• Texto de los curadores

    Este proyecto ha sido realizado específicamente para las salas del antiguo Hotel de Inmigrantes por la artista argentino-brasileña residente en Suecia Carla Zaccagnini (Buenos Aires, 1973). Bajo el título Mañana iba a ser ayer, revisa su historia familiar a través de cinco nuevas piezas, resultado de la investigación realizada en los últimos años. La exposición retrata los procesos migratorios y de integración que el abuelo de la artista transitó a lo largo del siglo XX, explorando la compleja intersección entre historia subjetiva e historia social y explora las formas en que la herencia se manifiesta y se elabora.

    La pieza El mar que ves nunca será el mar que yo vi, que da inicio a la exhibición, está compuesta por doscientas botellas de vidrio que contienen una balsa en su interior. Colocada bajo las ventanas que dan a las orillas del río, estas botellas son signo de la distancia y el desplazamiento, una forma visual del espacio intermedio que supone la migración: ni adentro ni afuera de una cultura, muchas veces entre lenguas, una zona compleja y relacional que, en el caso de Zaccagnini, ha habitado tanto su abuelo como ella misma.

    Como en otros de sus trabajos, en los que se ha interesado por las protestas feministas en museos o por la figura del traidor durante el colonialismo en Brasil, Zaccagnini yuxtapone relatos disímiles para revelar los ecos y las genealogías invisibles que los unen. La artista ha llamado “Bifurcaciones y cruces” a este procedimiento que le permite comparar elementos que no parecen conectados a primera vista, pero que una mirada más exhaustiva termina comprobando idénticos. Así, en Película hablada, la artista sugiere que en el hundimiento del transatlántico de lujo Principessa Mafalda y en la muerte de la princesa que le dio nombre al buque podría cifrarse el fracaso del proyecto modernizador de fines del siglo XIX y que la curtiembre que su abuelo montó en la década del cuarenta podría condensar la utopía industrial de mediados del siglo xx.

    La posibilidad del abuelo de hacer varios viajes a Italia y sus trayectos regulares hacia Brasil, su incipiente internacionalismo o el desarrollo de actividades relacionadas con el consumo de lujo vinculan al abuelo en una serie de duplicaciones con la figura del artista contemporáneo. Sin formar parte de la “avanzada civilizatoria” europea llamada por Sarmiento, que se estableció sobre todo en espacios rurales, y sin ser parte tampoco de la inmigración interna llamada por Perón para trabajar en las fábricas, el abuelo Zaccagnini es un inmigrante extraño a los relatos tradicionales que conoce la Argentina. Se estableció en el país cerca de la década de 1940, tras numerosos viajes en los que actuaba de marchand entre la Argentina y Europa. Dislocado territorialmente, pero a caballo también entre dos imaginarios sobre la inmigración, Película hablada rastrea en algunos de los emprendimientos económicos que la familia llevó a cabo (una curtiembre, una estancia de nombre La Fortuna, la cría de gusanos de seda) la cambiante relación entre naturaleza e industria, campo y ciudad, localismo e internacionalismo propuestos por los diferentes proyectos modernizadores desde fines del siglo XIX a hoy.

    El juego de espejos que organizan los relatos insiste en el profundo interés de la artista por los mecanismos ópticos. El desdoblamiento de imágenes, la interrupción de películas y la exhibición de la tecnología de reproducción de las imágenes son algunos de los recursos con los que Zaccagnini intensifica y señala el acto de ver. En Dirección y sentido, crea un mecanismo de reproducción de super 8 en el que los caireles de una lámpara interfieren y crean un juego de luces sobre la proyección. La película (también los muebles que forman parte de la exposición) fue encontrada por la artista en el campo familiar. Contiene escenas domésticas que, como la narración en primera persona en Película hablada, tamizan lo que vemos a la luz del testimonio, la oralidad y la memoria. Con ello, la artista indaga sobre la forma en que los relatos y las imágenes construyen ideologías y trayectorias vitales, a la vez que enfatiza el protagonismo individual y subjetivo en la construcción de nuestras vidas.

    La relación de cuidado y protección que un niño –el padre de Carla, probablemente– establece con una tortuga inicia la filmación de super 8. La caricia y abrazo del niño contrastan con los productos de marroquinería que la curtiembre manufacturaba a partir de otro anfibio, el caimán. Zaccagnini duplica y revierte el gesto del curtidor sobre un papel dibujando caimanes con el mismo lápiz que la curtiembre usó para marcar sus pieles. Sin poner en tela de juicio las actividades extractivas que signaron el siglo XX–y que signan también la actualidad–, el gesto cariñoso y revisionista de Zaccagnini se pregunta por otros vínculos posibles con nuestra historia y con lo que nos rodea.

     

    Lucrecia Palacios y Agustín Pérez Rubio

    Curadores

     

     

  • Listado de obras

    Carla Zaccagnini / Mañana iba a ser ayer

     

    El mar que ves nunca será el mar que yo vi [The sea you see will never be the sea I’ve seen]

    2016-2019

    200 botellas diferentes, 200 balsas hechas a mano, 200 tapones

    Dimensiones variables

    Cortesía de la artista y Galería Vermelho, San Pablo.

     

    Dibujo caimán I

    2018

    Lápiz de marcar cuero sobre papel y lápiz de marcar cuero

    100 x 145 cm

     

    Dibujo caimán II

    2018

    Lápiz de marcar cuero sobre papel y lápiz de marcar cuero

    100 x 163 cm

     

    Dibujo caimán III

    2018

    Lápiz de marcar cuero sobre papel y lápiz de marcar cuero

    100 x 165 cm

     

    Dibujo caimán IV

    2018

    Lápiz de marcar cuero sobre papel y lápiz de marcar cuero

    75 x 145 cm

     

    Dibujo caimán V

    2018

    Lápiz de marcar cuero sobre papel y lápiz de marcar cuero

    75 x 160 cm

     

    Cocido y crudo

    2019

    Cuero de caimán y maleta de cuero de caimán. Curtiembre Zaccagnini, década de 1940

    190 x 70 x 20 cm

     

    Dirección y sentido

    2018-2019

    Proyección de película de 16mm intervenida con riel de caireles de cristal de Baccarat

    6´33”

    Producida con el apoyo de The Royal Danish Academy of Fine Arts, School of Visual Arts, Copenhague.

     

    Película hablada

    2017-2019

    Instalación de tres canales de video, mobiliario perteneciente a estancia La Fortuna y documentos de archivos familiares

    38’

    Producida con el apoyo de The Royal Danish Academy of Fine Arts, School of Visual Arts, Copenhague.

     

    Mobiliario familiar perteneciente a estancia La Fortuna

     

    Vitrina y documentos familiares pertenecientes a estancia La Fortuna

  • Algunas obras

    1*
    Borrador para telegrama (1940)

    2*
    Capullo de gusano e hilo de seda producido en Estancia La Fortuna, provincia de Buenos Aires (1950)

    3*, 4* y 5*
    El mar que ves nunca será el mar que yo vi [The sea you see will never be the sea I’ve seen]
    2016-2019
    200 botellas diferentes, 200 balsas hechas a mano, 200 tapones
    Cortesía de la artista y Galería Vermelho, San Pablo.
    Foto: Edouard Fraipont

    6*
    Dibujo caimán I (2018)
    Lápiz de marcar cuero sobre papel y lápiz de marcar cuero
    100 x 145 cm

    7*
    Cocido y crudo (2019)
    Cuero de caimán y maleta de cuero de caimán.
    Curtiembre Zaccagnini, década de 1940

    8*
    Dirección y sentido (2018-2019)
    Proyección de película de 16mm intervenida con riel de caireles de cristal de Baccarat
    6´33”
    Producida con el apoyo de The Royal Danish Academy of Fine Arts, School of Visual Arts, Copenhague.

    9* y 10*
    Mobiliario familiar perteneciente a estancia La Fortuna
    Documentos familiares pertenecientes a estancia La Fortuna