En el marco de sus 20 años, el Museo de la UNTREF exhibe parte de su patrimonio que incluye creaciones de importantes artistas. Con diversidad de formatos, las piezas reflexionan sobre temas urgentes de nuestro tiempo.

La Colección MUNTREF es un conjunto heterogéneo de casi 600 obras que el Museo incorporó a lo largo de sus dos décadas de desarrollo. Incluye pinturas, dibujos, fotografías, grabados, esculturas, videos, instalaciones, objetos no convencionales y experimentaciones electrónicas y biológicas. Se trata de piezas creadas por artistas nacionales e internacionales, tanto modernos como contemporáneos, que han participado de algunas de las muestras de MUNTREF, de las diferentes ediciones de BIENALSUR o han sido parte de proyectos de investigación incubados en la Universidad; desde el francés Christian Boltanski al argentino Enio Iommi, del brasilero Eduardo Kac al iraní Reza Aramesh,  todos plantean desde perspectivas estéticas y materialidades diversas una intervención crítica de la realidad. 

“Nuestra guía es que el arte sirva como instrumento para pensar el presente, aunque la obra no sea de este momento histórico. Podríamos decir que eso es lo que marca nuestro trabajo”, define la directora artística de MUNTREF, y directora del Departamento de Arte y Cultura de la UNTREF, Diana Wechsler.

Entre otros tópicos, las piezas reflexionan sobre las grandes preguntas existenciales de la humanidad, los movimientos poblacionales, los diferentes modos de habitar la ciudad y los relatos históricos hegemónicos.

Actualmente hay 110 obras en exhibición que el público puede conocer en el Centro de Arte Contemporáneo Sede Hotel de Inmigrantes en la muestra Presente Continuo, con visitas de martes a domingos entre las 11 y las 18 horas; y en el Museo de Artes Visuales de Caseros en la exposición Mirar, ver, imaginar,  abierta de lunes a sábados entre las 12 y las 20 horas.  

“El primer capítulo está muy ligado a las migraciones pero en un sentido amplio, pensando en las fronteras o los abismos a los que se enfrenta la condición humana. Por eso incluye algunas producciones más cercanas a la cuestión literal de las migraciones y otras como la de Diana Dowek, que reflexiona sobre cómo las realidades socio culturales y económicas hacen que haya sectores que quedan del otro lado de la sociedad o en sus umbrales”, describe Wechsler sobre la primera entrega de la Colección en exposición en MUNTREF Sede Hotel de Inmigrantes.

En relación a la segunda,  en exhibición en MUNTREF Sede Caseros I, Wechsler explica que las problemáticas urbanas están muy presentes al igual que la pregunta acerca de qué actores son los que hacen la historia: “Tenemos la obra de Betsabeé Romero que,  usando unos caballitos de cerámica cocida que emulan los juguetes de los niños y un título irónico, problematiza quién es el héroe. También el trabajo de Celeste Rojas Mugica, que registró todas las acciones contra los monumentos y los íconos de la historia chilena durante el estallido social”.

La muestra también pone en escena a los otros sujetos de la historia, porque compartiendo el espacio están el obrero de Carlos Sessano y el descamisado gigante de Daniel Santoro. 

Igualmente, Wechsler advierte que las artes visuales son siempre esquivas: “Resulta muy difícil anclarlas en un sentido único, quizás más que la palabra. No hay una sola manera de entender estas muestras, ni una precede a la otra. La idea es que cada uno puede armar su propio recorrido”. 

Una colección única

Consultada por las formas en las que se incorporaron las obras, Wechsler comenta que algunas fueron comisionadas, en otros casos se trató de adquisiciones y también se recibieron donaciones. Pero si algo caracteriza a esta Colección es que se desprende de todo el conjunto de actividades que realiza la Universidad Nacional de Tres de Febrero. 

“La Universidad tiene un área de estudios del peronismo importante y en línea con eso hicimos la muestra Evita de colección. Convocamos a un grupo de artistas mujeres bajo el leit motiv de pensar a Evita. La Colección nace en ese gesto de hacer una invitación a artistas y comisionar obras”, precisa la directora artística de MUNTREF. 

Por otro lado, señala que las investigaciones tuvieron un papel fundamental. Ejemplos de ello son el proyecto en torno a Anne-Marie Heinrich, en el que durante seis años se relevaron más de 10 mil fotografías inéditas de la artista, o el de los grabados de Víctor Rebuffo,  que terminaron integrando el patrimonio del Museo. 

“En UNTREF hay una articulación que no es muy común que se de entre formación de grado y posgrado, institutos de investigación y sus centros de arte y el espacio museo. En general en las universidades los museos son un satélite, esa frutilla del postre que es muy lindo mostrar pero que trabaja con independencia del funcionamiento general de la universidad. Acá por todas las vías que nos resulte posible tratamos de poner al MUNTREF en el cruce de caminos”, destaca Wechsler.

Del mismo modo, la directora adelanta que este patrimonio va a entrar en diálogo con otras colecciones de museos universitarios de la región a través de un proyecto llamado Colección de colecciones,  gestado en el Instituto de Investigación en Arte y Cultura Dr. Norberto Griffa (IIAC) y el MUNTREF con apoyo del Getty Research Institute. Una propuesta que busca hacer sinergia con la colección del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de San Pablo, con una larga historia y una importante cantidad de piezas, y el Museo de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, que cuenta con obras emblemáticas de la cultura andina como el Manto de Paracas y más de tres mil pinturas campesinas.  “Estamos trabajando en hipótesis de muestras que crucen a las tres colecciones. No se trata de lo que uno tiene, sino de lo que uno puede generar con eso que tiene y hacer subir la espiral”, concluye.