A 30 años del golpe de Estado de 1976 los artistas proponen un ejercicio de memoria. Ejercicio de memora que no se limita al recuerdo del pasado sino que permite la posibilidad de que dicho pasado resignifique el presente.

La memoria como práctica social requiere de materiales, instrumentos y soportes. No se logra como un registro espontáneo sino que es algo que se construye a partir de ciertos marcos que lo hacen posible.

Históricamente los diferentes soportes de arte sirvieron, más que a una devoción por generar belleza, a fortalecer la memoria.

Los medios tecnológicos de imagen y sonido generaron un acercamiento entre la memoria y su objeto, constituyéndose como documentación.

Estos medios, al volverse soporte de propuestas estéticas, plantean una posibilidad plena, volviéndose obra de arte, en el cruce del documento con lo sensible.

¿Es posible la transmisión de la memoria?

¿Cuáles son las herramientas más eficaces?

El desarrollo de una memoria productiva y crítica es imprescindible en el marco de permanente reflexión que supone la universidad.

Consideramos fundamental generar esta reflexión en un ámbito universitario recordando que los centros de saber fueron algunos de los espacios más golpeados por el terrorismo de Estado.

Los artistas, a través de la apropiación que realizan de la tecnología, proponen un ejercicio de MEMORIA.

La muestra está conformada por video-instalaciones interactivas, video-esculturas, instalaciones sonoras y videos monocanal.
GABRIELA GOLDER / ANDRÉS DENEGRI