Salvar al mundo

El 13 de abril se inauguran tres exposiciones en la nueva sede del MUNTREF Centro de Arte y Naturaleza.

09-04-2018

El viernes 13 de abril a las 18:30 horas se inaugurarán en el MUNTREF Centro de Arte y Naturaleza las muestras En un futuro no muy lejano, del argentino Sebastián Díaz Morales, Naturaleza reimaginada, de la polaca Angelika Markul y La eterna novedad del mundo, del colombiano Larry Muñoz. Las obras se podrán visitar hasta el 5 de agosto con entrada gratuita.

El arte en función de una sociedad sostenible

Las escuetas escenas de En un futuro no muy lejano, video-instalación del argentino Sebastián Díaz Morales, irrumpen en la sala de ingreso a la nueva sede MUNTREF-Centro de Arte y Naturaleza, Ecoparque, ex Zoológico, como premoniciones distópicas, advertencias de una inminencia que puede ser evitable y que conforman la línea curatorial del espacio museístico que el próximo 13 de abril inaugura tres exposiciones que unen arte y  conservación del medio ambiente.

A la exposición de Díaz Morales se le unen en la planta baja Naturaleza reimaginada, de la polaca Angelika Markul, con curaduría Diana B. Wechsler, y en la planta alta La eterna novedad del mundo, del colombiano Larry Muñoz. La italiana Benedetta Casini es la curadora de las exposiciones de Díaz Morales y Muñoz.

Situado en uno de los principales pulmones verdes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el MUNTREF Centro de Arte y Naturaleza abrió sus puertas a finales de 2017, durante la primera Bienal de Arte Contemporáneo de América del Sur, BIENALSUR, con la marcada intención de, a través de la visión de artistas nacionales e internacionales, interpelar al público y abordar temáticas vinculadas con la naturaleza contribuyendo a la construcción de una sociedad sostenible. Además de salvaguardar el patrimonio cultural, el museo  incluyó, desde sus inicios, hábitos sostenibles basados en la reducción del consumo, la reutilización, el reciclaje y la implantación de sistemas de gestión ambiental.

En un futuro no muy lejano de Sebastián Díaz Morales, con la curaduría de Benedetta Casini

Nacido en la ciudad argentina de Comodoro Rivadavia en 1975, Sebastián Díaz Morales y su lenguaje pictórico llevan la marca de esa “capital del viento”. La experiencia de crecer en un ambiente extremo en el medio de la nada lo llevó a un modo particular de concebir la realidad que muestra en esta nueva muestra.

En su texto curaturial, Benedetta Casini escribió: Sebastián Díaz Morales experimenta hace varios años con las posibilidades lingüísticas de la imagen en movimiento transitando por el territorio del documental, del cortometraje y de la video-instalación. Fragmentando la linealidad de la narración tradicional, sus relatos vacilan continuamente entre ficción y realidad, logrando a través de recursos básicos una efectividad poética inmediata. El paisaje es a menudo el protagonista indiscutible de sus videos y en este caso se configura en un imaginario tragicómico: la naturaleza se ha sublevado contra el género humano cuyos últimos representantes, desprotegidos a la intemperie, luchan por su supervivencia reiterando afanosamente acciones absurdas que revelan su penosa impotencia y la completa ineficacia de sus herramientas.

Naturaleza reimaginada de Angelika Markul con la curaduría de Diana B. Wechsler

La tensión entre naturaleza y cultura y entre vida y muerte vuelve a ser el tema de la artista polaca Angelika Markul. En Naturaleza reimaginada presenta los videos que filmó en Yonaguni, Tchernobyl y Naica, tres sitios distantes en el globo: uno en Japón, el otro en Ucrania y el tercero en México.

Cada proyecto encierra largos años de investigación que comienzan con el encuentro más o menos casual de una historia encriptada en un paisaje. Ese que para cualquier espectador resulta natural, ese que posiblemente el turismo ha espectacularizado y neutralizado. Sin embargo, su mirada se detiene allí, en las preguntas sin respuestas acerca de las ruinas sumergidas en el mar en Yonaguni, o de las formas en que la naturaleza retorna a la vida en un sitio muerto para siempre como Tchernobyl después del accidente atómico, o en Naica, adentrándose en las entrañas de esa extraña cueva de cristales gigantescos. Si su libro de viaje está signado por la indagación, el encuentro con especialistas, con comunidades, con textos, en suma, con los relatos de los otros, a partir del momento en que su cámara toma contacto con esos paisajes, todo aquello queda atrás y la naturaleza se presentará, entonces reinventada por su mirada que el espectador hace propia ante la inmersión a la que sus video-instalaciones nos convocan: por la pregnancia de las imágenes y por lo intrigante de las sonorizaciones –compuestas por músicos convocados ad hoc– sus trabajos instalan la perplejidad acerca de esos bellísimos espacios naturales y con ella la conciencia de su finitud.  La manera en que el tiempo transcurre en cada uno de sus videos hace que la noción de ‘esculpir el tiempo’ desarrollada por Tarkovski resulte productiva para pensar el trabajo de Markul. (Del texto curatorial de Diana B. Wechsler)

Angelika Markul nació en 1977 en Polonia, vive y trabaja en su país natal y en Francia. Diplomada en la École nationale des beaux-arts de París, sus obras se han presentado en numerosas exposiciones, tanto individuales como colectivas en numerosos países.

La eterna novedad del Mundo de Larry Muñoz, con la curaduría de Benedetta Casini

Dos nidos de pájaros horneros complementan el peinado de la ornamental cabeza de mujer  que está en la fachada del MUNTREF-Centro de Arte y Naturaleza y cambian la imagen del lugar. La figura  en la antigua Confitería El Águila del ex zoológico, una construcción de reminiscencias Art Nouveau, asiste impávida al hecho y al paso del tiempo que el lente del artista colombiano Larry Muñoz sí recoge.

Muñoz estuvo trabajando durante un mes en el MUNTREF en una residencia de producción. Antes de su muestra, brindó una charla y open studio. La exposición La eterna novedad del mundo es el resultado de estas experiencias en la que creó obras pensadas específicamente para el sitio a partir de sus características arquitectónicas. En los trabajos de Muñoz, materiales orgánicos, mecánicos y objetos cotidianos se juntan para señalar cuestiones relacionadas con lo orgánico/artificial, lo escultórico/bidimensional y algunas otras ideas relacionadas con la producción artística y nuestra forma de contactarnos con el entorno.

Del texto curatorial de Benedetta Casini: "Larry Muñoz compone naturalezas muertas a partir de objetos encontrados: ramas secas, esqueletos de animales, piedras, plumas e insectos, descontextualizados y re-ensamblados en instalaciones escultóricas, son pequeños memento mori de nuestra existencia"

"A lo largo de un mes estableció una relación íntima con este sitio suspendido entre el pasado y el futuro –poblado durante mucho tiempo únicamente por el hormigueo de pequeñas criaturas silenciosas– cuya suntuosa historia solo se intuye, incrustada en los pálidos ornamentos de la fachada. Ocupa y se apropia del espacio, lo transforma y se transforma: aceptando el desafío de adaptar las premisas proyectuales al contexto, abraza las desviaciones y accede a que el proceso fluya, guiado por los imprevistos. Cada encuentro representa un estímulo y una abertura, una transformación constante de la investigación que tarda en encontrar su punto final".