Voces desde/para/sobre la Escuela Secundaria: un ciclo para pensar los desafíos de la inclusión educativa
Los especialistas en educación Ariel Zysman y Guillermina Tiramonti participaron en el primer encuentro que forma parte del Programa de Formación, Acompañamiento y Articulación UNTREF–Escuelas Secundarias.
01-12-2025
La UNTREF abrió un espacio de debate para revisar los impactos de la obligatoriedad de la educación secundaria y los desafíos que hoy atraviesan las instituciones educativas. Con el objetivo de analizar el presente y el futuro de la educación secundaria en la Argentina, la Universidad realizó una nueva edición del ciclo Voces desde/para/sobre la Escuela Secundaria. El encuentro reunió a especialistas y referentes académicos para debatir sobre los impactos de la Ley de Educación Nacional, los avances en materia de inclusión y las tensiones pedagógicas que atraviesan a las instituciones.
Cristina Tommasi, que dirige el Programa de Articulación UNTREF–Escuelas Secundarias, destacó que este trabajo “se sostiene desde hace muchos años desde la Secretaría Académica gracias a un equipo que se fue constituyendo recientemente en distintas líneas de acción”. Subrayó, además, el vínculo con la Región Educativa VII, que abarca Hurlingham, San Martín y Tres de Febrero, como un eje estratégico para fortalecer la articulación entre la Universidad y las escuelas.
El ciclo se organizó a partir de tres ejes temáticos:
1) La obligatoriedad de la educación secundaria: se analizaron los impactos esperados y las tensiones entre inclusión y exclusión.
2) La escuela secundaria inclusiva: se enfocó en las deudas pendientes y en los conflictos entre inclusión, calidad y evaluación.
3) Enseñar, estudiar y aprender: un espacio para repensar el lugar del conocimiento y del estudio en la formación de las y los jóvenes.
¿Valió la pena hacer obligatoria la escuela secundaria?
Ariel Zysman, Licenciado en Ciencias de la Educación y ex director provincial de Educación Secundaria bonaerense, abrió el debate con una pregunta clave: “¿Valió la pena transformar la educación secundaria en obligatoria en estos últimos 20 años?”. Según explicó, los datos muestran avances significativos: mientras que en el año 2000 el 45% de los jóvenes de menores ingresos no accedía a la escuela secundaria, hoy esa cifra se redujo al 22%. “Logramos que esos chicos puedan ingresar, sostenerse y finalizar la escuela secundaria. Se redujo la brecha de acceso”, destacó. Sin embargo, señaló que el sistema mantiene deudas estructurales. La terminalidad continúa siendo un desafío: en 2021 solo el 40% de los estudiantes de menores ingresos logró egresar en tiempo escolar. A esto se suman trayectorias educativas más individualizadas, el aumento de la repitencia y la permanencia prolongada en el sistema.
Zysman, también, introdujo aspectos emergentes: la salud mental en la vida escolar y el sentido contemporáneo de la escuela en un contexto donde proliferan otros entornos de aprendizaje. “La escuela siempre daba la posibilidad de pensar en un futuro. Hoy ese futuro aparece más incierto”, concluyó.
Una expansión sin transformación pedagógica
Por su parte, Guillermina Tiramonti, investigadora de FLACSO y especialista en política educativa, se preguntó qué pasa hoy con la escuela secundaria y cómo impactan los cambios sociales y tecnológicos sobre el sistema educativo. Afirmó que desde 1983 la Argentina tuvo continuidad en un punto clave: la decisión de incluir a más jóvenes en la escuela secundaria. Pero advirtió que esa expansión no fue acompañada por una transformación pedagógica profunda. “Seguimos con el modelo de ampliación sin cambiar la propuesta pedagógica. No discutimos cómo se trabaja en las instituciones”, señaló.
Tiramonti destacó tres grandes transformaciones que no fueron contempladas por las políticas educativas:
1. La descentralización del sistema.
2. La obligatoriedad de la educación media.
3. El cambio de era, marcado por una profunda transformación tecnológica. El resultado, advirtió, es un sistema inclusivo en términos de acceso, pero todavía insuficiente en su capacidad de acompañar trayectorias diversas: “Tenemos a todos los chicos adentro, pero no hemos conseguido hacer una secundaria que sea útil para ellos, que los ayude a terminar y les brinde herramientas para dialogar con el mundo que les espera”, manifestó.
Además, durante el cierre de la actividad, indicó que el avance tecnológico complejizó el vínculo con el conocimiento, que dejó de ser lineal y exige nuevas formas de enseñanza. A esto se suma una mayor fragmentación social del sistema escolar que reproduce diferencias socioculturales.

