En los últimos años un tema, casi un reclamo, que sobresalió en contacto con gestores y promotores culturales de todo el país fue la importancia de revisitar la problemática del desarrollo humano con sus múltiples contradicciones y de intercambiar acerca de cuáles serían las herramientas más apropiadas para pensar y poner en marcha proyectos de desarrollo local que, al mismo tiempo, sepan afirmar las decisiones culturales autónomas y entablar un diálogo intercultural justo y maduro con la región, la nación, el continente y los procesos de globalización que hoy impactan y atraviesan de manera agravada las más diversas cotidianidades.
A través de éste, nuestro cuarto libro, queremos cumplir con esta demanda que, a su vez y no nos cabe duda, generará nuevos encuentros y reflexiones. Culturar. Las formas del desarrollo está atravesado por los siguientes ejes estructurantes:
• La identidad y la cultura: por ser el soporte conceptual y político sobre el que debería sostenerse toda forma de desarrollo humanizante.
• El suelo, la naturaleza que sustenta: porque está en riesgo así como la mismísima continuidad del ciclo vital.
• Lo local: dado que tampoco es posible un desarrollo humanamente válido si éste no se da desde abajo hacia arriba.
• El rol de la educación: porque sigue siendo uno de los principales campos donde se dirimen el presente y el futuro de la diversidad y la consecuente interculturalidad.
• La relevancia de la política y la gestión cultural: en ellas residen las claves fundamentales para plasmar toda forma de desarrollo humanizante porque sus prácticas operan, al igual que la educación, sobre el sentido de estar siendo sobre la tierra de cada grupo humano.
Propuesta y desafío: encarar la puesta en ejercicio de una creatividad enraizada en la cultura del ser y el digno tener en estas tierras del sur, para lograr un «empoderamiento» creativo construido entre todos, no en soledad.
Editorial CICCUS