Klink: despertar la creatividad y las ganas de aprender

Nicolás Larenas, Técnico en Sonido y Grabación e Ignacio Giménez, estudiante de Ingeniería de Sonido, se conocieron en la UNTREF y juntos crearon "Klink", un emprendimiento que combina música y educación.

26-11-2019

Los Klink son pequeños circuitos que se conectan entre sí para crear sonidos electrónicos. Pueden definirse, no solo como juguetes educativos sino también como instrumentos musicales. El proyecto surge como una forma de despertar en los más chicos el interés por la electrónica y el audio. “Empezamos a ver cómo venía el mercado, a investigar y vimos que acá en Argentina no hay nada parecido, no hay otro producto nacional, entonces le empezamos a meter pila”, cuenta Nicolás. Son una especie de ladrillitos lego porque los circuitos pueden expandirse: cada uno puede armar su propio instrumento.

“El espíritu de Klink es  no quedarse con lo que uno compra sino animarse a intervenirlo y a ponerle también lo suyo. Incentiva no solamente la experimentación sino también la curiosidad”. 

Uno de los objetivos de este producto es derribar los prejuicios de las formas de aprender menos tradicionales; está enmarcado dentro de lo que se conoce como educación STEAM, (las siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemática), que busca fomentar actividades que estudian la ciencia detrás del arte y que resuelvan problemas mediante el pensamiento deductivo. 

Klink está compuesto por circuitos en forma de cuadrados de 16 centímetros de alto y 8 de ancho. Cada uno de ellos tiene un color y una función diferente: los rojos producen ondas de sonido de manera electrónica, es decir, emiten sonidos. Los violetas procesan el sonido y lo transforman. Los amarillos se usan para controlar las otras partes: tienen un potenciómetro y un sensor de luz para controlar el volumen y la frecuencia del sonido. Además de un manual de actividades, los circuitos tienen salida para auriculares, donde también se puede enchufar un parlante o un teclado para elegir qué nota musical tocar.

Con el tiempo, Nicolás desarrolló otros proyectos, por ejemplo juegos vinculados a la programación, kits de ciencia (experiencias que permiten descubrir qué hay detrás de los sonidos) y talleres para grandes y chicos sobre programación, ciencia y arte.

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