“El arte tiene que tener algo que subleve un acuerdo previo”

Eduardo Gil es fotógrafo. Participó de encuentros Sur Global y en el 2017, de la muestra Sublevaciones en el MUNTREF

04-03-2020

Nació en Buenos Aires, estudió Meteorología y se recibió de piloto comercial de avión, pero durante la última dictadura cívico-militar argentina, Eduardo tuvo que cambiar el rumbo de su vida. Allí comenzó a formarse en el arte de  la fotografía de forma autodidacta. Si bien se desempeñó en diferentes áreas, actualmente se dedica al periodismo gráfico y a la ilustración editorial. 

Eduardo cuenta que alguna vez lo han definido como  “la inconformidad sistemática” y que siente que trata de aplicar ese concepto a todas sus obras.

“Yo siempre aposté a la transformación; luché por no resignarme al lugar en el que estaba, aunque ese lugar fuera de reconocimiento, cómodo”. 

Una de las temáticas preferidas del artista es la locura psicológica y qué significa un manicomio en nuestra sociedad. Por eso, realizó un ensayo que intenta mostrar a los seres en soledad. 

La sociología, la política y la militancia son temas centrales en las fotografías de Eduardo. Pepinos es una fotografía sacada en la frontera entre Bolivia y Brasil. En Paisajes, muestra los rostros de personas con los ojos cerrados, a cara lavada, sin ningún tipo de distinción para que no pueda  saberse si son mendigos o ejecutivos de una multinacional. 

Otra de sus obras es Aporías: definida por el autor como fotos del país que  no fue. Por último menciona Señas Personales: el artista construye monumentos con el fin de fotografiarlos. 

“Creo que el rol del artista es un desafío: ver cada día que vuelta más de tuerca puedo dar, cómo puedo tensar un poquito más la cuerda”.