La importancia de acompañar a los alumnos

A través del SOEVO, la Universidad sigue en forma activa las problemáticas a las que se enfrentan sus estudiantes y ayuda a los aspirantes a esclarecer su vocación.

02-05-2018

El ingreso a la vida universitaria es un tránsito que para los jóvenes implica todo un cambio de cultura. Deben asumir nuevas responsabilidades y eso requiere de cierto aprendizaje y la elaboración de estrategias.

Es por eso que la UNTREF acompaña ese proceso desde su Servicio de Orientación Educacional, Vocacional y Ocupacional (SOEVO), abierto a la comunidad y de carácter gratuito. Vigente desde 2010 e integrado por un equipo de psicólogos, licenciados en ciencias de la educación y psicopedagogos, el SOEVO realiza actividades grupales e individuales tanto con estudiantes del último año del secundario que asisten a las escuelas del distrito como con los que egresaron de ellas y están o no cursando en la Universidad.

“Lo que hacemos con los chicos y chicas de los colegios son intervenciones de carácter preventivo, en una situación particular como es la elección de un proyecto futuro. La vocación se va construyendo y nosotros ayudamos en este proceso desde el lugar del que interroga y guía, para que el que elige sea el verdadero protagonista”, explica la coordinadora del servicio, Emilia Tricio.

Como detalla, en estos grupos se trabaja para que los jóvenes puedan clarificar sus gustos e intereses, analizar los factores que intervienen en la elección, los recursos con que cuentan,  las creencias y prejuicios acerca de carreras y ocupaciones, la salida laboral, el marco social en que están inmersos para la toma de decisiones y los aspectos socio-afectivos que se ponen en juego en esa etapa de cambios. 

En relación a la ayuda que brindan a los estudiantes de la UNTREF, existen los talleres Adaptación a la vida universitaria y Temores ante los exámenes, pero también ofrecen entrevistas de esclarecimiento vocacional y de asistencia frente a las dificultades que pueden presentarse en el campo académico.

“El sujeto que aprende está inmerso en un contexto, no es un estudiante en abstracto, tiene una historia, determinadas experiencias de vida, distintas trayectorias educativas y culturales, un vínculo determinado con quien enseña y un modo particular de relacionarse con el conocimiento”, agrega Tricio.   

De esta manera, los encuentros apuntan a poder detectar las problemáticas, reconocer cuáles pueden ser los obstáculos y ayudar a desarrollar los medios para poder superarlos.

En los últimos años, aparecieron nuevas demandas y el SOEVO amplió sus actividades. Pasó a tener una mayor participación en los proyectos Articulación Universidad-Escuela y Tutorías. Asimismo, se sumó al circuito de los pases de carrera y el Programa Mayores de 25 años sin Secundario Completo. Además comenzó a dar asesoramiento a equipos de orientación educativa de escuelas secundarias, alcanzando a otros distritos como San Martín y CABA.

“Proponemos un espacio de escucha activa, reflexión y acompañamiento, nunca desde un lugar que implicaría poner al otro en una situación de dependencia y de desconocimiento de sus potencialidades. Buscamos el logro de una posición activa, donde quien demande asistencia pueda ir construyendo  su propio camino”, resumió la coordinadora.