Clubes deportivos, un símbolo de la solidaridad para defender

Dirigentes y especialistas en economía social y mutualismo reflexionaron sobre el rol comunitario de esas entidades y tendieron puentes para trabajar conjuntamente

21-11-2019

Los clubes deportivos cumplen un papel protagónico en el entramado de la economía social y, pese a los embates de las multinacionales para apropiárselos, se mantienen como espacios de resistencia al poder del capital y como difusores de valores solidarios. Estas fueron las conclusiones a las que llegaron docentes y egresados de la Diplomatura en Economía Social y Clubes de la UNTREF, reunidos en la Sede Rectorado Centro para debatir sobre la actualidad de esas entidades y celebrar la firma de un convenio con la Confederación Argentina de Mutualidades (CAM) que permitirá llevar el curso a distintos puntos del país. 

“Entre todas las entidades que uno ha investigado, me parece que son los clubes aquellas donde el trabajo voluntario es más profundo y donde el peso de la historia y de los símbolos es más importante”, evaluó Jorge Bragulat, director de la diplomatura y del Centro de Estudios de la Economía Social (CEES) de la Universidad. 
En su intervención, Bragulat señaló que esos rasgos “deben ser aprovechados socialmente”, pero que es indispensable entender que “las organizaciones democráticas, donde cada asociado tiene un voto, no son incompatibles con el criterio de eficiencia”. Además, el director del CEES expresó que las universidades tienen mucho por aportar en ese sentido. 

“Es importante que sigamos divulgando esto con la intención de capacitar a la dirigencia y al asociado”, agregó Bragulat, quien agradeció a Alejandro Russo, presidente de la CAM, por el convenio suscripto.  
El dirigente de la Confederación de mutuales destacó la enorme contribución de los clubes a la economía solidaria, sobre todo en el contexto de 2017 y 2018 cuando se buscaba gravar a las entidades sin fines de lucro con el impuesto a las ganancias. “En ese momento teníamos que demostrar cuánto le aportaba el mutualismo y el cooperativismo de crédito a la comunidad, y la cifra mayor era la de los clubes de pueblo”, graficó. Además, Russo se refirió al peso del sector en general, indicando que 28 millones de argentinos reciben servicios de las mutuales y las cooperativas y que ellas generan empleo directo para 300 mil personas. 

“Ahora los dirigentes del interior vamos a poder capacitarnos, legitimar ese conocimiento y esa praxis en una diplomatura; por eso estamos convencidos de que va ser exitosa y la vamos a difundir en todas las mutuales del país”, apuntó. 

Cristian Pérez Centeno, coordinador de posgrados de la UNTREF, afirmó estar muy contento de que se realizara un curso de esas características, al que definió como una “experiencia pedagógica valorable e inusual”. Reunidos en ronda, los docentes y alumnos de la Diplomatura intercambiaron impresiones sobre la cursada. 

El docente invitado y ex dirigente de Boca, Pablo Abbatángelo, comentó que fue un espacio muy enriquecedor que suple la falta de capacitación de la dirigencia deportiva. También destacó que la propuesta ayuda a frenar la voracidad de las sociedades anónimas “de capitales de espurio proceder” que tergiversan “el bien común que propician nuestros clubes”.

El alumno Carlos Cleri definió a los clubes como “centros sociales” y se explayó sobre el proyecto Club Villas Unidas en el que participa. Como detalló, se trata de un seleccionado de las villas de CABA y Gran Buenos Aires impulsado por la Escuela de Entrenadores César Luis Menotti junto a diversas organizaciones sociales. “Empezamos con la idea de acompañar a los talentosos para que los clubes grandes no los conviertan en mercancías, y a los que quedan afuera para que no se conviertan en descarte”, compartió Cleri, y enfatizó en la necesidad de desarrollar en esos ámbitos no solo las capacidades deportivas sino también las sociales. 
Su compañero Juan Bruera, miembro de la Confederación Argentina de Clubes de Barrio, remarcó que “es fundamental para nosotros los dirigentes que se creen estas herramientas”, las cuales permiten pensar que “los clubes pueden seguir siendo administrados por sus socios”. 

Por último, Florencia Duarte, integrante de la Coordinadora de Hinchas de Banfield, aseguró que los clubes son “espacios de formación, recreación e inclusión social”, y llamó la atención sobre la necesidad de que se implemente la Ley Nacional del Deporte que establece un cupo femenino para sus comisiones directivas. “Estas capacitaciones ayudan a demostrar que podemos dirigir igual que los hombres”, concluyó

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