Integración, creatividad e innovación en el tango
La propuesta de la diplomatura y el curso de la UNTREF
22-05-2017
La característica distintiva del tango con respecto a otras danzas es el abrazo, que no solo contiene, sino que es una manifestación de compromiso y de integración entre los participantes. La definición es de la bailarina y docente Lilia Pinasco, directora de la Diplomatura en Enseñanza de Baile de Tango y del Curso Integral de Baile de Tango de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF). La especialista opina que este baile fomenta el encuentro y la cooperación entre las personas, independientemente de sus lugares de procedencia, edades, formaciones o extracciones sociales y económicas.
“Todos participan, aportando de sí lo que están en condiciones de poder brindar. La interacción se alcanza con alegría, felicidad y entrega”, señala. Pero hay todavía más, porque, según ella, se trata de una práctica que estimula de manera muy especial la creatividad y la innovación. Abrazados, los bailarines se desplazan en el ambiente creado por ellos mismos, respetando la musicalidad y la poética, aunque respondiendo a la emoción y libertad de expresar lo que sienten juntos pero cada uno en su espacio.
Para Martín Adler, profesor de la diplomatura y el curso, ocurre algo muy interesante en el tango. La mujer desconoce el paso que el hombre le va a proponer, pero acompaña lo que sugiere y juntos siguen desarrollando movimientos sin saber lo que sucederá luego.
“Cuando se escuchan los compases, el cerebro transmite órdenes a los pies, pero el camino estaría incompleto si en él no interviniese el corazón”, remarca Adler.
De acuerdo a Pinasco y Adler, el baile de tango se nutre de la riqueza de la individualidad, más que de esquemas, módulos o matrices. Además de favorecer el florecimiento de las ideas y su concreción, desarrolla la sensibilidad, la relación con el medio, la concentración, la velocidad de reacción, el aumento de los reflejos, la coordinación y la organización. Tal como lo entienden ellos, es una expresión natural, auténtica y genuina de nuestra cultura popular.
La diplomatura es una propuesta única en el país, por ser el primer espacio formativo con respaldo académico destinado a los instructores. La cursada se realiza los días miércoles de 18:00 a 22:00 hs. y los sábados de 15:00 a 20:00 hs., en la sede Caseros II, donde suelen participar entre treinta y cuarenta personas. En cuanto al curso, se dicta los sábados de 15:00 a 20:00 hs., en la misma sede, y concurren cerca de veinte participantes.
Como invitados pasaron por las clases personalidades destacadas de la Academia Nacional del Tango, tal el caso de José María Kokubu Munzón (Secretario Académico), el Prof. Walter Piazza (Secretario del Consejo Directivo) y el Lic. Gustavo Provitina (ex Vicepresidente y académico actual). También han contribuido con sus conocimientos la Prof. Françoise Prioul (especialista en la poética del tango, investigadora de la Universidad de la Sorbona) y el Lic. Manuel Cataldo (periodista, conductor de programas de tango, investigador y miembro de la Academia del Lunfardo).
Para los próximos días están programadas presentaciones a cargo de la Dra. Andrea Uchitel (especialista en anatomía aplicada al tango), Oscar Fresedo (compositor) y Juan Carlos Copes (bailarín y docente).
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