por todos los países y no por una minoría. “Queremos una mayor globalización económica y un desarrollo inclusivo y equilibrado que dé beneficios a todos, y para ello promovemos la iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda. Buscamos construir esta interconectividad global para que más pueblos puedan disfrutar de los resultados del desarrollo de China”, compartió.
Finalmente, apuntó que China va a seguir acompañando a los países en vías de desarrollo como miembro. “Vamos a seguir trabajando para aumentar la representatividad de estos países en el sistema global de gobernanza”, concluyó.
También participaron del encuentro el director periodístico de la revista DangDai, Néstor Restivo; la editora de Ediciones Corregidor, Laura Pampin; y el presidente de New World Press, Li Chunkai.