La integración y la sustentabilidad como desafíos para las ciudades del futuro

Las problemáticas de los centros urbanos y cómo estos deberían diseñarse y gestionarse para hacerlos más habitables y amigables con el medio ambiente fueron algunos de los temas del segundo encuentro del Seminario Filosofía de la Innovación.

16-11-2020

La segmentación y la contaminación son los grandes problemas que enfrentan los centros urbanos de todo el mundo en la actualidad y frente a eso se esbozan diferentes soluciones, que van desde las reconceptualizaciones de estos espacios para volverlos más colectivos hasta el uso de los talleres de fabricación digital para hacerlos más sustentables. Esas fueron las conclusiones a las que arribaron los invitados al segundo encuentro del Seminario Filosofía de la Innovación, organizado por el Departamento de Ciencia y Tecnología de la UNTREF. 

El urbanista venezolano y director del Fab Lab de Barcelona, Tomás Diez, consideró que para entender lo que ocurre en las ciudades hay que pensar primero en las lógicas de la colonización, de la explotación de recursos, personas y fuentes de energía. “El problema con este modelo es que el producto que más genera es dióxido de carbono, con disrupciones que antes no existían. La naturaleza que antes cambiaba de manera mucho más estable empieza a cambiar mucho más rápido, y esto va a necesitar que tengamos más posibilidades de responder a estos cambios”, explicó el experto. 

Según Diez, este momento de las ciudades coincide con la nueva revolución digital, que trae una oportunidad para romper con ese modelo de producción global. “El añadido de poder convertir información digital en objetos físicos es algo que viene de la mano de esta revolución, el poder hacer que los procesos que antes estaban destinados a un industrial se conviertan en procesos domésticos y comunitarios. Es la fabricación llegando a las personas”, comentó. 

En su presentación, el especialista se refirió al rol clave que tienen los talleres de fabricación digital (Fab Lab) iniciados en 2001 en el Center of Bits and Atoms del Massachusetts Institute for Technology (MIT) y que hoy se estiman en cerca de 1200 alrededor de todo el mundo. “Son lugares donde puedes encontrar diferentes tipos de procesos de fabricación digital que cuando los sumas te permiten poder generar casi cualquier cosa. No se trata solo de replicar el mundo como es sino de inventar lo que no existe, o hacer accesible cosas que normalmente no son accesibles, como prótesis o sistemas de cultivo que no hay en el mercado”, graficó. 

Diez describió que estos laboratorios comparten procesos, cuentan con impresoras 3D, máquinas por control numérico y componentes para fabricar circuitos, entre otros elementos, y que la ventaja que presentan es tener una infraestructura distribuida a escala planetaria. “Yo puedo diseñar algo en Indonesia, puedo poner ese diseño en un repositorio y se puede descargar en España o México y se puede replicar localmente sin necesidad de que este diseño o producto viaje usando contenedores, barcos o petróleo de más”, continuó. 

El urbanista también indicó que desde 2008 estos talleres capacitan a las personas y que de ellos ya se han graduado más de 3 mil alumnos que se volcaron a proyectos como la agricultura urbana, la fabricación de restaurantes, casas y drones, entre otros. “Esta estructura distribuida de fabricación puede servirnos de catalizador para impulsar un nuevo modelo productivo a escala global, eso es lo que estamos haciendo a través del proyecto Fab City, pensar cómo dentro de la red de Fab Labs uno puede intercambiar diseños de prototipos que se pueden escalar a la ciudad. Buscamos imaginarnos las ciudades con relación a una nueva dimensión territorial”, resumió Diez. 

Por su parte, el docente de las universidades nacionales de Joseé C. Paz y Moreno, Gustavo Badía, centró su presentación en los modos hegemónicos de concebir la ciudades y en cómo se podría reconceptualizarlas para hacerlas más habitables y con sentido colectivo. A diferencia de Diez, el experto argentino comentó que la innovación no necesariamente está atada a la tecnología, sino que tiene que ver con  “la capacidad de hacerse preguntas nuevas y pensar desde lo no obvio, lo oculto y lo que no se muestra”. Uno de los principales escollos, según él, es que los centros urbanos hoy están atravesados por las dinámicas del mercado y de las tecnologías informacionales. 

“En estos años de neoliberalismo se impone la lógica del mercado, que diferencia, individua y segmenta. El mercado nos seduce y nos organiza alrededor de sus propias lógicas. Las redes, los nuevos espacios en los que la gente se conecta a través de estas tecnologías, hicieron aparecer multitud de identidades, intereses, racionalidades. Y me parece que ese es un problema porque perdimos la capacidad de integrar”, evaluó. 

De acuerdo a él, este esquema se replica en las ciudades en las que se segmenta por barrios, sectores, escuelas, universidades o parques. “Eso es una suerte de potencial Big Bang en donde todos los esfuerzos de las políticas públicas pueden llegar a ser inútiles. La discusión que está ausente en el tema de las ciudades es la integral, tenemos que plantearnos cuál es la función que permitiría integrar todas estas identidades en el marco de la ciudad, sin diluirlas y poniéndolas a todas en la misma esfera, y volviendo a dar alguna posible idea de que la ciudad sea un espacio colectivo”, dijo. 
 
Además, destacó que es necesario correrse de la visión que considera a la ciudad como fortaleza que protege de las amenazas externas, y que debe ser pensada desde la región que la circunda. “Para mirar la ciudad no podemos solamente quedarnos en el límite físico de ese artificio ciudad, es necesario pensarla en términos de su área de influencia. Hay que sacar a la ciudad de una mirada defensiva, de esa idea de ser el espacio que protege contra riesgos como las inundaciones, inmigraciones, inseguridad. La ciudad de Buenos Aires no puede ser pensada sin su conurbano”, ponderó. 

En ese sentido, Badía insistió en que las ciudades no son autónomas y que deben ser proyectos políticamente discutidos y construidos con el protagonismo de sus actores. “Creo que hay que pensar la innovación para las ciudades en esta perspectiva, pensar la ciudad que queremos, identificar el producto deseado”, concluyó. 
 
El encuentro estuvo moderado por los coordinadores del seminario, el director del Departamento de Ciencia y Tecnología de la Universidad Pablo Fontdevila y los docentes e investigadores Alejandro Piscitelli y Julio Alonso. Las próximas sesiones, que tendrán lugar el 19 y 26 de noviembre a las 18:00 horas por el canal de YouTube de la UNTREF, harán eje en los campos de la política y de la ciencia ficción.