Mario Bellatin: "El problema de la literatura en Latinoamérica es su repetición"

El autor mexicano, considerado por sus pares como uno de los más audaces de su generación, realizó una entrevista pública en el marco de un coloquio sobre su obra.

27-08-2018

“Veo que mis libros ya son autónomos, que no dependen de mí, que estoy muerto”, bromeó el escritor en complicidad con los asistentes al V Coloquio Literatura y Margen: Mario Bellatin, organizado por la Maestría en Estudios Literarios Latinoamericanos y el Programa de Estudios Latinoamericanos Contemporáneos y Comparados (PELCC) de la UNTREF en la Sede de Posgrados Centro Cultural Borges. 

De buen humor, Bellatin agradeció la presencia de todos y habló de literatura y política, del cruce entre distintos lenguajes artísticos, de sus nuevos proyectos, de las iniciativas comunitarias en las que participó y de su relación con la academia y la crítica. “Para mí siempre fue importante utilizar otros medios para poder ver la palabra escrita, para tener una perspectiva más objetiva sobre mi trabajo”, comentó sobre uno de los ejes que se debatieron durante el evento: el atravesamiento de su escritura con otras disciplinas como la fotografía, el cine y el teatro. 

“La primera vez que pude leerme fue cuando se hizo la puesta en escena de Salón de belleza, pero esto de la interdisciplinariedad fue un ejercicio, no es una obra acabada”, agregó el autor de Mujeres de sal, que hoy está emprendiendo una reedición de muchos de sus textos bajo la forma de una escritura pura, sin intervención de imágenes u otros recursos y en interacción permanente con una editora. “Lo que quiero que surja es la escritura, no los temas”, anunció sobre el proyecto. 

En relación a su nueva etapa, el artista dijo que está  preparando El libro de orígenes, donde “la regla es que no me puedo escapar del universo que ya creé”. También remarcó que su intención es ir contra la novedad. “De todas las artes, la novela busca esa novedad; no hay variaciones, algo tan usual en música, dibujo o pintura”, indicó. Según expresó, su objetivo es lograr cambiarle la perspectiva a lo ya recorrido, un proceso mucho más difícil y desafiante que hacer algo totalmente nuevo.

“No quiero hacer lo que se está esperando de mí, siempre quiero estar en otro lugar en el que creen que puedo estar”, aseguró. En sintonía con eso, señaló el problema de cierta tradición literaria en Latinoamérica. “Tenemos ese espacio social. Pero ¿cómo hacer para representar la violencia y el horror al que estamos sometidos todo el tiempo y no caer en esa literatura comprometida, cuyo peor error es su repetición?”, preguntó a su audiencia.  

Por eso Bellatin, antes que la queja realista, apela al absurdo, como ocurre en su último libro Carta sobre los ciegos para uso de los que ven, que cuenta la historia de dos hermanos no videntes que asisten a un curso de escritura creativa en un manicomio y temen ser devorados por los perros callejeros que circundan el edificio. “Hice ese libro, esa experiencia, como límite de la realidad, con un suceso que encontré en Uruguay sobre la Colonia de Alienados Etchepare. En el bosque que lo rodea hay jaurías de perros abandonados, como los gatos en el Jardín Botánico, que atacan a los pacientes. No se pueden erradicar porque los grupos proanimales no lo permiten, pero de los pacientes no se ocupa nadie. No hay grupos prolocos”, explicó. 

El narrador también dedicó unas palabras al papel de las instituciones. “De pronto hay una academia, una crítica demasiado fuerte que impone ciertos criterios y cánones, de una manera indirecta o directa, y esto es muy perjudicial para alguien que quiera hacer un trabajo personal, sobre todo si toma la literatura como un arte más, donde uno de los elementos fundamentales es la libertad”, continúo. En relación a eso, compartió algunas de sus experiencias en talleres de escritura comunitarios que realizó en distintas partes del mundo, con públicos muy diversos y en los que se armaban libros colectivos. “No hay una forma de escribir ni de enseñar cómo se escribe. ¿Por qué los cuentos tienen que incluir diálogos?”, enfatizó. Apasionado de los talleres, en su visita a Buenos Aires dará uno vinculado a la danza por invitación del Teatro Nacional Argentino – Teatro Cervantes. 

Sobre el final de la entrevista se refirió a la Escuela Dinámica de Escritores, creada por él en 2001 en la Ciudad de México, que impulsó un método de preparación literaria alternativo.  “Los aspirantes tenían que pasar por 54 experiencias con creadores que estaban en plena producción y les contaban lo que estaban trabajando. No solo escritores, también había cineastas, fotógrafos, coreógrafos. No eran clases normales, teóricas, eran clases prácticas, de acompañamiento”, recordó. 

Del coloquio, realizado el 21 y 22 de agosto, participaron especialistas como Daniel Link (UBA-UNTREF), Jorge Panesi (UBA), Wander Melo Miranda (Universidade Federal de Mina Gerais-CPQ), Carolina Bartalini (UNTREF-CONICET), Leo Cherri (UNTREF-CONICET), Gianna Schmitter (Université Sorbonne Nouvelle, Paris 3-UNLP), Paola Cortés-Rocca (UNTREF-CONICET), Cecilia Palmeiro (UNTREF-NYUBA), Carlos Ríos (UNLP), Marina Ríos (UBA-ILH), Miguel Rosetti (UBA-UNTREF), Valentín Díaz (UBA-UNTREF), Pablo Cuartas (UNLP), Max Gurian (UBA-UNA-UNTREF), Laura Isola (UBA-UNTREF), Mariano López Seoane (UNTREF), Martín Gaspar (Bryn Mawr College), Antonio Carlos Santos (Universidade do Sul de Santa Catarina), Ariel Schettini (UBA-UNTREF), Diego Bentivegna (UBA-UNTREF-CONICET), Matthew Bush (Lehigh University) y Graciela Goldchlik (UNLP-IDIHCS). Hubo un cierre especial a cargo de la actriz, directora y docente Analía Couceyro, quien realizó una performance basada en los escritos del homenajeado.

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