Cronómetro en cero para la apertura de BIENALSUR en Buenos Aires
Este viernes 8 de septiembre, la música, la poesía y las artes visuales se encontrarán en la capital para descubrir BIENALSUR. La presentación contará con performances y shows en vivo.
07-09-2017
La Primera Bienal de Arte Contemporáneo de América del Sur (BIENALSUR) propone una acción para dar el puntapié inicial en la ciudad de Buenos Aires. En la noche del 8 de septiembre el escenario simbólicamente marcará las señales para comenzar la cartografía del arte contemporáneo en América del Sur.
En la Plaza Torcuato de Alvear en Recoleta se vivirá una experiencia multilenguaje como una invitación a descubrir y experimentar el espíritu de la Bienal a través de la música, las artes electrónicas, los contenidos visuales y la poesía. Las presentaciones musicales estarán a cargo de Gabo Ferro, La Charo, Tremor, Chancha Vía Circuito y Javier Plano VJ.
El lugar elegido permite apreciar distintas intervenciones del espacio público, museos y centros emblemáticos de la ciudad como los jardines de Plaza Francia, Centro Cultural Recoleta, Palais de Glace, Facultad de Derecho de la UBA, Museo Nacional de Bellas Artes y la Plaza Rubén Darío.
Algunos de las artistas internacionales que trabajarán sobre los espacios públicos son: Bernardí Roig (España), Joël Andrianomearisoa (Madagascar), Miguel Harte (Argentina), Marie Orensanz (Argentina-Francia), Pedro Cabrita Reis (Portugal), Regina Silveira (Brasil), Bertrand Ivanoff (Francia) y Katie Urban (Estados Unidos).
¿Cuál es el recorrido de las obras?
Ese mismo día se podrá realizar un recorrido de las obras al aire libre en distintos puntos de la ciudad. Te contamos algunas de las propuestas que intervienen la arquitectura y dinámica habitual del espacio urbano.
Cuidado con la cabeza
Una obra que advierte a todo aquel que ingrese al espacio de arte, no saldrá con la cabeza indemne. En la sede Recoleta, Bernardí Roig expondrá Cuidado con la cabeza, frase que se inscribe en grandes caracteres de stencil en la fachada de un edificio destinado a exposiciones. Ella remite al gusto del autor por cuestionar los modos habituales de presentar las obras de arte y, sobre todo, a la sentencia de Pierre Klossowski según la cual un cuadro es "una máquina que produce víctimas, no una cosa que se cuelga en un salón".
Le la tour du monde
La experiencia de transitar por la avenida del Libertador no será la misma a partir del viernes, donde una sucesión de mensajes estampados en carteles invitan a reflexionar mientras la ciudad continúa en movimiento. La obra de Joël Andrianomearisoa se plantea como un paseo por las calles como una experiencia sensible del observador que permite tomar el pulso del lugar y elegir el modo de estar presente allí.
Pozo bajo el agua
El proyecto artístico de Miguel Harte ronda en los límites entre lo real y lo imaginario. Es exactamente en este borde donde se sitúan sus emergentes, instalados en la fuente rectangular de la Plaza Rubén Darío de la Ciudad de Buenos Aires. Ellos, como extrañas presencias con alusiones a algún extraño tipo de ser -entre vegetal y animal- surgen de entre las aguas, irrumpen con su rareza en medio de la armonía del parque natural para remitirnos a otras zonas y abrir preguntas acerca de las condiciones físicas del espacio que habitamos.
Más allá del tiempo
Agujas de un reloj de acero espejado emergen de la tierra, a la espera de quienes deseen verse reflejados en ellas y se dejen llevar por la fantasía de un tiempo esquivo, impreciso o melancólico. No indican ninguna hora, o quizás todas. El tiempo está en el centro de esta pieza que se presenta con la variedad de sus múltiples referencias -en la forma de cada una de las agujas- y se expande exponencialmente en la imaginación de todos los que decidan transitarla y verse allí reflejados. Marie Orensanz nombra su trabajo para dejarlo abierto al juego del paseante.
La línea de Buenos Aires
Una diagonal de luz y hierro atraviesa la fachada de la Facultad de Derecho de la UBA, la propuesta rompe con la arquitectura monumental que busca representar la solidez de la ley y su estudio e invita a desviar el recorrido. El proyecto del artista portugués, Pedro Cabrita Reis, intenta sorprender al ciudadano que día a día pasa con la inercia habitual de las rutinas cotidianas por la avenida Figueroa Alcorta. Aquella arquitectura aparece quebrada, desestabilizada por una fuerte línea de 50 metros construida con los materiales que simbólicamente remiten -nuevamente- a la ley. La intervención no sólo está destinada a provocar un quiebre sino que además, busca interferir sobre eso que ya no cuestionamos para estimular la aparición de una mirada crítica.
Touch
Huellas de manos como marcas humanas y genéricas de gran formato son recortadas en vinilo adhesivo por la artista Regina Silveira. Su obra apunta a traspasar los límites normativos entre arte y cotidianeidad urbana, y se podrá apreciar sobre la fachada del Centro Cultural Recoleta y en el Parque de la Memoria. Las mismas huellas fueron obtenidas en diversos workshops y talleres desarrollados en cada una de las instituciones involucradas.
Setenta y tres cuarenta y nueve
La obra del artista francés Bertrand Ivanoff subraya aquello que no vemos, que está descuidado, que busca poner de relieve, reincorporar al circuito de lo visible y en ese proceso re-valorar, y así, recuperar, proteger. El objeto elegido en esta ocasión es el Palais de Glace, un antiguo edificio inaugurado como pista de patinaje y confitería en 1910. Es este el sentido del “cambio de piel” que Ivanoff asigna al Palais al jugar en su exterior con geometría, anamorfosis y colores dando visibilidad con este gesto tanto al edificio como a lo que ya hace 85 años viene sucediendo en él.
The Eye
La artista Katie Urban presentará un video multicanal diseñado para ser exhibido en espacio público urbano, en este caso en el Museo de Arquitectura y Diseño "Julio Keselman". La obra muestra un plano detalle de un ojo que alterna entre mantener una posición pasiva de vista al frente y otra posición en la que parece perseguir con su mirada a los transeúntes, monitoreando los alrededores. La presencia del ojo en el espacio público es tan surreal como encantadora: sugiere que una entidad omnipresente podría ser protectora o voyeur.
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